La Chica De La Bicicleta (Juliantina)

Capítulo 24

Capítulo 24

Juliana y Valentina, luego de ir a comer a la fonda, un rato de charla y mucha risa, provocada mayormente por todo lo que decía Raquel, volvieron a su casa de Juliana, se sentaron en la sala, conversaron de todo la que había ocurrido ese día en la universidad, de como nunca se había visto y nunca había mencionado ninguna de las dos en que universidad estudiaban.

Valentina, era una chica muy táctil, le gustaba mucho tocar, acariciar, así que no perdía la oportunidad de abrazar, tocar y tomar de la mano a Juliana, en medio de la charla.

Por su parte Juliana era un poco más reservada, pero le gustaba sentir a Valentina cerca, sentir su contacto, estaba realmente disfrutando mucho de la compañía y sobretodo la cercanía de Valentina.

Después de una hora o quizá un poco más, de que las chicas estaban en casa, tranquilas solo riendo y charlando, disfrutando de su compañía, llegó su abuela y su tía Milagros, que ese día regresaron temprano de la fonda.

Milagros era la persona más inoportuna, del mundo, a cada segundo entraba y salía de la sala, por lo que las chicas optaron, por estar un poco alejadas una de la otra, pero aun así, estaba feliz.

Luego de la mejor tarde de su vida, llena de besos interrumpidos, caricias a escondidas, miradas llenas de me gustas, de te quiero, sonrisas tímidas y llenas de complicidad. Valentina llamo a su chofer, un poco después de las siete de la noche, para que viniera por ella

Poco más de treinta minutos habían pasado dentro de los cuales no faltaron miradas que decían tanto y toques de manos a escondidas que las hacían vibrar y ansiar los labios una de la otra. Valentina sintió vibrar su teléfono, vio que era un mensaje de su chófer avisando que ya estaba afuera esperándola.

- Juls ya me tengo que ir - ambas chicas se levantaron y caminaron hasta la puerta - te veo mañana - Valentina le tomo la mano

Juliana abrió la puerta y las dos en el umbral de la misma, se quedaron mirándose fijamente a los ojos, tomadas de la mano, sin decir palabra, pero diciéndose tanto con la mirada.

- Juliana - le gritó su tía Milagros desde la cocina, ambas chicas salieron de su ensimismamiento mutuo, sorprendidas por el grito repentino. Juliana giro su cuerpo para dirigir la mirada hacia dónde provenía el llamado, quedado Valentina detrás de ella

- ¿Qué? - fue lo único que pudo decir, el sentir la respiración de Valentina en su nuca no le permitió articular más palabras

Su tía asomó la cabeza por la puerta de la cocina con un gesto de molestia

- Muchacha malcriada, ¿Así le respondes a tus mayores? .............

Juliana ya no oía a su tía solo la veía mover los labios no entendía nada lo que decía Valentina detrás de ella pegada a su cuerpo la hizo perder la noción de todo. Cuando reaccionó su tía ya no estaba. Sintió las manos de Valentina sobre sus brazos y su aliento caliente en su oído

- Me encantas Juls, muero por besarte, le dijo en su oído con una voz tan pausada que hizo que se le erizará la piel

Juliana se dio la vuelta para ver a una Valentina con una sonrisa pícara y muy coqueta, Juliana volteó los ojos y la tomo del brazo arrastrándola entre la pared y un pilar dónde no las pudieran ver ni el chófer ni su tía

- Te pasas Valentina Carvajal - dijo Juliana fingiendo molestia, a una ojiazul que no dejaba de sonreír

Juliana no pudo contenerse más y la beso, tomo sus labios, pausadamente, disfrutándolos, tomándolos lentamente con un ritmo cadencioso que estaba volviendo loca a Valentina. Se separaron y ambas continuaron con los ojos cerrados, disfrutando el momento, Valentina los abrió primero y vio a Juliana de arriba abajo y sin darle tiempo a reaccionar la tomo de la cintura y la recargo en la pared, paso su mano por su cuello y la atrajo hacia ella tomando sus labios de Juliana con los de ella sin darle tiempo a reaccionar, el beso era desesperado, hambriento como si se quisiera comer toda su esencia de Juliana, un ligero roce de sus lenguas hizo sentir a Valentina que pertenecía ahí en ese instante y momento que Juliana era su hoy y su siempre, se separaron por falta de oxígeno, pegaron sus frentes mirándose fijamente a los ojos, las dos sonrieron tontamente, Valentina acarició los labios de Juliana con su pulgar