Capítulo 1

5K 486 230
                                    


Johanna secó sus manos en su delantal, mirando con reproche a su sobrino "Noah ¿Qué te he dicho de no llevarte a Louis al bosque?" Gritó, tomando la oreja de su hijo y jalando de ella con fuerza. "Y tú jovencito ¡estás castigado!"

Louis se quejó del dolor, tratando de quitarse la mano de su madre. ''¡Auch! mamá'' Chilló. Miró con vergüenza a Noah, que parecía falsamente arrepentido.

''Lo siento tía Jay, no volverá a pasar'' Se disculpó. Noah sabía el amor que su tía le tenía a sus siete hijos, ninguno obtenía menos que otro y tampoco los dejaba salir con frecuencia. La verdad es que algunas veces pensaba que exageraba, pero cuando Annie Roberts desapareció y la madre de ella se volvió loca, entonces no volvió a pensar eso.

La vida en Doncaster solía ser dura, el pueblo conservaba creencias y tradiciones que eran difíciles de romper, por ejemplo; ir a la iglesia. Noah definitivamente odiaba ir a la iglesia y casi siempre lograba escapar con su primo Louis al bosque, le resultaba tan difícil convencerlo ya que Louis era un responsable y nunca rompía las reglas.

Louis odiaba cuando su primo le pedía no ir a la iglesia con ojitos de gatito ¡Nunca podía negarse!

El castaño subió a su habitación, despidiéndose de su primo y él le dedicó una mirada de disculpa antes de perderse por el pasillo. Ya en su habitación, sentado en la orilla de su cama pensó ¿La historia no era falsa? ¿De verdad había un monstruo en Doncaster?

Un escalofrío recorrió su cuerpo. Si eso era verdad ¿Por qué el monstruo no salía a atacarlos? ¿El pueblo sabe de él?

Con esas preguntas rondando en su mente, se quedó profundamente dormido.

''¡Lou!''

El gran grito de su madre lo hizo levantarse rápidamente de su cama. Limpió el rastro de baba que había rodado en su sueño profundo y salió corriendo de su habitación, como un rayo, llegó hasta el comedor. ''Lo siento, me quedé dormido'' Se disculpó y su madre le dedicó una suave sonrisa, mientras le extendía un plato de comida.

En la mesa sus hermanas y Ernest, discutían sobre temas inentendibles. ''Siéntate, amor'' Ordenó su madre, sentándose también para disfrutar de la comida, no sin antes hacer una oración en familia.

No solía dormirse y menos por las tardes ya que en las noches no podía dormir. Eso implicaba tener ojeras para la escuela y ¿A quién rayos le gustaban las ojeras?

No había podido quitar la gran historia que su primo le había contado, así que decidió preguntarle a la única persona que coherente que había en esta casa. ''Madre ¿Tú sabes acerca del monstruo que hay en el bosque?'' Las gemelas rieron en burla.

''Oh por Dios, voy a advertirle a ese jovencito que deje de contarte historias tontas, ya verás'' Se quejó. ¿Enserio nadie sabía de eso? ¿Noah le había mentido después de todo? Ya le pegaría él mañana en clases o le pediría una gran explicación.

Caminé con rapidez hacia el rubio que estaba en la mesilla del salón, cuando llegué hasta él, tomé su hombre con una mirada de reproche. ''Eres un tonto, tu historia apesta y yo caí en tu mentira'' Noah suspiró con fuerza, rodando los ojos.

''Yo ya te dije que no es una mentira, si no quieres creerme es tu problema''

Sin creerle ninguna palabra y seguro de que no se le ocurriría una historia, elevé las cejas con expresión enojada ''Si es una mentira, entonces cuéntame la historia completa'' Noah se quejó dejando de lado su manzana y suspirando cansado.

''¡Está bien!'' Gritó acomodándose y esperando pacientemente que me sentara a su lado ''Mi padre me contó que hace años un niño fue maldecido por una bruja negra, en ese año una mujer muy bonita dio a luz a su hijo y su esposo dejó de tener aventuras con esa bruja, así que celosa por eso, maldijo a lo que el hombre más amaba... con el paso de los años, el niño creció y era normal, hasta que una noche en luna llena mató a su padre en plena transformación. La gente del pueblo lo vio salir mientras tenía la cabeza de su padre en el hocico. El lobo huyó al bosque y ya nunca más lo volvieron a ver, algunos dicen que vive en una cabaña y otros dicen que Satanás se lo llevó al infierno''

Tragué saliva y negué sonriendo nerviosamente ''Sacaste la historia de algún libro'' Noah bufó poniéndose de pie.

''Yo ya te conté la historia, pregúntale a algún viejo del pueblo y te dirá que no miento. Ahora evita entrar al bosque solo y hazme caso ¿Está bien? conociendo lo cabeza hueca que eres, irás en busca del hombre'' se giró fulminando mi presencia con la mirada y caminando al cesto de basura para tirar su manzana.

Las clases transcurrieron normales y yo estaba muerto de aburrimiento, además las dudas no me dejaban escuchar con atención lo que la señorita Beckett decía y en todas las clases no pude concentrarme. Suspiré mirando la ventana que el salón tenía, el sol se estaba colocando en el centro, así que era hora de ir a casa.

Cuando las clases terminaron salí corriendo, tomando mi bicicleta y emprendiendo una nueva aventura. ''¡Louis, llévame a casa! gritó Noah, tratando de alcanzarme.

''¡Lo siento, hoy no!''

Con velocidad, pedalee hasta el bosque. Iba a descubrir si esa historia era real y confiaba en que Noah se había inventado esa tonta farsa. Lancé mi bicicleta en las hojas, mirando el bosque con desconfianza, juraba que tenía un aspecto tenebroso. Era de día y este lucía oscuro. Con pasos apresurados me metí cada vez más al bosque, rasgando algunos troncos por donde cruzaba, si me perdía podía ver estas señales y regresar salvo a casa.

En cuestión de minutos, inhalé fuertemente al darme cuenta de lo alejado que estaba ¿Había una cabaña como Noah decía?

Apretó la pequeña brújula en su mano, escuchando hojas siendo pisadas. Se mantuvo quieto y temblando, entonces un venado salió corriendo de los arbustos completamente ensangrentado, cayó al suelo asustado y gateó rápidamente hacia una orilla cuando notó que el venado casi lo arrollaba. Su respiración estaba agitada, diciendo algunas malas palabras en su mente sosteniendo su pecho en su mano derecha, ese venado le había causado un gran susto.

Los latidos de su pecho aún estaban acelerados, así que caminó un poco lento por más de diez minutos, aspirando aire. Entonces paró en seco, mirando a lo lejos una casa pequeña hecha un desastre y con hedor asqueroso, olía a animales muertos combinado con sangre.

Y entonces como una recompensa de su búsqueda, un hombre desnudo salió de ahí, sosteniendo algo rojo en su mano y tirándolo fuera de su casa. Gemí con miedo, echando mi cuerpo hacia atrás. Estaba asustado, tan asustado que el hombre pareció olerlo.

Sus piernas se flexionan en posición, mientras ladea su cabeza, mirándome a lo lejos.

Grité asustado y corrí con todas mis fuerzas, chocando con los arbustos, eso no me importaba ahora y tampoco los rasguños que las ramitas dejaban en mi piel. Lo que más me importaba era salir vivo del bosque. 







¿Lobo Estás Ahí? -Larry StylinsonWhere stories live. Discover now