Little Bouchard (Gilbert Blythe)

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Capítulo uno

Caleb, Ed y yo Nos acercamos a la escuela, hoy habría partido de hockey.
-debería jugar- dije mirando los patines.
-No te van a dejar.
-No hay ninguna regla que diga que las chicas no podamos jugar.
-se da por hecho, Charlie.
-¡tonterías!- exclamé. Al divisar a todos fuera, aceleramos el paso.
-¡Charlie has venido!- las chicas vinieron hacia mi.
-¿Queréis uniros?- pregunté refiriéndome al juego.
-prefiero verles a ellos jugar- dijo Josie.
-como queráis,Moody, ¿a alguien le sobran unos patines?- pregunté.
-hay unos de sobra en el armario donde guardaba el señor Phillips sus cosas.
-¡gracias!- busqué dónde me dijo y efectivamente había unos ahí, salí con ellos y me senté en el suelo, me quité mis botas.
-¿Que pretendes hacer?- la voz de Ruby me sobresaltó.
-no quiero verles jugar, quiero jugar.
-¡Las chicas no juegan!- el odioso de Billy siempre tenia que opinar.
-deja a mi hermana, idiota.- intenté ponerme de pie, un par de patines se pusieron delante mía.
-yo puedo sola.
-lo sé, pero no querrás perder tiempo.- Gilbert me ofrecía su mano, la cogí, perdí un poco el equilibrio pero me sujetó de la cintura, nos quedamos muy cerca.
-¡Charlotte tengo un stick para que juegues!- apareció Moody.-¿Interrumpo algo?- me alejé de Gilbert.- gracias Moody, a ti también Blythe.- patiné hasta Billy, era el que tenía el disco.
-¿la niña bonita quiere intimidarme?- mientras se burlaba le quite el disco y se lo lancé a Charlie Sloan.
-se que soy bonita, no puedo decir lo mismo de ti Andrews.
-¡Charlotte!- gritó Anne detrás mía.
-¡Anne!- me deslicé hasta donde se encontraba, y con cuidado por la nieve la abracé.
-¿te han dejado jugar?
-¿Quieres jugar también?- pregunté emocionada, ninguna de las demás había querido apuntarse.
-me temo que no puedo, tengo que hablar con ellos.- con su mirada apuntó a unos indios que vendían Sticks para que pudiésemos jugar.- quiero publicar sobre ellos en el periódico de Avonlea.
-adelante no te molesto más.- Volví al juego, tenía el disco en mi poder, Billy como siempre es tan tramposo me puso la zancadilla antes de poder meter punto, solté el stick, esperando el impacto pero alguien me sujetó.
-me has salvado de un buen moratón en el culo, gracias Gilbert.- las chicas aplaudían a Gilbert.
-para lo que sea Bouchard.
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