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Hermione Granger

Habían pasado ya tres días desde mi disputa con Malfoy, pero no le daba mucha importancia.

Tenía razón cuando dije que no éramos amigos.

¿Una hija de muggles y un hijo de mortífagos?

Suena al concurso ese del Profeta en el que juegan a crear las parejas más exóticas.

Estaba en clase de Pociones que estaba ya a punto de terminar.

Snape daba una aburrida charla sobre los bezoares.

Sonó el timbre y todos empezaron a despejar la sala.

- ¡Qué clase más aburrida! - exclamó Ron mientras recogía sus cosas.

- Y si la da Snape, aún es peor. - bromeaba Harry.

- ¡No digáis eso! - les regañé aún sabiendo que tenían razón. - El bezoar puede salvar la vida de alguien.

- Pues ten uno a mano para cuando me muera de aburrimiento en clase de Pociones. - rió Ron.

Le golpeé el hombro haciendo que los tres nos riéramos mientras salíamos de la clase.

- Señorita Granger, espere. - me llamó Snape.

Yo volteé y empecé a volver lentamente a la clase.

- Buena suerte. - murmuró Harry.

Reí y entré.

- ¿Sí, señor Snape? - pregunté educadamente.

- Hermione, quería hablar contigo sobre algo. Si me hiciera el favor de pasar a mi despacho. - dijo mientras que me conducía allí.

Entramos a su despacho, que era un lugar oscuro en las mazmorras. Era espeluznante y estaba lleno de libros e ingredientes para pociones avanzadas.

Me indicó que me sentara y tomé asiento en una de las duras sillas que había situadas en frente del enorme y revuelto escritorio.

- Hermione, quería hablarte de tu último examen de Pociones. - comenzó y yo bajé la cabeza avergonzada.

Iba a seguir hablando pero la puerta se abrió impidiéndoselo.

- Señor Snape, ya estamos aquí para las clases te... - el chico calló al verme.

El que había hablado era Marcus Flint, el capitán de Slytherin.

Me sorprendí al ver a su lado a Draco, junto a dos chicos desconocidos pero todos de Slytherin.

¿Porqué estaban aquí?

¿De qué clases hablaba Flint antes de percatarse de mi presencia?

- ¿Qué clases, señor Snape? - pregunté curiosamente, recibiendo una mala mirada de parte del capitán de quidditch.

- Na...nada. - dijo y después miró a los cuatro chicos. - Pensé que llegaríais más tarde.

- Si, profesor. - ahora el que intervino fue Malfoy. - Pensamos que mejor llegar más pronto para tener más... tiempo.

- ¿Me explicáis ya que pasa? - dije en un tono un poco alto.

- Sí, señorita Granger, tranquilícese. - dijo el señor Snape. - Ehm... Draco será tu tutor de Pociones.

Logró sorprenderme.

- ¿Qué? - chillamos el rubio y yo a la vez.

- ¿Desde cuando es Draco bueno en Pociones? - pregunté impulsivamente.

- Gracias. - dijo él irónicamente.

- En el último examen sacó un diez, señorita Granger. - dijo calmado Snape.

Bufé.

- Ya se puede ir, Granger. - instó Severus.

- Lo que sea. - bufé y salí del despacho.

Sabía que me ocultaban algo.

- Casi nos pillan. - oí decir a uno de los chicos mientras ponía la oreja en la puerta.

De repente, esa puerta se abrió.

- Adiós, señorita Granger. - dijo Snape al abrirla.

Rodeé los ojos y me dirigí a la sala común de mi casa.


Estúpida Sangre Sucia ♡ | DramioneWhere stories live. Discover now