𝐒𝐓𝐑𝐀𝐘 𝐊𝐈𝐃𝐒 𝐎𝐒

•seungjin: don't break my pride

EDITADO

Hyunjin intentaba ocultarlo por el bien de sus amigos, pero odiaba compartir espacio con Seungmin. De niños no era así, claro que no, de hecho se llevaban muy bien, pero con el paso de los años el menor se volvió insoportable con esa actitud altanera y burlona ¿acaso se creía el mejor de todos? Era denso y le gustaba criticar cualquier pequeño error de sus amigos, era aguafiestas y tenía miradas irrespetuosas. Claro que por su lado solo ignoraba a Hyunjin, le parecía dramático y demasiado infantil además de muy sensible y mimoso ¿qué acaso no sabía del espacio personal? Ridículo.

Pero aunque ninguno pudiera admitirlo, sentían una atracción hacia el otro. Hyunjin es sexy y atractivo, nadie, absolutamente nadie podía negarlo. El chico llevaba las prendas como si se hubieran hecho a medida de su perfecto cuerpo, además de maquillarse muy bien los ojos especialmente, y sus labios tan apetecibles de besar y morder, mucho más cuando se ponía ese piercing falso que volvía loco a más de uno.

Seungmin en cambio tenía un atractivo distinto al de Hwang, en varias ocasiones podía verse tierno en fotografías, pero podría aparecer solo caminando sin importarle el mundo con esa mirada dura y enojada, con prendas un poco más sueltas y el cabello en cualquier dirección y era capaz de lograr robarte el aliento. Gran parte del tiempo que no estaba en grupo, tenía sus auriculares cayendo en cualquier dirección y reproduciendo Day6.

Ahora, los ocho habían decidido salir a una discoteca a pasarla bien, festejar que estaban de vacaciones luego de tan tediosos exámenes. Charlaban, reían y bebían como cualquier otro grupo. Esta noche específica, Seungmin no podía quitar el ojo del mayor, estaba muy guapo. Incluso cuando lo vio llegar a la casa de Minho, donde se habían reunido antes, fue inevitable que no se le fuera la respiración por unos segundos. Una camisa blanca metida dentro de unos ajustados pantalones negros de cuero, con unos zapatos de charol y por encima una campera azul oscuro de cuero. Su maquillaje, por dios su maquillaje, venía bastante cargado a decir verdad. Una sombra café en la cuenca de sus ojos y en sus párpados un color naranja oscuro, un sutil delineado con sombra negra y brillo en su lagrimal. Y por último, bálsamo rojo en sus labios acompañado del maldito piercing falso a uno de sus extremos. Absolutamente increíble.

El joven más alto solía destacar siempre en el grupo, junto con Jeongin, Jisung y Chan, quienes esta noche también estaban ridículamente guapos. Para la atención de Hwang, Seungmin se lució hoy, en su cabeza rondaba la pregunta de cómo alguien podía verse bien con una sudadera sin mangas y pantalón ajustado, pues el menor lo había logrado, al igual que logró llamar su atención. No estaba tan producido como el o alguno de sus compañeros pero el sutil maquillaje y el pelo desordenado estaba viéndose de lo más atractivo.

-Hombre, que ya no quedan tragos-dijo el mayor con una sonrisa.

-Yo voy-dijieron ambos al unísono, conectando miradas por una milésima de segundo.

Luego de anotar las órdenes de todos, fueron hasta la barra que no quedaba lejos de ahí para su buena suerte y pidieron los tragos, en cuanto el barman preparaba los pedidos, el mayor lo miró un poco antes de observar la pista de baile con fingido interés.

-Hoy no estás tan insoportable como siempre, Kim-

-No empieces por favor, estabas logrando que mi paciencia se mantenga intacta-

-Realmente no entiendes mi lenguaje Seungmin-ríe un poco-Te ves muy bien, eso quise decir-soltó.

El castaño no pudo evitar sonreír, alimentaba su ego, por supuesto que sí. Pero Hwang estaba dejando su orgullo de lado al admitir eso, así que se sintió un poco sofocado por estar a solas con el, tal vez la gente, pensó.