Capítulo SEIS

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Namjoon sintió algo impactar contra su rostro, causando que despertara automáticamente y en su campo de visión estaba Seokjin, quien lo miraba con una sonrisa.

-Despierta ya bello durmiente, hoy tenemos practica-

Automáticamente el peligris se volvió a tumbar en la cama, cerrando los ojos con fuerza. En verdad tenía sueño, había pasado casi toda la noche pensando en Jimin y en cómo se encontraría.

-Oye... ¿Puedo llevar a un invitado al entrenamiento?-

___^ Angel On Ice NamMin^___

-¡Hyung!-

-Vamos Jimin, no te dejaré caer-

Las frías manos de Namjoon tomaban el brazo de Jimin ejerciendo un grado de fuerza razonable para que el menor no resbalara y cayera.

Pronto, la pista de patinaje se había convertido en risas y carcajadas por parte de esos chicos. Hacía tan solo algunos minutos la práctica de Namjoon había terminado y Seokjin había regresado al departamento para cambiarse de ropa y salir a almorzar algo.

Mientras que Jimin y Namjoon habían decidido quedarse en la pista de hielo. El peligris había hecho de todo porque Jimin aceptara aprender a patinar, y lo estaba logrando, Jimin estaba completamente entusiasmado, se notaba en su sonrisa lo mucho que se estaba divirtiendo.

Y es que el peligris se encontraba orgulloso de hacer sonreír a Jimin, pues las pocas veces en que lo había encontrado en los pasillos tan solo llevaba una expresión tímida, ahora se daba cuenta de que en realidad tan solo eso era una parte del peliazul, y estaba alegre de conocer más a profundidad a Jimin.

-Hyung... Tengo hambre...- Dijo el menor, sintiendo cómo el peligris iba soltando su agarre. -¿Que hace? ¡No hyung!, no me suelt...- Y antes de que pudiera terminar la frase, su delgado cuerpo chocó contra la fría pista de hielo, sintiendo como Namjoon caía a su lado y comenzaron a reír como si no hubiera mañana.

Estaban seguros de que ninguno olvidaría ese momento, en donde solo se escuchaban sus risas hacer eco por todo el lugar mientras sus cuerpos yacían tumbados en el frío hielo.

Segundos eternos, minutos interminables, minutos en que ninguno paró de reír hasta que se quedaron sin aire y no tuvieron mas remedio, el estómago le dolía a Jimin por haber reído mucho, y a Namjoon le dolía la espalda por el fuerte impacto que había tenido su cuerpo con el hielo minutos antes, pero eso en realidad no importaba.

Ambos se habían ido a comer luego de unos minutos en la pista de hielo, Jimin estaba ansioso por saber a dónde le iba a llevar el peligris, pues había dicho que era un lugar especial.

El camino iba en un silencio tranquilo, el peliazul caminaba al lado de Namjoon observando cada lugar por donde lo llevaba. En el tiempo que había estado en Tokio no había conocido aquel lugar, por lo que era nuevo para él.

[...]

-Namjoon...-

-Silencio, solo observa- Habló el mayor, poniéndose de pie de donde estaba sentado junto a Jimin y poniéndose en frente del ventanal.

Ninguno hablaba, tan solo se veía por el ventanal el bello atardecer iluminando el cuerpo del patinador, quien comenzaba a hacer varios movimientos al ritmo de la música que sonaba en la habitación.

Por segundos ni siquiera parecía Namjoon el que estaba parado allí, movía los brazos y los pies muy simétricamente, el color del cielo hacía que su cuerpo se viera oscuro, pero eso no importaba realmente, aun siendo su silueta la que estaba bailando, se veía hermoso.

-Ahora tú- Dijo el mayor, apuntando al peliazul, que yacía sentado en una silla unos metros alejado de él.

-¿Yo?-

-Sí, Jimin, hazlo-

-No sé...-

-Yo tampoco sabía y lo hice, vamos-

El peligris se acercó a Jimin, tomándolo de las muñecas, haciendo que se exaltara y se pusiera de pie sin poner resistencia alguna, se sentía completamente bien tener las frías manos de Namjoon sobre las suyas, comenzando a bailar al ritmo de la música lenta, sintiendo sus pies tocar las nubes, sintiendo la música colarse entre sus oídos y transportándolo a otra dimensión.

Tan pronto como pudo, Namjoon se acercó mucho más al menor, pegando sus cuerpos, sintiendo sus respiraciones, comenzando un juego de miradas, perdiéndose en los ojos del contrario.

Las mejillas de Jimin se tiñeron de un color carmesí al sentir el cuerpo del peligris muy cerca al suyo, dirigiendo la vista hacia los labios del mayor, percibiendo el aroma que desprendía su ropa, viendo cómo lentamente el patinador comenzaba a acercar su rostro hacia sus labios, haciendo no más que cerrar los ojos.

Sentía cada vez más cerca el aliento del peligris a su rostro, sus manos estaban clavadas en su delgada cintura, el corazón del menor latía muy rápido, y solo se escuchaban el sonido de sus respiraciones mezclarse en el aire.

-Namjoon se sup...- Los chicos se separaron al instante luego de escuchar aquella voz molesta proveniente de la puerta. -Ay, perdón- El cuerpo de Seokjin desapareció por el pasillo antes de que ambos jóvenes intercambiaran miradas de confusión.

-Mierda- Dijo Namjoon, soltando de golpe al peliazul y desapareciendo de la habitación en cuestión de segundos.

[...]

-Ya te dije que está bien, no te molestes-

-Vamos, Seokjin, se me olvidó...-

-¿No crees que últimamente se te olvidan muchas cosas?-

-Lo siento...-

-¡Siempre lo sientes! ¡Por qué lo sientes! ¿Eh?-

-Calmate...-

-¡No! ¡No me calmo! ¡Lo prometiste!- La voz rota de Seokjin se escuchó por toda la habitación, para luego ser interrumpido por un portazo.

El pelirrosa, que estaba sentado en la cama, miró a Namjoon con lágrimas en los ojos.

-Ve por él- Dijo, soltando un suspiro y tratando de que su voz no saliera quebrada.

Pronto, la figura de Namjoon desapareció por completo de la habitación, saliendo lo más rápido que pudo para poder encontrar a Jimin, que bajaba las escaleras lentamente.

El peligris no tardó en alcanzarlo y mirarlo a los ojos.

-¿Que pasó?- Preguntó el mayor.

-Na-Nada, hyung-

-¿Por qué te fuiste así de la nada?-

-Yo-Yo lo siento hyung... No-No quiero ser un problema para usted...-

-¿Problema? ¿Quién te dijo que lo eras?-

-No quiero que pierda su amistad con Seokjin hyung por mi culpa...-

-Oh, pe...-

-No, hyung, gracias por todo, me divertí mucho hoy, adiós-

El patinador se quedó mirando cómo Jimin terminaba de bajar las escaleras y se mezclaba con las personas que estaban en el vestíbulo.

Angel On Ice 《NAMMIN》Where stories live. Discover now