Legado

Preparativos.

Tom miro la publicidad de su campaña para ser elegido como ministro de magia, por el momento lleva medio camino para ser elegido, si obtiene el favoritismo de los Black la mayoría de las familias sangre pura lo elegirán.

Suspiro tiene más para perder, si descubren que él ha estado ocultando información la matriarca de la familia Black será una gran catástrofe para él, pero si sabe jugar sus cartas puede vencer. Después de todo si enamora a la pequeña el podrá casarse con ella y bueno podrá ser parte de la gran familia Black.

Sonrió con prepotencia, tomo su saco y fue a rumbo a ver a la matriarca.

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-Veamos ya tengo las cajas ahora solo me falta que me envíen mis libros- se habló así mismo el hombre mayor.

Subió por las escaleras al llegar al final de esta observo la figura de una niña que escribe en un cuaderno, sin darle importancia paso de la niña, sus ojos bajaron y miro al cuaderno de la niña, sus ojos se abrieron de par asombrado por lo que veía. Era ecuaciones altas para una niña de su edad.

Eliza sintió una mirada atrás de ella y giro para ver, un hombre extraño le veía, cerro su cuaderno, con rapidez se levantó –Ahm ¿Puedo ayudarle?- pregunto incomoda al hombre.

El hombre carraspeo por la poca discreción que demostró –Ah perdón por mi imprudencia- se rasco la barbilla –Esas ecuaciones son muy difíciles, tu ¿puedes resolverlos?- pregunto nervioso a la niña.

-Oh si, una maestra me ha dado esto, ella me dijo que como yo soy muy avanzada para mi grado me da más retos- dijo Eliza despreocupada.

-¿No te aburre eso?-

-No, creo que es divertido-

El hombre sonrió –Puedo ponerte más ejercicios, soy un ex-profesor así que puedo ayudarte- dijo triunfante.

Eliza alzo sus hombros y acepto, esa tarde la niña y el adulto se sentaron para estudiar más las matemáticas. Eliza miro el reloj en la pared y miro la hora era tarde para que ella este afuera.

-Señor tengo que irme a mi casa-

El hombre suspiro decepcionado, pero una idea paso por su mente –Oye pequeña quieres que te de clases privadas-

Una alerta se aproximó a la cabeza de Eliza –Eh...bueno que un hombre adulto quiera estar a solas conmigo me parece malo-

-¡No es eso!- dijo exaltado –Por supuesto que no debes estar con un hombre a solas, puedes venir con tus padres a mi departamento- metió una mano en su bolsillo, cuando sintió el papel lo saco y extendió –Tengo el numero 30-

-Oh bueno si mi papi puede venir conmigo esta bien- dijo Eliza feliz, al saber que puede aprender más cosas –Mi nombre es Eileen Elizabeth Snape, un gusto conocerle señor...- extendió su mano al hombre.

-Marcus Scott- apretó la mano de la niña –Un gusto conocerte Eileen-