Parte 2

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Kuruizawa Kei:

Luego de pensarlo mucho tiempo, decidí arriesgarlo todo. Esta muy nerviosa en el poco tiempo que compartimos en su habitación. Pero, a pesar de que una mujer se encontraba en su habitación, él no mostró ninguna pizca de nerviosismo, lo cual me parecía increíble. Cualquier hombre común estaría completamente nervioso al estar con una chica, especialmente si se encontraban especialmente solos.

Pero, obviamente eso iba a ocurrir con los demás, no con él.

Ambos poseíamos una relación mucho más extraña que las demás, una que ni siquiera uno de nosotros podía definir o clasificar. Éramos una especie de cómplices, pero a la vez protector y protegido. Algo realmente extraño, pero era algo beneficioso para los dos.

Pese a los genial o sombrío que se pudiese ver. Él era un hombre que se había ganado el corazón de una de mis amigas cercanas, cosa que me hizo dar cuenta de lo que sentía. Claramente había caído enamorada del peor y a la vez mejor tipo de la escuela.

Por ello y numerosas cosas más, quise tratar de agitar siquiera un poco su frío corazón.

Aunque fallase en el intento.



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Luego de abalanzarme sobre él y caer casi al instante, no se me ocurrió mejor idea que besarlo.

Antes de sentir su pecho chocar con el mío pude sentir algo mucho más cálido. Pude sentir sus labios, los cuales inesperadamente, en contraparte a su personalidad, eran muy suaves.

En la corta duración del beso, mantuve los ojos cerrados. El miedo que me generaba la reacción de Kiyotaka me preocupaba. Estaba sobre su pecho, donde percibí como su corazón latía de forma regular, excepto por unos cuantos segundos, en los cuales se aceleró repentinamente, pero, lamentablemente, a los pocos segundos había vuelto a la normalidad.

Mi primer beso se lo había dado a él. Mis movimientos no tenían una segunda intención. Solo mostré lo que sentía en esos momentos con esa pequeña acción. El afecto que había nacido, y lo agradecida que me sentía. El pequeño golpe podría ser por lo que me hizo pasa, pero el beso lo compensaría.

Lentamente, y debido a mi inexperiencia, me fui separando de los labios del caído Kiyotaka, dejando un pequeño hilo invisible en el camino. Mi rostro empezó a calentarse a darme cuenta de lo que conllevaba esta pequeña muestra de afecto. Como lo había pensado. Lo había arriesgado todo.

Así que me robaron mi primer beso. —dijo tranquilamente tratando de sentarse— Es un poco lamentable.

¡¿Qué?! —exclamé sorprendida.

La tranquilidad que expresaba su voz. La tranquilidad con la cual se levantó y me apartó de él. Las palabras que acababa de articular. Todo eso consiguió molestarme.

Realmente no sé cómo responder a esto. No soy muy bueno en estos temas, y tú lo sabes. —respondió neutralmente.

Era una excusa. O tal vez solo una mentira. Esperaba cualquier tipo de reacción. Incluso aceptaría que este reaccionara negativamente. Pero el que ignorara este acto era lo peor que podía hacer. Eso significaba que iba a pensar en algo, que iba a planear algo. Y eso me molestaba.

¿Es lo único que tienes que decir? —murmuré enfadada— Perdón. —me disculpé girando el pomo de la puerta— Olvida todo lo que pasó. —dije pasando por el umbral de la puerta.

Ayanokouji Kiyotaka X Harem | Classroom of the EliteOnde histórias criam vida. Descubra agora