Lucy © #1 [✔]

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—Gracias, Lucy. ¡Gracias! —agradece.

—No hay de qué, por ti lo que sea. —le sonrío.

—Ya es muy tarde, ¿no crees? —dice observando a través de la ventana, la oscuridad de la noche—. Mañana saldremos, tenemos mucho que caminar.

Comienza a caminar hacia las escaleras que dirigen a su habitación, así que la sigo. Llegamos a un pequeño pasillo en el segundo piso y entramos en la puerta derecha, su habitación al parecer. La misma está pintada en un color lila y negro; no posee muchos muebles, pero si una cama y un baño privado.

—¿A dónde iremos? —pregunto sentándome en la cómoda cama.

—A los pueblos cerca de aquí. En el bosque de Nueva Orleans hay clanes de brujas y magos —explica sentándose a mi lado—. Además de una manada de lobos en el perímetro.

—Conoces muy bien la zona, ¿no?

—Sí, pero estamos muy alejadas de todo eso créeme. —asegura.

—¿Y Vellarie? ¿Por qué no está contigo? —pregunto curiosa.

—Siempre viaja, y me deja la mayor parte del tiempo sola —responde soltando un bostezo—. De seguro está en España con su novio. Pero no quiero hablar más del tema.

—De acuerdo, entonces buenas noches, Sky —digo acomodándome en la cama y cerrando los ojos.

—Buenas noches, Lucy
—escucho que dice antes de caer en los brazos de morfeo.

Narrador omnisciente

Muy lejos de donde se encontraban la pequeña demonio y su amiga bruja. Más allá de las nubes. "En el Edén". Estaban siete hermanos discutiendo sobre la situación de la tierra. Hablando sin llegar a ningún acuerdo, así que el altísimo dió una orden.

"La profecía se está cumpliendo, hijos míos. la salvación ya nació y busca arreglar la tierra. No será fácil y va a necesitar ayuda. Por esa razón he elegido a uno de mis hijos que irá en la misión de ayudar y acompañar a la elegida. Y así dar comienzo a la nueva era. Habrán muchas dificultades, pero no será imposible y tendrán que tener paciencia. Pero al final, serán reemcompensados cuando todo acabe. Hijo mío, te la encargo, protegela y ayúdala. Confío en ti."

Luego de aquellas palabras del altísimo, los hermanos supieron quién iría y ese era el menor de ellos. Ayudaría a la elegida, a la salvación, hasta que todo se resolviera y cuando eso sucediera, él volvería al edén, sin excusas. Así se decidió y el ángel bajó a la tierra, quedando en un bosque y frente a él, una cabaña. Extendió sus alas y voló hasta la ventana, donde pudo ver dos jovencitas durmiendo. Una de ellas llamó su atención y en su cabeza él escuchó.

"Es ella hijo mío, ella es la Salvación."

Al principio se negó a creerlo, ¿cómo un demonio cruel sería la salvación? Luego de una buena conversación con su padre, terminó accediendo y juró que la ayudaría, siendo él, su ángel guardián. Pero en el fondo el ángel aceptó porque algo le llamaba la atención de la pequeña elegida e iba a descubrirlo.