Fucked Up, Gringo || Zayn Malik.

20.

Zayn

Allí frente a mí estaba ella con su hermosa sonrisa, sus labios un poco hinchados debido al increíble beso que acababamos de darnos y sus mejillas sonrojadas, seguía esperando esperando una respuesta. Una que podía joderlo todo.

¿De que servía decirle? Era una pregunta que no salía de mi cabeza, incluso después de habérselo dicho ayer. Sólo le quedaban menos de tres meses aquí y luego se iría, nada podría cambiar eso.

Tuve la suerte de que cuando se lo dije estaba dormida de lo contrario hubiera podido joder todo. Justo cuando iba a hablar ella puso una de sus manos en mi cara.

-Espera. ¿Como supiste a donde iba? Digo, el mcdonals estaba en dirección contraria.-Preguntó frunciendo ligeramente su ceño y no pude evitar soltar una risa.

-Tu camioneta tiene un gps, cuando llamaste a Simón él me envió tu ubicación en tiempo real.-

Abrió la boca en "O" y puso una mano en su pecho fingiendo indignación.

-Eso se llama acoso.-

Yo negué con la cabeza. Le iba a responder pero volvió a interrumpirme.

-Espera. No te me hagas el loco cambiandome el tema ¿qué era lo que me habías dicho?-

Respiré profundo mientras miraba sus preciosos ojos marrones.

-Que te has vuelto una persona muy importante... Algo... Tipo... Si, como una mejor amiga. Nunca te haría daño.-Mentí mientras fingía una sonrisa.

En sus ojos se vio algo diferente ¿decepción? No lo creo pero no duro mucho ya que se movió un poco y colocó una gran sonrisa.

—Opino lo mismo, Javadd.-Dijo golpeando mi hombro amistosamente porque eso soy SU A-M-I-G-O.—Ahora, abre que ya tuvo que haber llegado esta gente y de seguro pensaran que estamos tirando.—

No pude contener la risa al ver un toque de nerviosismo en sus palabras.

-¿Y no era lo que íbamos a hacer?-Pregunté con una ceja levantada mientras me acercaba peligrosamente a ella. Sus mejillas se sonrojaron aún más y estaba luchando para no reírme de ello, se veía extremadamente adorable.

Abrió la boca para decir algo varias veces pero nada salió de su boca hasta que una sonrisa maligna se formo en su rostro terminado de romper la corta distancia que nos separaba. Pasó su brazo derecho al rededor de mi cuello acercando nuestros labios así que cerré los ojos esperando saborear esos deliciosos labios.

Pero lo que ocurrio fue algo completamente diferente, aprovechando mi distracción metió su mano libre en mi pantalón. Si, rozando con mi amigo lo cual hizo que se despertara casi de inmediato.

Sacó las llaves con una sonrisa triunfal.

-¡Camila!-Casi grité y ella no aguantó la risa al ver el bulto que crecía en mis pantalones.-No puedes hacer esto y simplemente irte.-

Hizo el gesto de estarlo pensando pero metió rápidamente la llave abriendo la puerta.

-Mira como lo hago.-Me sacó la lengua infantilmente saliendo de allí.

-Coñoelamadre.-Susurré para mi mismo viendo la erección en mis pantalones. No podía salir así.

En definitiva estar rodeado de venezolanas me esta afectando más de lo que creí posible. Sin embargo me reí al procesar lo que había dicho. Últimamente se me han pegado un par de palabras venezolanas gracias a Camila. Aunque algunas no sé muy bien lo que signifiquen

Como mamíguevi mamagueivou mamag... Bah, ustedes sí entendieron.

Tuve que esperar unos minutos a que se bajara por si sola y sólo así pude salir de allí, encontrándome a Camila hablando con un chico animadamente.