m i • f i n a l • f e l i z || EXO [OMEGAVERSE]

XXIV

Pov. MinSeok

Regresaba del jardín de infancia con WooJoo en brazos. Solo dejarlo en el piso se fue corriendo a la sala. Suspiré. Tengo que hacer la comida.
Preparé los ingredientes necesarios para empezar a cocinar.
Mientras partía las verduras recuerdo lo que siempre me contaba papá JiYong.

Encontrarás a un Alfa y tendrán cachorros. Lástima que tu padre no pude darle más cachorritos, pero tú puedas hacerlo. Él te cuidará te dará cariño y estará todo el tiempo a tu lado.
Sentirás que estás en un cuento de hadas. Pronto tendrás a tu príncipe.

En ese entonces creo que tenía 18 años. Pero miren, ahora pasaron 10 años. En todo ese tiempo yo no tenía esperanzas en que alguien me marcara.

Ese Alfa debe ser especial para ti. Sería mucho pedir que él te quité la virginidad y tú a él, pero sea como sea, es mejor cuando eres el Omega que el escoge para toda la vida, cuando eres y estás seguro que siempre serás su primera opción y más orgullo es cuando te prefiere para que seas el padre de sus hijos.

Que bueno que a papá le tocara ser la primera opción. A mí no me tocó nada más que es el segundo. No seré el primero en quitarle la virginidad, no seré el primero al que marcó, el primero en formar parte de su vida, el primero en darle cachorros. Eso duele.
Terminé de cocinar. Serví dos platos, uno para el pequeño WooJoo y uno para mí.

– WooJoo, ven vamos a comer –Lo llamé. No tardó mucho en venir. Se lavó las manos y nos sentamos a comer. Muchos en el trabajo me dicen que en mi situación no le mostrarían ninguna clase de cariño a este pequeño a mi lado, que lo aborrecerian con toda su alma. Pero me parece imposible sentir eso por un niño, le tengo cariño a pesar de no ser mi hijo.

🍧

WooJoo se fue a dormir.
Yo estaba en la cocina terminando de lavar los platos. Me quedaría un rato a esperar a JongDae, aunque no debe de tardar, después de todo la hora de su jornada ya terminó hace una hora y pues lo que me dijo, sólo llegaría a cenar algo en un restaurante y volvería.
Terminada mi labor, me senté en el sofá a esperar.
Pasaban los minutos y aún nada. Miré él reloj. Era demasiado tarde y no contestaba a mis llamadas ni mensajes.
Estoy seguro que ha de estar con alguien más, pues desde hace unas semanas mi marca ha ido desapareciendo poco a poco dejando un gran dolor en mi cuello y afectando a mi lobo.

– ¿Dónde está papá? –Escuché de un somnoliento WooJoo. Volteé a verlo. Traía abrazado su peluche favorito mientras se tallaba su ojo derecho.

– Llegará más tarde, vuelve a dormir pequeño –Le sonreí.

– No puedo dormir mamá –Me quedé helado, pero no dije nada.

– ¿Quieres que te lea un cuento? –Asintió. Me levanté y lo cargué para llevarlo a su habitación. Mañana por la mañana hablaré con JongDae.