Pelea

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Ya habían encontrado el origen de los problemas fronterizos y ahora iban a proseguir a la acción. Bakugou  se encontraba ahí con su traje de héroe al igual que Kirishima y Kaminari, quienes estaban atacando  en la oscuridad de la noche a las orillas de japón. Las explosiones de Katsuki se escuchaban en todo el lugar, quemando a sus oponentes con una una sonrisa de oreja a oreja, se podía decir que lo única cosa que lo llegaba a poner de buen humor era explotarle la cabeza  a todo los tipos malos  que se cursaban en su camino.

 —¿Te ayudo? —Preguntó Kirishima desde lo lejos al observar que el cenizo luchaba con cinco hombre.

 —¡POR QUIÉN ME TOMAS,  PELO DE MIERDA! —Gritó eliminando a tres de ellos  y prosiguiendo con el cuarto.

¡¡Cuidado!!— Musitó Denki al ver que uno de los hombres se acercaba bastante como un loco atrás de Katsuki, quien al voltear se cubrió  parta residir el golpe, pero este nunca llego, ya qué lo había golpeado por él. El rubio extraño bajó sus manos e inmediatamente abrió sus ojos como platos...

No podía creer lo que estaba viendo, sus ojos lo estaba engañando no había otra explicación, su cuerpo estaba petrificado, todo parecía congelarse. Aquellos mechones color verde, sus pecas que aparesian -- un salpicar de estrellas, sus ojos  grandes y brillantes que hacían juego con sus largas pestañas, todo estaba casi igual desde la ultima vez que lo vio.

"¿Que es lo que él estaba haciendo en ese lugar?" era la pregunta del siglo para el ojos rubí.

 —Gracias, Izuku —Dijo Kirishima.

 El nombre del contrario retumbo su cabeza mientras su corazón empezaba a latir fuertemente.

"¿Había algo de lo que se estuviese perdiendo?"  

El pecoso volteó  para  mirarlo a los ojos mientras movía su mano de un lado a otro en forma de saludo terminando en un  — Hola—  en un hablar cálido provocando un escalofríos en Katsuki, esa era la primera palabra que escuchaba de su boca después de tanto tiempo.

  "¡Esta mierda no puede estar pasando!" pensó  el cenizo nuevamente  en en forma de negación. 

Él era el mismo Izuku que había conocido, lo pudo comprobar con las palabras de Kirishima, su inquietud al ver como este se alejaba, pero se contuvo y siguió con la misión principal, aunque a veces se le hacia difícil estar concentrado. 

La lucha con los villanos continuó y termino en 6 horas victoriosos  a pesar de estar  cansados. todas las personar que estaban involucradas en el contrabando ya estaban neutralizadas para luego proseguir con su encierro.

 —Lo logramos— Dijo Eijiro con una sonrisa, dándole un leve golpe en el hombro del cenizo, quien  se encontraba ido en sus pensamientos —Se siento bien volverlo a ver— musito tratando de establecer una conversación con el contrario, que rápidamente llamo su atención.

¿Tu sabías que estaría aquí?— Le preguntó y Kirishima asintió.

¿y por qué no me lo habías dicho?—Musito observando a el pelirrojo con una mirada asesina.

En... se me olvido... —respondió con una mentira, la verdad es que Eijiro estaba encargado del espionaje y eso consistía en cruzar palabras con Izuku, pero el pecoso le había dicho que no le dijese nada.

Tsk —Bakugou chasqueó su lengua y miró a otro lado.

—Señor Bakugou—Musito una voz que se acercaba —, gracias por colaborar con nuestra agencia. Mirio y yo somos los encargados de esta misión y estamos agradecidos por su colaboración — Termino diciendo en una reverencia de gratitud para luego levantar la mirada y verlo nuevamente a los ojos un poco nervioso. 

Era él, de eso no cabía dudas.

Un nudo se formó en la garganta del más alto. Nunca pensó que lo volvería a ver.

  —No hay de que, siempre estaremos a la orden— prosiguió a decir Eijiro al ver la su amigo no pronunciaba palabras.

  y... ¿Qué piensan hacer ahora? Musitó Katsuki con el rostro gacho, a él le importaba una mierda la agencia de estados unidos, solo quería saber de él.

 —Estaremos unos días para ver si hay cualquier movimiento y luego nos retiramos

—¿eh?, ¿en serio te iras?— preguntó Kirishima un poco triste, con los hombros caídos.

Izuku asintió —sí, y si no es molestia me retiro— dijo para proseguir a irse. 

El cenizo se sentía frustrado, quería agarrarlo para nunca más soltarlo, pero no hizo nada... de nuevo.




No puedo vivir sin ti  (2#)Where stories live. Discover now