♡9

205 29 17
                                    

Draco Malfoy

- Draco, ven aquí ahora mismo. - ordenó mi tía.

Seguí a Bellatrix, dejando a Hermione que estaba aún tumbada en el suelo, atrás. Me condució hasta la cocina, pasando antes por el salón que se encontraba lleno de mortífagos que acababan de salir de la reunión.

- Draco, ¿se puede saber que estaba pasando ahí dentro? - preguntó la pelinegra, enfadada.

- Nada. - negué. - Solo nos caímos.

Y no mentía. Ninguno de los dos pretendía terminar de aquella manera en el suelo, bajo los atentos ojos de mi tía.

- Eso espero, sobrino. - respondió sin creer en mis palabras. - Ya estamos haciendo suficiente tus padres y yo por ocultar a esa chiquilla. Si alguno de los presentes se entera de la presencia de esa sangre sucia en esta mansión, está muerta.

Me costó unos segundos asimilar esas palabras, no solo por la visión de Hermione muerta, sino porque mi tía la quisiera encubrir siendo una hija de muggles.

- Tía... - comencé a tartamudear, sabiendo que no le agradaría mi pregunta. - ¿Por qué quieres encubrirla?

- ¡Qué dices, Draco! - dijo riendo de una forma histérica que daba a pensar que estaba nerviosa. - Es sólo por que si la chiquilla muere, se armará un gran revuelo en Hogwarts, y el Señor Tenebroso necesita discreción por parte de sus leales ahora mismo.

Asentí y la miré, buscando una aprobación para poder marcharme de nuevo a mi dormitorio.

- Puedes ir... pero cuidado, Draco. - respondió ella en un suspiro, aún nerviosa.

Murmuré un "No te preocupes" antes de salir de la cocina, para volver al dormitorio que ahora compartía con la Gryffindor. Allí, me la encontré metiendo las cosas que había colocado de nuevo en la maleta. La eché una mirada interrogatoria.

- Lo siento, Draco. - se disculpó la chica. - De verdad que no quiero causar problemas, debería haberme negado rotundamente cuando nos lo propusieron.

- No... - comencé a decir, pero fui interrumpido por la castaña.

- Sí, ya sé que soy una estúpida "sangre sucia" y que tú y tu familia me odiáis por cómo he nacido y que no soy bienvenida aquí. - dijo con tristeza reflejada en sus ojos.

- ¿Eso crees? - la pregunté yo con curiosidad.

- Me lo dejaste muy claro en el tren el día que nos conocimos. Tu y tu familia creéis que no debería forma parte del mundo mágico y que debería reservarse para hijos de magos exclusivamente. - continuó, mientras le caía una lágrima por su sonrojada mejilla.

- Yo.. - intenté razonar, pero ella me paró para mi suerte ya que no hubiera sabido que decir si me hubiera dejado continuar.

- No pasa nada, sé que para vosotros soy escoria humana, me he dado cuenta de cómo me miran tus padres, de cómo me miras tú...

- ¿Y cómo te miramos? - pregunté, aún sabiendo la respuesta.

- Con asco. Como si fuera un parásito para vuestro mundo. Como si yo no debiera estar aquí, y me hacéis sentir que no soy suficiente, que... que debería morir, suicidarme porque soy insignificante, porque soy basura. - concluyó con lágrimas en sus perdidos ojos, a causa de lo que acababa de confesar.

- No vuelvas a decir eso. - respondí.

Instintivamente, pasé un dedo por su empapada mejilla, secando sus lágrimas que no paraban de caer.

- ¡Es lo que piensas! - gritó mientras su rostro se convertía en un mar de lágrimas.

- ¿Quieres saber lo que pienso? - pregunté y ella sintió lentamente con la cabeza. - Pienso que eres preciosa.

Su mirada inquieta se clavó en mis claros ojos, haciéndome avergonzarme por haber intentado hacerla caer en algún momento. Haciéndome sentir débil. ¿Por qué me había esforzado tanto si ahora que había caído, yo no podía pensar en nada más que en levantarla?

Removí la cabeza, y con eso mis ideas, y decidí seguir a mi corazón por una vez.

Me acerqué lentamente a la desorientada chica, y fundí mis labios en los suyos, que lo devolvieron lentamente.

Me hizo sentir que no estaba roto, me hizo sentir que, por primera vez en mucho tiempo, estaba completo.



Estúpida Sangre Sucia ♡ | DramioneWhere stories live. Discover now