𝐖𝐞 𝐃𝐨𝐧'𝐭 𝐂𝐚𝐫𝐞_𝐃𝐨𝐖𝐨𝐨

🍹🍹

Ya para cuando sus ojos se abrieron, sus labios, que ardían por todo su llorar, habían entrado en contacto con los fríos belfos de Doyoung; rozándose superficialmente.

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Así fueron unos segundos hasta que Doyoung puso unos milímetros de distancia. JungWoo deja salir otro de esos suspiros que parecían haber estado en su interior por mucho tiempo, bañando una vez más al otro con su dulce aliento. Observaba a quien le había robado un beso con una nueva mirada, esperando por algo, deseando más tal vez. Pero debido a que el azabache se había vuelto experto en leer tan angelical mirada no duda en volver a esos labios color carmín.

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Era el primer beso de JungWoo en todos sus 21 años de vida.

El momento que había dado por perdido o muy inalcanzable estaba ocurriendo y su cuerpo lo sabía. Sus piernas habían perdido motricidad así que ahora descansaban desplomadas una rodilla con la otra.

Su corazón estaba acelerado pero esta vez no se sentía como una señal de peligro, sino como todo lo opuesto.

Pero definitivamente su mejor sensación era saborear esa textura característica de una cavidad contraria. Sentir como el frío de los labios de Doyoung se volvía cada vez más cálido chocando con los suyos; el sabor al licor de naranja que había comenzado beber hace poco, el sonido morboso de sus labios más experimentados jugueteando, chupando, y mordiendo sin lastimar. También su lengua, que desesperadamente se retorcía buscando recorrer cada centímetro de su boca.

JungWoo estaba disfrutando su primer beso y vaya que Doyoung se aseguraba de que así sucediera.

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Paso poco más de un minuto hasta que Doyoung involucró sus manos en el juego, ahora adentrándolas en el abundante y sedoso cabello de JungWoo desde los más bajo de su nuca. Se derretía al como las finísimas hebras se deslizaban entre sus dedos, buscando al mismo tiempo atraer su rostro más hacia él.

Pareciera que ansiaba por ese beso desde toda su vida.

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Por otro lado, JungWoo sin mucha experiencia se aferra del venoso cuello de Doyoung, sintiendo su perfume varonil y el refrescante olor de su aftershave.

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El rubio tuvo que ser quien detuviera aquel beso que amenazaba con volverse eterno. Sentía que ya no podía respirar correctamente. No por algún ataque de pánico, más bien por otra boca que anhelaba más y más de la suya.

Tragó un buen sorbo de saliva aun aferrándose a aquel masculino cuello. Estaba sin aliento.

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-¿Estás bien? Preguntó atento el azabache viendo el notorio entusiasmo en la cara de Woo.

-Eso... eso se sintió muy bien ___con sus ojos llenos de un brillo indescriptible JungWoo no tardó en dejar salir su vocecilla tan genuinamente. Aún tenía dudas de que si en verdad estaba soñando.

-Es lo que quiero, JungWoo. Quiero... quiero hacerle sentir mejor. Déjeme demostrarle que tan feliz puede llegar a ser___ Doyoung miraba hacia los ojos de cachorro, cediendo a su encanto y a sus propias ganas de ya querer regresar a esos abultados labios.

-Me... me haces sentir muy feliz ahora Doyoung. Debes saberlo ___JungWoo se encontraba en semejante euforia que no paraba de sonreír, pero también cierta parte de él le hacía pensar que Doyoung estaba actuando algo raro; como si bien lo conociera desde hace ya mucho tiempo, o supiera a fondo de su condición.

(...)

Es un hecho que todos necesitan esas palabras que sanen esas heridas tan comunes que traen las adversidades que se enfrentan a diario; pero dado el contexto en que se encontraban ambos, sumiendo su cuerpo en pura pasión y deseo, para JungWoo era algo muy curioso en donde Doyoung hacía hincapié.

En su presencia, el pelirrubio había tenido varias recaídas durante la noche debido a su condición, es cierto, pero para un desconocido como Doyoung debería ser algo totalmente insignificante al no conocer nada el uno del otro.

No había razón o evidencia suficiente por la cual asumir cosas y mucho menos llegar a conclusiones, pensaba JungWoo. Después de todo era un experto en ocultar los horrores que tomaban lugar en su interior.

(...)

Doyoung sonreía satisfactoriamente a causa de ver a JungWoo compartiendo su mismo estado de ánimo.

Ayudándolo a levantarse de aquel frío suelo lo carga sin esfuerzo alguno para sentarlo en la repisa del baño y posicionarse entre sus piernas abiertas. Vaya movimiento rápido y atrevido, pero digamos que el tímido muchacho no se quejaba ni un poco.

Antes de comérselo a besos y adentrarse más entre sus piernas Doyoung le continuaba hablando en esos melodiosos y jadeantes susurros:

- JungWoo, siento que estoy listo para tutearlo. ¿Me lo permite?

-Ya habías tardado.

...

Maldición, JungWoo estaba pasando de estar quebradizo a notarse más envuelto en lo que sucedía. Esto era más que suficiente para enloquecer a Doyoung, quien ciertamente se alegraba más de ser la razón por la que JungWoo se comenzara a mostrar más confiado entre ambos.

Siendo testigo hasta de como su mirada había sido transformada el azabache SÍ percibe aquel brillo e inocencia, pues caracterizaban al pelirubio, pero era seguro que habitaba deseo, pasión, y hasta más seguridad al mismo tiempo. Las mezcla de todos estos atributos tan individuales y opuestos lo hacían lucir sensual en una particular y sofisticada manera.

Aquel avance merecía que el 'afectado' fuera premiado así que le fueron despositados otra ráfaga de besos húmedos ya no solo en su boca, también por todo su cuello y mandíbula.

Un escalofrío recorría la espina dorsal de JungWoo al tener el calor de la pelvis de Doyoung contra la suya, sin dejar de lado aquellos labios que relamían su cuello de forma morbosa y que además ya sus genitales comenzaban a estimularse al continuo roce y pre juego.

...

En el calor de la situación JungWoo se las arregló para quitarle la chaqueta a Doyoung y acariciar su espalda por debajo de su camisa blanca más fina que vestía debajo.

-Wo-ow. ¿Pero que tenemos aquí? ___ Doyoung se burlaba coquetamente de JungWoo tomando semejante iniciativa. Este otro respondió con su característico sonrojo, pero en compañía de una sonrisa pícara.

-Tranquilo. Puedes tocar cuanto quieras ___ Doyoung lo toma de sus manos para luego ubicarlas sobre cada uno de sus definidos pectorales que JungWoo masajeaba con gandición, queriendo morderlos y chuparlos al mismo tiempo,,,