❛﹝ 𝐭𝐫𝐚𝐝: 𝐃𝐢𝐞𝐳 𝐝𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐝𝐞𝐬𝐚𝐟𝐢𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐰𝐡𝐚𝐭𝐬𝐚𝐩𝐩 ﹞❜
╰►挑戦の日々 ❱ Donde Jimin le envía una cadena de retos a Jungkook, y este termina cumpliendo con cada uno de ellos.
◕ Mini fanfic.
◕ Jimin alfa.
◕ Jungkook omega «femenine...
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Jungkook salió de la ducha, envolviendo su delgado cuerpo con una toalla en su torso. Se paró frente al espejo y tomó de la mesada del baño su ropa interior, la cual constaba de unas bragas blancas.
Una vez seco, se colocó su bata lila sin atarla, dejando así su pecho descubierto, y sus medias negras hasta un poco más arriba de sus rodillas.
El alfa no se encontraba en el apartamento. Eran las siete de la tarde, y él volvería de su trabajo en poco tiempo.
Luego saldrían a un "lugar sorpresa" que le tenía preparado el mayor, con la finalidad de cumplir el segundo reto de la lista.
Salió del baño, caminando a su habitación para poder secar su cabello en el tocador. Al llegar, conectó al tomacorrientes el secador de cabello y comenzó con su tarea.
Al no peinar su melena, se le formaron naturales y tiernos rizos en tonos chocolate. Y cuando terminó, planeó tomar rumbo hacia su closet, pero unas manos en su cintura lo sorprendieron, provocando que este diera un leve saltito.
Su cuerpo fue atraído por unos fuertes brazos, chocando su espalda y cabeza con un sólido pecho. Automáticamente se estremeció al sentir aquel conocido olor.
—¿No habíamos acordado que a las siete debías estar listo?—dudó Jimin. Se estremeció al sentir el cálido aliento del otro lobuno sobre su oído.
—L-Lo siento, Jimin-shi. Me atrasé un poco—puchereó, volteando y jugando con sus finos dedos.
—Uhm... ¿Debería perdonarte?—bajó su mirada al pecho descubierto del menor, luego bajando a su ropa interior, observando sus lampiñas y jugosas piernas.
—S-si, Hyung~—murmuró, dándose cuenta del escaneo descarado del mayor por su cuerpo y cerrando su bata con una sonrisa divertida.
—Eres malo...—se quejó entrecerrando sus ojos, sin embargo, eso no duró mucho y acabó uniendo sus frentes y deleitando a su olfato con aquel aroma a naranjas y fresas.
—Aún no llegamos a ese reto, Jimin Hyung. Debe esperar—sonrió, subiendo sus brazos al cuello del alfa.
—¿Hmm? ¿Dices que tengo que esperar hasta ese reto para verte completamente sin ninguna de estas molestas prendas?—Gguk asintió—. ¿Cuándo hemos establecido que hay que seguir el orden?
—Nunca, Hyung. Pero yo escribí los números del uno al diez, así que, sí. Debe esperar—repitió, riendo victorioso.
—Yo no creo eso, bebé.—murmuró, bajando sus manos ahora al curvilineo y voluminoso trasero del menor— Si yo te propusiera hacerte mío en este preciso instante, no te negarías ni con pensarlo cinco veces-sonrió, al mismo tiempo que masajeaba sus nalgas y lo apretaba contra su creciente erección.
