Capítulo 2

4K 432 212
                                    

Corría con todas mis fuerzas, pasando mis manos en los árboles, buscando con urgencia las marcas que había dejado en ellos. Tenía tanto miedo y estaba arrepentido de haber venido aquí solo por una tonta aventura.

Encontré la primera marca en un árbol y seguí corriendo, sentía que, si dejaba de hacerlo, el hombre me atraparía para matarme. Casi quise ponerme de rodillas y suplicar a Dios su perdón, prometiendo que si me sacaba de esta iba a ir a la iglesia sin faltar nunca.

Como muestra de mi mala suerte, tropecé con una rama y caí de cara, sacándome el aire. Mis oídos se taparon y miré al frente arrastrando mi cuerpo por la hoja, logrando esconderme detrás de un grueso árbol.

Tapé mi boca para ahogar mis gemidos de dolor, abrazándome a mismo. Volví a rogar al señor, mientras mordía mi labio fuertemente. Dios se apiadó de mi alma, ya que escuché los pasos alejarse de mi escondite, me permití respirar agitadamente, mirando detrás del árbol a escondidas.

No había nada.

Me puse de pie con lentitud, agarrándome del árbol como soporte y cuando me giré, topé mirada con unos ojos fríos, calculadores. Ahogué un jadeo de miedo, echándome hacia atrás con cuidado.

El hombre se acercó a mí, deteniéndose para oler el aire y mirar mi herida en mi rodilla. Tragué saliva, sin despegar mi mirada de él.

El hombre estaba sucio, con sangre en sus manos. Él se agachó lentamente, poniéndose de cuclillas, examinando mi rostro. Tenía barba y su cabello hasta los hombros. Evité mirar más abajo, ya que estaba desnudo.

"M-me iré, lo siento, lo siento" Me disculpé, retrocediendo. El rizado no dijo nada. "Escucha, me iré y prometo nunca entrar aquí ¿Vale?" Las lágrimas comenzaron a caer de mis mejillas cuando la mano con sangre del hombre se acercó a mi rostro, embarrando esta en mi mejilla.

Cerré con fuerza mis ojos, sollozando. "No te haré daño" habló ronco. "Yo solo cazaba, ver-vi un extraño en mi propiedad" explicó.

"Y-yo, lo siento, de verdad no pensé que había alguien y yo prometo irme y nunca molestarte más, lo prometo" Murmuré sin abrir los ojos.

Su mano se retiró de mi mejilla y yo abrí mis ojos, él estaba alejándose de mi sin dejar de mirar mi herida.
"Vete" Asentí rápidamente, corriendo hacia donde sea, solo quería no estar lejos de ese hombre.



...ᘛ⁐̤ᕐᐷ


Había pasado una semana desde que el extraño humano del bosque me había dejado ir... Pero ¿Ese era el monstruo al que tanto le tenían miedo? ¿Un humano barbudo?

Está bien, lucía aterrador y loco, pero no era un animal ¡Solo estaba muy barbudo y con mucho cabello!

Acomodé mi cabello y los tirantes de mis shorts, mirando por última vez mi ropa. Bajé las escaleras con tranquilidad, llegando al comedor, mi madre lavaba los trastes mientras que mis hermanas gritaban, comiendo las tostadas que se preparaban como locas.

"¡Mamá, Phoebe está molestando!" Gritó Daisy, jalando el cabello de su gemela.

"Phoebe, cariño, deja en paz a tu hermana" Regañó dulcemente mi madre, Daisy sonrió superiormente.

"Buenos días mami" La saludé con un beso ruidoso en su mejilla.

"Hola, Lou"
Me sonrió grandemente, besando mi frente. "anda, desayuna, están ahí tus tostadas"

Me senté para devorarlas con rapidez, viendo como Lottie me miraba con asco. "¡Ew, Louis se está llenando la boca!" Rodé los ojos, acabando de comer todo y poniéndome de pie.

"Amor ¿Puedes llevar hoy a tus hermanos? Debo de ir a dejarle de almorzar a tu papá y llevo el tiempo contado"

"No te preocupes, Ernest, Doris, vayan por su lonchera, niños" mis hermanos más pequeños se pusieron de pie, corriendo a la encimera para tomar su almuerzo.

Todos salimos directos a la escuela, casi corriendo por llevar poco tiempo. "Ernest y Doris, no suelten mi mano" Ordené. Este día no llevaría mi bicicleta.

Después de correr por unos minutos, llegamos a la escuela agitados, gritando en medio del trayecto para impedir que cerraran la reja de la escuela.

Las hermanas nos miraron fijamente, negando de un lado otro; enojadas. "Solo porque es la primera vez, señoritos" Dijeron molestas

Unas monjas se llevaron a Ernest y a Doris, junto con las gemelas. Lottie, Fizzy y yo, caminamos a nuestros propios salones.











"ándale Lou, va a ser divertido" suplicó Noah, tomando mi brazo y sacudiendo de él.

"Dije que no, Noah, ya no pienso volver al bosque" Negué

"Pero ¿Por qué? ¡Te encanta ir al bosque! Beberemos esa cosa que tanto te gusta y comeremos dulces ¿Acompáñame sí?"

"Mi madre me prohibió ir de nuevo, lo siento Noah"

Mi primo suspiró, recargando su mano en su mejilla y haciendo un berrinche. "¿Para qué quieres ir?"

"Los bobos de Zac e Isaac escondieron mis estampillas ahí, no quise pasarles mis apuntes de ciencias"

"Noah, tú no haces apuntes"

"¡Eso mismo les dije! Pero no me hicieron caso" Protestó. "¿Qué dices, me acompañas?"

"No, lo siento" volví a negar, Noah frunció su ceño y se puso de pie, yéndose a otro asiento.

Genial, se ha enojado.


















>>>


¿Lobo Estás Ahí? -Larry StylinsonOnde as histórias ganham vida. Descobre agora