Capítulo 1

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-Entonces, ¿vendrás conmigo?
Lady estaba terminando de vestirse, y Dante no la dejaba en paz con que le acompañara a su trabajo en Racoon City.
-Mira, Dante...
-Ah, my lady! Si me vas a acompañar, tienes que empezar a llamarme Tony. ¿O es que quieres que se enteren de que Morrison les ha mentido?
-¿Acaso alguien ha dicho que te vaya a acompañar?- dijo Lady, mientras se abrochaba la camisa.
La verdad era que sí que quería acompañarle, para tener por seguro que se llevaría una parte de la recompensa.
《¿Estoy segura de que es solamente por eso?》
Y tal vez fuera porque no podía resistirse a sus encantos, ni a la idea de pasar más tiempo con él.
《Menuda estupidez》
No quería seguir pensando en ello.
Se dio cuenta de que Dante《Tony》ya se estaba yendo.
-¡Eh, espera!- dijo Lady entre risas,- ¡El que llegue primero al coche se queda con la paga!- y salió corriendo, empujando a Tony antes de que este pudiera reaccionar.
-¡Ni hablar!- respondió él, corriendo detrás de ella y tirando de sus pantalones cortos para así poder llegar antes.
Riendo ambos, se subieron al coche.
-¡Pisa a fondo!- pidió Lady.
-Let's rock!

●●●

Jill Valentine se daba cuenta de que llegaba tarde. Siempre le pasaba lo mismo.
Pero esta ocasión era distinta. Se había distraído mirando las horrorosas fotos de los últimos informes sobre los asesinatos en las Montañas Arklay. En sólo dos semanas se habían encontrado más de diez cadáveres, totalmente destrozados y con marcas de mordiscos. Y lo peor de todo es que eran marcas de dientes humanos.
En la foto que estaba por encima de las demás, Jill podía ver horrorizada el cadáver de una niña. Encontraron el cuerpo hacía dos días. Según el departamento forense, había muerto unas horas antes de ser hallada. Y Jill había visto a la pequeña correteando frente a su casa la misma tarde en que desapareció.
Jill volvió a la realidad con ganas de vomitar, pero aún así se ajustó su boina y salió corriendo por la puerta en dirección a las oficinas de los STARS.
-Wesker me va a matar por volver a llegar tarde.

Albert Wesker estaba mirando una vez más el curriculum de Jill.
Hija de un ladrón, Nick Valentine, a quien recientemente habían detenido, Jill tenía bastante habilidad con la ganzúa, y sabía desactivar bombas, aparte de tener mucha agilidad y de conocer varias formas de pasar desapercibida.
También tenía muy buena puntería. Aún con esto, Wesker no pensaba pasar por alto todas las veces en que Jill había llegado tarde.
Se fijó en las fichas de los dos nuevos integrantes.
Tony Redgrave. Según la ficha, podía manejar cualquier tipo de arma (aunque se especificaba que siempre usaba dos pistolas semiautomáticas personalizadas), tenía una puntería excelente, y habilidad para cualquier encargo.
"Lady", una cría. Su expediente y su contrato le habían llegado esa misma mañana, y el expediente decía exactamente lo mismo que el de Redgrave, a excepción de que sólo manejaba pistolas, metralletas, y un lanzacohetes.
《Menudo trabajo de aficionados, estos curriculums》
No se fiaba de las fichas, y desearía haber podido probar las habilidades de estos dos extraños sujetos.

Tony y Lady bajaban del coche, aún entre risas. Habían conseguido no tener ningún accidente, a pesar de que Lady no había parado de provocar que Tony pegara volantazos.
Se dirigían a la comisaría, cuando una chica se chocó contra Tony. Éste la sujetó de la cintura para evitar que se cayera. Cuando la levantó, se fijó en que llevaba un uniforme de los STARS.
El uniforme consistía en una camiseta ajustada de mangas cortas y un pantalón militar, en el caso de la chica azules, con el escudo de los STARS en el borde de la manga izquierda. Llevaba tanbien una boina azul con el mismo escudo en el lado izquierdo.
Ella llevaba unos protectores en los hombros, sujetos por una correa que pasaba por debajo de sus pechos y por su espalda. También tenía una pistolera y bolsas de municiones colgando del cinturón.
Se notaba que la joven era integrante del grupo desde hacía algún tiempo.
《Claro, Lady y yo somos los únicos que llegamos nuevos a los STARS desde hace meses》
-Lo siento mucho.- Dijo Jill, volviendo a su camino.
-¡Eh, espera!- dijo Tony-. Devuélveme la cartera.
-¡Llevo mucho tiempo sin robar ninguna!- gritó Jill, girándose, cuando se dió cuenta de que Tony tenía una gran sonrisa de bobo.
-Perdona, te estaba tomando el pelo. Me llamo Tony, ésta es Lady. Somos nuevos en los STARS.
-Pues tenemos que darnos prisa, llegamos tarde. Yo soy Jill, por cierto.
Jill tenía tanta prisa, que no les preguntó nada. Y había mucho que preguntar.
Lady era de estatura media, quizás metro setenta y cinco, y era bastante atractiva. Tenía el pelo negro, un poco corto, y salvajemente despeinado. Uno de sus ojos, el derecho, era azul, y el otro de un color rojizo. Tenía una cicatriz, una fina línea, en el puente de la nariz. Sus pechos eran grandes, como los de la misma Jill, y también tenía unas marcas en su pierna derecha, como si le hubiesen clavado una gran cuchilla. Probablemente, apenas tendría veinte años.
Llevaba puesta una camisa blanca y unos pantalones negros cortos. Y llevaba un buen montón de armas y munición, incluso un lanzacohetes a la espalda.
Tony era alto, metro noventa quizá, y también era atractivo. Su pelo era blanco, un poco largo. Sus ojos eran de un azul celeste.
Vestía una gabardina roja y pantalones negros.
Al contrario que Lady, solo llevaba dos pistolas a la espalda, e, irónicamente, un estuche de guitarra. Rondaría los veintidós años.
Llegando a las oficinas de los STARS, Jill vio a Chris en la puerta.
Él era alto, de más de metro ochenta. Tenía el pelo castaño, igual que los ojos. Y Jill personalmente le encontraba muy atractivo.
Llevaba puesto él también un uniforme de los STARS, en su caso de un verde oscuro. Por encima de la camiseta, Chris tenía puesto un chaleco militar, con las siglas STARS en la espalda.
El joven saludó a Jill desde lejos.
-¿Ese quién es?
-Es Chris. Chris Redfield. Lleva el mismo tiempo que yo en los STARS. Estuvo en las fuerzas aéreas, sabe pilotar, y tiene una puntería excelente. Es muy buen chico, os caerá bien.
Al llegar a la puerta, Tony y Lady se presentaron a Chris.
-Encantado de conoceros. Deberíamos entrar, antes de que Wesker se enfade.
-Yo voy a dejar una cosa en mi taquilla- dijo Jill- vuelvo enseguida.
-¿Quién es Wesker?- preguntó Tony.
-Es el capitán de los STARS. Alto, pelo rubio peinado hacia atrás, y siempre lleva gafas de sol. Será mejor que nos demos prisa, no os gustaría verlo enfadado.
Tony se adelantó. Tomó el mismo camino que había visto tomar a Jill, ya que quería dejar el estuche de guitarra en una taquilla. Cuando llegó al vestuario, encontró a Jill removiendo en la suya.
-¿Hay alguna libre?- preguntó.
-Sí, ésta de mi derecha.
Tony abrió la taquilla, y dejo allí el estuche.
-Sí que es un buen chico.
-¿Quién?
-Chris.
-Si, es un chico maravilloso.- Jill se quedó pensativa, mirando hacia la taquilla de Chris.
-Mm, ya veo.- dijo Tony, con una gran sonrisa en la cara, mirando a Jill.
-¿Qué?- preguntó Jill, girando la cabeza hacia Tony al tiempo que se ruborizaba.
-No te preocupes, no se lo diré a nadie. Esto se queda sólo entre tu y yo.
Jill permaneció un momento mirando a los ojos de Tony. Al cabo de un rato, esbozó una sonrisa, mientras cerraba su taquilla.
-Me alegro de haberte conocido, Tony.- dijo, caminando hacia la sala de reuniones.
Tony la siguió, alegre de haber hecho una buena amiga.
Mientras tanto, Lady aprovechó el momento para preguntar a Chris:
-¿Qué opinas de Jill?
-Me gusta. ¡Quiero decir, cómo es, me gusta su forma de ser!
-¿Eso es rubor, Chris?
Éste aceleró el paso y, al entrar en la sala de reuniones, se sentó a un lado de Jill. Después de sentarse, miro hacia atrás, y pudo ver cómo Lady le lanzaba una miradita de《Te has sentado al lado de ella》.
Chris dirigió rápidamente la mirada hacia delante, a la vez que intentaba disimular su rubor. Jill mediria un metro setenta y tantos, tenia el pelo castaño, corto, liso y bien peinado, con unos ojos azules y claros y, a opinión de Chris era bastante atractiva. También tenía unos pechos... muy llamativos.
Tony prefirió no sentarse, así que permaneció de pie apoyado en el marco de la puerta. Lady se quedó a su lado.
Wesker, el capitán de los STARS. Llevaba una camiseta azul, un chaleco militar negro y unos pantalones del mismo color.
De pie en una tarima, se fijó en todo el equipo, deteniendo la mirada en Tony y Lady.
-Tony, Lady, os presentaría pero tenemos un problema con el equipo Bravo. Ayer por la tarde envié al equipo y su en su última transmisión sólo se oían algunas palabras sobre un aterrizaje forzoso. Desde ese momento Brad no ha podido contactar con ellos. No pienso arriesgar sus vidas, así que vamos a ir a rescatarles.
El capitán de los STARS se dirigió a un joven de pelo castaño, de aspecto pusilánime, a opinión de Tony.
-Brad, pepara el helicóptero.- Y, hablando a los demás, dijo:
-Mientras tanto, vosotros preparaos para partir. En cinco minutos os quiero ver a todos en el helipuerto.

Resident Evil    Devil May CryWhere stories live. Discover now