1: No amas su comida o su forma de tomar una escoba

1.9K 162 152
                                    

El día era cálido en Queens. El sol iluminaba el cielo despejado y una ola de nervios inundaba a los estudiantes de la universidad.

– ¿Así me veo bien?¿Mi toga está bien puesta? ¡No quiero salir mal en la foto! – Esa era la ya no tan pequeña Ruby Gillis.

– Estás bien Ruby. Todas nos vemos hermosas. – Dijo Anne sonriendo desde su lugar mientras le colocaba bien el birrete a su mejor amiga.

– Todas menos Shirley. – Dijo Josie.

La pelirroja rodo los ojos e ignoro su comentario cuando empezaron los nombramientos.

– Diana Barry, graduada de la universidad de Queens. – Los aplausos comenzaron a sonar después de que el anfitrión del evento dijera su nombre.

Los Barry y Jerry aplaudían con entusiasmo y alegría. Diana recibía su certificado con una gran sonrisa en el rostro y bajo las escaleras para abrazar a sus padres y sonreírle de lejos a Jerry.

– Ruby Gillis, Graduada de la universidad de Queens, con especialidad en preescolar.

Ahora a los Gillis les tocó ponerse de pie.

Después de unos minutos casi todos los alumnos habían sido nombrados. Solo faltaba una chica.

– Ahora, con gran orgullo la universidad de Queens llama a Anne Shirley Cuthbert como la mejor estudiante del ciclo escolar 1888 a 1890.

Los aplausos fueron más de los que había escuchado y Anne salió nerviosa pero con una gran sonrisa a recibir su certificado.

– ¿Puede darnos unas palabras señorita Shirley?

El anfitrión le pasó el micrófono y Anne lo tomo.

Dió un suspiro y acomodo su cabello por última vez. Miro a toda la gente que se encontraba ahí y entre todas aquellas personas fue imposible no diferenciar a quien tenía la sonrisa más ancha. Gilbert Blythe, su novio - desde hace unas semanas su prometido - la veía con gran orgullo.

– Cuando presente para la universidad de Queens tenía muy en claro lo que quería hacer, lo que quería lograr. Ahora no es diferente, pues se lo que quiero hacer con todo lo que e aprendido aquí. – Tomo aire. – siempre supe que mi imaginación me llevaría a lugares que para mí eran imposibles. Y aquí estoy, sin necesidad de ocupar de mi creatividad para hacer de este momento perfecto. Hay muchas personas a quien debo agradecer... La primera de ellas es la señorita Stacy, aquella mujer que llegaba con pantalones a la escuela en la que estudiaba fue mi ejemplo para saber a lo que me quería dedicar.

Miro a aquella mujer la cual tomaba de la mano a la pequeña Delphi mientras Bash la tomaba de la cintura. Habían hecho una gran familia.

– También debo agradecer el apoyo de Marilla y Matthew Cuthbert... – Sus ojos se humedecieron. – Que, aunque Matthew ya no esté aquí físicamente se que siempre estará en mi corazón y espero firmemente que donde sea que esté... Pueda estar orgulloso de mi... Que sepa que su pequeña Ann logro llegar hasta aquí. – Mostró el certificado al cielo. – Esto es nuestro Matthew, sin ti, simplemente no estaría aquí.

La pelirroja ya se encontraba con las lágrimas rodando por su rostro pero eso no la detuvo.

– Muchas personas me han juzgado por el lugar del que vengo, se han burlado y asqueado al saber que fui una huérfana. Quiero que todos sepan que, no importa de donde vengas o que haz hecho, lo que importa es saber lo que quieres ser y no rendirte hasta llegar ahí. Gracias a todos, y felicidades graduados.

Sonrió por última vez al público y bajo del foro.

En seguida la multitud empezó a aplaudir y bajando las escaleras se encontró a Marilla. A quien sin dudarlo por un segundo la abrazo sin contener sus lágrimas.

– Créeme, Anne. El y tus padres deben estar orgullosos de la mujer en la que te haz convertido.

Cuando se aparto de ella pudo notar que Gilbert la miraba.

Se acerco a el y lo abrazo escondiendo su cabeza en su cuello. El acariciaba su cabello.

– Debes estar feliz, mucha gente está orgullosa de ti.

– Lo estoy, solo que... Lo extraño.

El chico quitó del rostro las lágrimas de Anne.

– Todos lo extrañamos.

En ese momento una mujer y un señor con una gran camara fotográfica se acercaron a Anne.

– Buenas tardes señorita Shirley, somos del periódico el profeta y queríamos saber si podríamos tomarles unas cuantas fotos y usar una parte de tu discurso para fomentar la educación y el valor que tiene el no juzgar a un libro por su portada.

Gilbert en seguida sonrió y Anne estaba tan entusiasmada que no podía ni hablar.

Aquella noche después de la entrevista Anne paso una de sus mejores noches. Al llegar a Green Gables encendieron una fogata y a ella asistieron los Barry, los Gillis y los Blythe- Lacroix- Stacy. Básicamente las personas más importantes en la vida de Anne.

Anne se encontraba jugando con la pequeña Delphi mientras Bash y Muriel hablaban con Marilla. Gilbert por otro lado admiraba la belleza y el entusiasmo que mostraba Anne hacia los niños, por su cabeza pasó la gran madre que podría ser, sin embargo se deshizo de esos pensamientos, pues no quería encariñarse con algo que la pelirroja talvez no tenía en sus planes.

Diana se acercó a su amiga.

– ¿No haz hablado con Gilbert acerca de lo que harán cuando se hayan casado?

Anne frunció el ceño confundida y comprendió cuando Diana miro a Delphine y luego ella.

– Yo... No... Nosotros no lo hemos hablado de... – Miro a Delphi. – de esto.

Su amiga rio.

– Por favor, Anne. No seas monja, ya es hora de que se vayan abriendo con esos temas para saber si ambos quieren lo mismo. ¿Que tal si tú quieres hijos y el no?

Anne apretó los labios. Obviamente quería ser madre, le entusiasmaba mucho la idea pero le daba miedo que Gilbert no quisiera lo mismo.

Gilbert por otro lado se encontraba hablando con Moody.

– ¿Cuando se lo vas a proponer a Ruby? – Pregunto el chico del cabello rizado.

– En realidad no sé si quiero casarme... Es decir, Ruby es muy linda pero mi madre está convencida de que debo desposar a una chica de la academia de señoritas a la que iba a ir Diana hace 2 años. ¿Que tal si no sabe cocinar?

Gilbert levanto las cejas impactado por la forma de pensar de su amigo.

– Las mujeres no solo sirven para aquello. Te casas porque la amas a ella, no amas su comida o su forma de tomar una escoba.

Se alejo de aquellos y cuando se giró miro a Anne hablando con Diana mientras tenía a Delphi en sus brazos, se veía incómoda.

Gilbert apretó los labios nervioso, ¿Que tal si Anne no quiere hijos? Pensó.

Después de eun rato las familias comenzaron a irse y entre ellas Gilbert.

– ¿Prometes que vendrás mañana? – Pregunto la pelirroja jugando con el cabello de su novio haciendo un pequeño puchero.

– Te prometo que vendre en cuanto pueda.

Se besaron apasionadamente y al separarse se sonrieron.

A la mañana siguiente Anne se levantó y saludo a Marilla quien estaba acomodando algunas cosas.

Almorzaron juntas y después llegó Jerry.

– Llegó el periódico, ¡Anne está la portada!

La chica dejo su comida a un lado y se acercó a mirar el periódico.

– ¡No puede ser! Te vez tan bien, mi niña.

"Del horfanato al cuadro de honor.
La señorita Anne Shirley Cuthbert es una recién egresada de la universidad de Queens, la cual tiene una historia un tanto peculiar que nos demuestra que nunca se deben perder las esperanzas."

Anne se sentía orgullosa, pero... ¿Quien diría que el periódico sería la puerta para que 3 personas nuevas entrarán a la vida de la pelirroja.

Las Hermanas ShirleyWhere stories live. Discover now