𝚂𝚔𝚘𝚘𝚕 𝙻𝚞𝚟 𝙰𝚏𝚏𝚊𝚒𝚛 (ᶜᵒʳʳⁱᵍⁱᵉⁿᵈᵒ)

34

Camila había llevado a Bella a que se trate de calmar al baño.

—¡Bella, por Dios! Mira cómo te lastimaron, son unos salvajes... déjame verte bien.

—No, no me toques —contestó tapándose.

—¿Por qué dejaste que te golpearan?

—No fueron ellos, Camila —respiró hondo mirándose al espejo.

Jimin entró de repente y sin importarle que era el baño de mujeres.

—Bella ¿¡estás bien!? —preocupado se  acercó a abrazarla.

—Déjenme sola, por favor... váyanse.

Camila solo se retiró en silencio, pero se quedó en la puerta por si acaso.

Jimin se alejó un poco, mirándola a los ojos y tomándola de los brazos. Ella se quejó un poco.

—Yo te protegeré... ¿sí?

—No puedes ni matar a una mosca Jimin, déjame ¿sí? Quiero estar sola...

Él suspiró y besó su frente, respetando su decisión. Al irse, ella comenzó a llorar. Viendo que nadie estaba, se quitó la horrible camisa para ver sus golpes. Pero Camila regresó luego de haber encontrado el celular de Bella.

—¡Dios santo!

Camila estaba espantada... Bella no tenía solo pequeños golpes, tenía enormes hematomas por todo el cuerpo.

—¿¡Acaso nadie respeta a uno!? —volvió a colocarse su camisa.

—Déjame verte... por Dios... ¿quién... te hizo esto? ¿Fueron ellos?

Jasmine también se preocupó y decidió buscar a las chicas, cuando se encontró en el camino a Jimin.

—¿Y Bella?

—En el baño con Camila.

Ella decidió entrar y se encontró con la misma escena.

—Déjame verte bien, Bella... —Camila trató de ayudarle.

Ella se quitó su camisa, quedando con su top deportivo.

Tenía hematomas en su cuello mal tapados con maquillaje. Parte de sus costillas también tenían golpes, y sus brazos aún tenían marcas y grandes rasguños. Su ojo también estaba morado, pero era difícil verlo ya que su sombra lo tapaba.

—Por Dios, Bella, ¿quién te ha hecho esto? —preguntaba Jasmine aterrada.

Ella decidió quedarse en silencio, y seguir aguantando sus lágrimas.

—Podemos ayudarte, Bella... —decía Camila preocupada.

—No te dejaremos sola... y si quieres golpearme, pues házlo. No puedo dejar que a mi mejor amigo le hagan estas cosas y tampoco a ti, por más que me odies... —decía Jasmine aún sensible por todo lo que sucedía.