18. La Sociedad del Ojo Cegado

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Después de varios minutos ya estaba un poco menos conmocionado y ya era hora de encontrarse con Mabel

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Después de varios minutos ya estaba un poco menos conmocionado y ya era hora de encontrarse con Mabel. Más respuestas lo esperaban.

Soos, Wendy, Mabel y Dipper se internaron en el depósito de chatarra, todo el mundo sabía que era donde el viejo McGucket vivía...a veces. Lo encontraron ahuyentando a un par de adolescentes vándalos que habían pintado en su hogar.

–¡Visitas! –Rápidamente los invitó a su casa. –Pasen, pasen. Pateen si hay metales. Llegan a tiempo para una lucha territorial con el vecino que vive en el espejo.

–Ya basta de actuar McGucket.

–Si, viejo. Sabemos que es el autor. Usted es el genio que Dipper buscó todo el verano. –Dipper solo se mantuvo en silencio dejando que Mabel y Wendy lo enfrentaran. Mabel volvió a hablar.

–Estudió los misterios de este pueblo y escribió el libro. – rápidamente Wendy sacó la laptop de la mochila de Dipper entregándola al hombre.

–¿Genio? No soy un genio. –El hombre se escuchaba verdaderamente resignado y confundido, parecía que su vida no había sido muy fácil. –Nunca hice nada valioso en vida... Y hasta olvidé quien fui en el pasado.

–Pero la laptop tenía tu nombre escrito. –le señaló Soos.

–¿Qué hay de este libro? –dijo Dipper al fin interviniendo. Abrió el diario pasando lentamente algunas páginas. –¿Está seguro que no lo reconoce? Tenga, mire de cerca.

–Te lo dije, no recuerdo. Lo que pasó antes de 1982 está muy confuso, tengo un vago... ¡Aaaaaaaah! ¡El ojo cegado! – repentinamente McGucket se alteró, cayó al suelo y empezó a gritar. –¡Las togas, los hombres, mi mente! ¡Me hicieron algo!

–¿Quién fue? –Dipper giró el libro para ver qué desató esa reacción, había un enorme ojo tachado en rojo.

–Yo... ghhh. No recuerdo.

–Oh... pobre anciano. –dijo Mabel. –Es lógico que su mente este pfff. Creo que pasó por algo intenso.

–Tal vez McGucket descubrió algo que no debía y entonces alguien, o algo, le borró la memoria. Debemos llegar al fondo de esto. –decidió Dipper.

–Piense, amigo, ¿cuál es el recuerdo más antiguo que tiene? –le preguntó Wendy.

–Eh... Este es creo yo. –El anciano tomó una página de periódico de la pared, el titular leía "Hombre desorientado encontrado en el museo".

–¡El museo de historia!

Soos los condujo al museo, el cual estaba cerrado, así que tomaron la decisión más sensata e irrumpieron en la propiedad por la ventana. Deambularon un poco tratando de encontrar alguna pista.

–Su último recuerdo fue aquí –Dijo Dipper–¿Le vuelve algo a la mente?

–¡Chicos! ¡Miren! –Soos apuntó a un pasillo oscuro, al final pudieron notar una silueta encapuchada que l notar su presencia salió corriendo y ellos tras el sujeto.

Un cambio en la historia.Where stories live. Discover now