Capítulo 11

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"Narrador"

Al cabo de la media noche, la pareja ya se encontraban en medio del bosque, precisamente en el lago que ahora no estaba congelado, aunque eso no quitaba la belleza de los sauces que parecían bailar con la ayuda del viento, o el sonido relajante del agua mientras fluía, ambos necesitaban despejarse de aquél día y disfrutar de su compañía.

—¿En serio tenemos lobos?— preguntó Elsa que se quedó igual de impactada al enterarse.

— Sí, y créeme que creí que me atacaría pero no, es amistoso cuando lo conoces — respondió el peliblanco

Se sentaron encima del tronco de un árbol para contemplar el paisaje tomados de las manos, querían hablar de muchas cosas, pero en ese momento, ambos gozaban de aquella tranquilidad, que no habían tenido hace tiempo, ella disfrutaba tenerlo ahí mientras se embriagaba con su aroma y analizaba cada faceta de su rostro, la forma en la que respiraba, como cerraba los ojos cada vez que se encontraba relajado... Absolutamente todo.

— Oye, juguemos algo — propuso el peliblanco

— ¿Qué tienes en mente? — pregunto curiosa

— Nos haremos preguntas sobre nosotros, el que se equivoque tendrá que hacer lo que el ganador diga y el perdedor no puede negarse, sea lo que sea el castigo — explicó

— De acuerdo, me parece bien empiezo yo — dijo la rubia — ¿Cuál es mi color favorito?

— Pff, eso es fácil. Y además no es uno solo, son dos: Lila y Azul

— Muy bien Frost y los tuyos son obviamente el azul, rojo y el negro — dijo mientras aplaudía — Tu turno

Simulo pensarlo un largo rato — Lo tengo, ¿cuál es el ejercicio que más me gusta hacer antes de entrenar?

— Oye yo te pregunté algo fácil — dijo soltando unas risas — Pero sino me equivocó... Diría que hacer barras.

— Correcto, ahora siguiente pregunta. 

— Bien, ¿qué me gusta hacer en mi tiempo libre? Aparte de estar contigo.

 Chasqueo la lengua — Iba a decir besarme pero bueno, hmmm. Te gusta mucho escribir.

— Ajá, peeero hay algo más que no sabes. — dijo sonriente

— Y se puede saber, ¿qué es lo que no sé?

Ella se sentó apoyando las piernas en su pecho y soltó un suspiro — Si te ríes, te golpearé — advirtió en forma graciosa

— No lo haré pero dime — insistió

— Me gusta cantar — admitió

Jack se quedó sorprendido, jamás la había escuchado ni a escondidas, una cosa era cantar junto a su madre y otra muy diferente era hacerlo por su propia cuenta.

— ¿Podrías cantar algo? — le pidió de forma tierna

— Pero no tengo nada ahora, bueno en realidad a veces cuando escribo, suelto letras para una canción — se levantó y carraspeó la garganta — Bien aqui voy, ya te aviso que no sé si lo hago bien.

El solo se acomodó como si fuera un niño pequeño a punto de oír una historia, en verdad quería escuchar su voz.

— Lo que hay en ti... No dejes ver... Buena chica tú siempre debes ser... No haz, de abrir tu corazón... Pues ya se abrió... Y eso es lo que tengo hasta ahora — dijo riéndose de forma nerviosa — ¿Qué te parece?

— ¿Hace cuánto hiciste ese verso?

— Bueno, fue una vez que mi papá volvió a decirme eso por milésima vez — explicó — No lo sé, simplemente se me ocurrió improvisando.

The Queen in dangerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora