[Capítulo 13]🔫

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Capítulo 13: [Giro del destino]

— ¿Mejor? — pregunto Dazai cuando ingresamos en uno de los pasillos que nos llevaría a la tenebrosa oficina de Ôgai.

No conteste, estaba pérdida en mis pensamientos. Sólo me aferre con un estremecimiento a la piel de su mano. Temía que si perdía el contacto con él las horribles voces me tratarían de ahogar en un foso que no tenía fondo.

Tener la inquietud de perder la cordura era horrible.

Unos fornidos guardias nos abrieron las inmensas puertas. Reconociéndonos de inmediato, siempre estábamos merodeando por los alrededores.

Mis dientes se apretaron, el sonriente hombre de ojos violeta tras el escritorio me generaba distintas sensaciones. Incomodidad y miedo eran algunas de ellas.

Cuando trataba de buscarle cualidades positivas estas palidecían con sus actos macabros. Como en ese momento, un pequeño mocoso correteaba por toda la oficina, de cabello de coloración doble, blanco y negro. Abrazaba una muñeca de aspecto perturbador contra el pecho.

— Oye, ¿pasa algo? — mire sorprendida a Dazai, parecía algo preocupado. Mi mano, brazo y cuerpo en general no dejaban de tiritar, ¿Cómo no estar aterrada hasta los huesos? Ese niño que no dejaba de generar desorden no era nadie más que Yumeno Kyusaku.

Q. Con una habilidad de control mental monstruosa. Era el tipo de poder al que le temía por sobre todas las cosas, aquellas que te quitaban el libre albedrío, te convertían en alguien más, te despojaban de ti misma.

— ¿Mari-chan? — Ôgai dijo mi nombre preocupado, respire profundo para calmarme — ¿Porque estás aquí? Deberías estar descansando... ¿Mari-chan?...

— Ella está bien Mori-san, tan bien que es mejor que te prepares para una de sus exigencias sin sentido.

— ¿Exigencias? — me dirigió miradas curiosas — ¿Quieres algo? ¿Una muñeca? ¿dulces?

— Yo diría que es algo como un perro, uno pequeño y de pelaje pelirrojo.

Pise su pie con fuerza. Se alegró al conseguir la respuesta que buscaba, maldito masoquista.

— ¿Y ese niño? ¿de dónde lo sacaste? ¿Quieres poner un orfanato? No me digas, ¿Quieres incursionar en el tráfico infantil?

Ignoro mi sarcasmo.

— Es otro joven dotado como ustedes — Dijo simplemente.

Me molestó, esa explicación tan corta y nada concisa, sólo conseguía irritarme. No podía traer niños de la nada para ponerlos a trabajar en el bajo mundo. ¿De dónde lo saco? ¿en la salida de una guardería?

— ¿Quién eres? ¿El profesor X? No sabía que la port mafia era la fachada de una institución para jóvenes y dotados.

Los labios de Dazai temblaron tratando de reprimir su risa, le di una mirada divertida de complicidad, luego arrugué el ceño recordando que era todo lo que estaba mal en mi vida, no tenía que tener momentos de complicidad con él.

— Me alegra que ustedes dos se estén llevando bien nuevamente — Dijo con las manos entrelazadas bajo la barbilla, una ligera sonrisa satisfecha adornando su pálido rostro.

— Somos un súper equipo, ¿No? ¿Mari-san?

—....

— Ah, tu mirada despectiva hace que sienta mariposas en el estómago — Dijo con voz cantarina y soñadora.

— Padre, quiero preguntarte algo — solté el agarre de sus fríos dedos sobre mí. Tenía que tener más confianza en mí fuerza de voluntad, no depender tanto del castaño. No quería hacerlo, era humillante.

🔫Shadows [Dazai] 0.1Where stories live. Discover now