Los brabucones de Dolores Umbridge y Cornelius Fudge

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Se despertó por el ruido de las aves afuera, la luz del sol lo encegueció. Pasó 5 minutos en la cama y se levantó, cepilló sus dientes e hizo sus necesidades, luego fue a la cocina y después de prepararse un café se sentó a corregir ensayos que debía tener listos para mañana en la mañana. A la hora y media tocaron su puerta
-Pase- dijo sin despegar la vista del ensayo de Pansy Parkinson.
-Hola- dijeron al abrir la puerta.
Reconoció la voz enseguida y se paró de su silla. Se acercó a Hermione, besó su mejilla u la abrazó como si no la hubiera visto en semanas, cuando ni siquiera habían pasado 24 horas, luego de eso puso un hechizo silenciador.
-Hola Herms- dijo Snape disfrutando las caricias de su alumna en su espalda.
-Cómo estás Bobby- preguntó la castaña deshaciendo el abrazo.
-Bien y tú?- dijo el pocionista viendola.
-Bien, tenía un rato libre y decidí pasar para ver cómo estabas- aclaró Hermione -trabajando?- preguntó viendo las pilas de papeles sobre el escritorio de Snape.
-Cuándo no estoy trabajando Hermione?- respondió Severus volviendo a sentarse a corregir.
-Es verdad- agregó la castaña -quieres café?- inquirió.
-Claro- accedió Severus.
A los cinco minutos Hermione ya tenía los cafés listos.-
-Gracias Hermi- agradeció Severus.
-De nada- respondió la castaña y se paró al lado derecho de Snape. Él sintió que estaba parada al lado suyo pero no le dio importancia, pero al ver que no se movía alzó la vista hacia ella, quien lo besó. Severus correspondió el beso jalándola para que se siente en su regazo, cuando Hermione lo hizo Snape cortó el beso pero depositó otros en la mejilla de su alumna. Terminó de corregir el ensayo de Parkinson y siguió con el de Millicent Bulstrode.
-Mira Herms, tu amiga- dijo entre risas.
-Maldita Millicent Bulstrode, de no haber sido por ese horrible gato el plan habría salido a la perfección- escupió Hermione mientras Severus reía aún mas.
-Hermione a ti no te tendría que haber pasado eso porque no tenías porqué querer abrir la Cámara de los Secretos, en síntesis, es culpa tuya- aclaró Snape.
-Ginny estaba en peligro, el único que podía abrirla era Harry porque sabía hablar Pársel- exclamó Hermione.
-Granger muchas personas incluyendome saben hablar Pársel, era solo decirle a un adulto dónde estaba la Cámara y listo, pero claro cómo haces para pedirle al trio de oro que no se metan en donde no los llaman y mucho menos, en donde no deben?- respondió Severus.
Hermione lo miró por unos segundos pensando qué le podía contestar.
-Púdrete Snape- dijo al darse cuenta de que no tenía ninguna respuesta para refutar el argumento de su profesor.
Severus rió y siguió corrigiendo el ensayo de la Slytherin mientras Hermione acariciaba su pelo.
-El sábado podemos ir de picnic- sugirió Severus.
-Dónde?- preguntó Hermione un tanto emocionada.
-En Aberfan?- dijo Snape recordando cuando estuvo ahí con su madre. Hermione lo miró desconcertada -Gales- aclaró al ver que la castaña no ubicaba el lugar.
-Gales es hermoso, por su puesto- dijo Hermione.
-Estupendo- dijo Severus -el sábado después de almorzar?- propuso.
-Está genial- accedió contenta depositando un beso en los labios de su profesor.
-Hablando de almorzar, hay que ir ahora- dijo Severus.
-Claro- se levantó del regazo de Snape y se acomodó la ropa.
Se dieron un par de besos antes de salir de la oficina de Snape y tomar caminos distintos. Severus se sentó en su respectivo lugar.
-Cuidado Bobby- dijo el director.
Severus rodó sus ojos mientras daba un sorbo de agua.
-Bobby, necesito que me prepares Matabichos- dijo Pomona Sprout.
-Cuántas Pom?- preguntó Severus.
-10 pociones, para mañana puede ser?- respondió la profesora de Herbología.
-Cuenta con eso- afirmó Severus. Ya tenía una tarea para el castigo de Hermione esta noche.
Siguió durante la tarde corrigiendo ensayos y se dio un baño. Hermione estaba llegando tarde por lo que decidió ir a buscarla, un tanto molesto.
-Contraseña?- dijo la Dama Gorda dando la espalda a Severus por lo que no veía su rostro.
-No lo sé, ábrase- dijo Snape.
-Esa no es la contraseña, contraseña?- volvió a preguntar el cuadro de la Sala de Gryffindor.
-Que no la sé- dijo molesto Severus.
-Lo siento, sin la contraseña no te puedo dejar entrar- dijo la Dama.
-Déjeme aquí afuera y yo la dejare en el depósito con otros cuadros tan inútiles como usted. Ahora con un demonio abra la maldita puerta- dijo ya un enojado Severus Snape. La Dama Gorda giró para ver a la persona y abrió los ojos desmesuradamente al ver al profesor enojado, hizo la respectiva reverencia.
-Oh señor Snape lo siento, no vi que era usted, ruego me disculpe- dijo mientras se abría para darle paso a Severus. Entró a la Sala Común de los leones quienes se pararon al verlo, solo asintió a la señorita Weasley, a los demás los miró con asco y se dirigió a la habitación de niñas, tocó la puerta y abrió. Todas se pararon e hicieron la reverencia menos una que estaba leyendo.
-Granger- dijo exasperado.
Hermione se paró inmediatamente e hizo la reverencia.
-Si señor?- preguntó.
-Granger tenía castigo a las 19- dijo, miró su reloj -son las 19.10, qué diablos está haciendo?- preguntó.
-Lo siento señor, lo olvidé por completo- dijo bajando la cabeza.
-Pues muévase- dijo Snape dándole paso.
Hermione tomó un abrigo y salió de la habitación roja de la vergüenza.
-Buenas noches señoritas-saludó Snape a las chicas que se habían quedado paradas al lado de sus camas.
-Buenas noches señor- respondieron y Snape cerró la puerta tras de sí. Toda la Sala Común los miró sorprendidos por salir juntos. Hermione se enojó por un momento pero comprendió de que lo que había pasado no iba a cambiar de que él era su profesor y era su trabajo, y que si no hubiera pasado nada entre ellos, de igual forma la hubiera ido a buscar.
-20 puntos menos Gryffindor por ser impuntual- dijo Snape y Hermione asintió en silencio.
Llegaron y fueron directo al laboratorio.
-Qué haremos hoy?- preguntó la castaña cuando entraron.
-Poción Matabichos, 10 unidades- dijo Snape sacandose el abrigo y el saco. Le tendió un libro de pociones a la castaña quien lo tomó suavemente. Comenzaron a hacer la poción en silencio, estuvieron casi media hora así hasta que la castaña lo rompió.
-Bobby lo siento, se me olvidó enserio- se disculpó.
-Descuida, a mí también me pasaba. Solo no quiero que lo que está pasando interfiera en lo que debemos hacer, como profesor y como estudiante- dijo Severus.
-Prometo que no interferirá- aseguró Hermione.
Severus rodeó la mesa, tomó la cara de Hermione con sus manos y la besó. Al romper el beso apoyó su boca en el pelo de su alumna quien había acomodado su cabeza en el pecho de su profesor. Volvieron a trabajar hasta que se hicieron las 20.30.
-Herms tu castigo ya terminó- dijo Snape cuando terminó de embotellar la última poción.
-Está bien- dijo la castaña abrigádose. Le dio un beso de despedida a Severus y se retiró a su Sala Común dejando a un contento Snape en su despacho.
Fue a cenar, al llegar al comedor si dio cuenta de que Minerva no estaba, por lo que Albus le pidió que fuera a buscarla.
Al llegar a la habitación de Minerva escuchó gritos ahogados, desenfundó su varita y entró a la habitación, vio a un hombre sosteniendo a Minerva para que no se mueva, otro tratando de poner un líquido en su boca y el último posicionado entre las piernas de Minerva desabrochandose el pantalón. Luchó lo más que pudo pero no pudo rechazar un hechizo aturdidor por lo que terminó en el piso, siendo golpeado en el estómago, en la cara y en la espalda. Sentía la sangre salir de su boca y escuchaba los gritos de Minerva pronunciando su nombre e implorando ayuda. Recuperó las fuerzas y lanzó un Sectumsempra al que estaba tratando de abusar de Minerva y Desmaius para los otros. Luego de eso cayó desvanecido, lo último que escuchó fue que Minerva lanzó un Vermillius.

Despertó con los gritos del director discutiendo con Dolores Umbridge, trató de moverse pero el dolor de los golpes le impidió movimiento alguno.
-Bobby- dijo Minerva abrazándolo -salvaste mi vida una vez más, gracias Bobby- agradeció la profesora.
-Eres mi amiga, los amigos hacen eso, se cuidan y se defienden. Esperabas que te deje sola? Tu hubieras hecho lo mismo por mí- dijo con las pocas fuerzas que tenía.
Muchas personas se acercaron a saludarlo y felicitarlo, pero nunca soltó la mano de Minerva quien sollozaba de vez en cuando.
Al llegar la noche se dispuso a dormir cuando sintió un ruido y se sentó como pudo en su camilla. Hermione se sacó la capa de invisibilidad y puso un hechizo silenciador alrededor. Se abrazaron y besaron casi 2 minutos.
-Bobby, que valiente eres- dijo la castaña sentándose en la silla al lado de la camilla de Snape.
-Es mi amiga, no podía no defenderla, tu hubieras hecho lo mismo por Potter o el zanahorio- dijo Severus.
-Es cierto. Te ves terrible- dijo Hermione viendo los moretones en el rostro de su profesor.
-Lo sé. Eran del Ministerio, seguramente a Umbridge la echen- dijo el pocionista.
-Claro que la echarán, casi te matan a golpes y quisieron violar a la profesora McGonagall además de querer obligarla a beber algo que no se qué era- dijo la Gryffindor.
-Veritaserum- respondió el jefe de Slytherin, Hermione abrió su boca sorprendida. Severus hizo una mueca de dolor.
-Debes dormir, nos vemos mañana- dijo la castaña besando los labios de su profesor.
-Hasta mañana bella- respondió Severus besando por última vez a su alumna antes de dormir.

Giros InesperadosWhere stories live. Discover now