🔫Shadows [Dazai] 0.1

[Capítulo 6]🔫

Capítulo 6: [De vuelta en casa]

— ¿Es verdad?¿Todo lo que dice esté tipo es verdad?

Trague saliva. Engañar, mentir y ocultar cosas. Todo había sido porque queria sobrevivir, no quería ser arrastrada a la oscuridad. Solo era una estudiante, la cuál fue asesinada y traída a este mundo.

No queria dañarlo.

— Yo...— ¿Que le decía? Nada justificaba mis engaños.

— Bah, me harán llorar —Dazai lucia bastante golpeado, me deje alegrar por unos segundos.

— Cierra la boca Dazai-san, no te metas en mis asuntos.

Puso los ojos en blanco.

— Tu— apunto a Chuuya— Ella mintió, se aprovechó de tu estupidez ¿Para que? — la mirada en su ojo cafe me causó escalofríos.

— Mari-san tu plan se derrumbó — Oh, santo cielo. Dazai hijo de...— No pudiste seguir sacando información de Sheep, error de cálculo mio, lo siento.

Chuuya mando un grito lleno de ira. Dazai me miro con rostro apenado, se inclinó en mi dirección.

— Jefa, lamento haberte delatado sin querer, no entendí lo que hacias hasta que hablé — una asquerosa sonrisa burlona apareció en su rostro.

El queria que Chuuya pensara que era una espia de la Port mafia. Para que me odiara, guardará rencor y nunca quisiera verme de nuevo.

— ¡Onii-chan!, no es verdad, yo...

— ¡Cierra la maldita boca!¡No vuelvas a llamarme así!

No, no. ¿Porque la cizaña de Dazai lo influenció? El y Ôgai se encargaban de hacer mi vida miserable. Siempre que creía que sería libre o encontraba a alguien que pudiese ser cercano a mi, ellos destruirian mis esperanzas.

— Creo que alguien se enfadó contigo pequeña jefa.

Mataría a Dazai.

— ¡Los matare! los enviaré al infierno a los dos.

La enojada voz de Chuuya fue cortada por llamas negras, viento abrasador y una gran onda de choque que nos envío a volar lejos a todos los presentes.

La mano de Dazai sujeto el cuello de mi sudadera, para evitar que me golpeara en algún lugar vital. Me sacudi molesta, queria quitarme su pezuña de encima.

— ¡Sueltame! — el viento enredo mi cabello alrededor del rostro del castaño cuando me apretó contra el. Prefería quebrarme el cuello que ser tocada por ese idiota.

— ¡Quédate quieta!

Cuando sus dedos consiguieron llegar a mi espalda para inmovilizarme, un quejido salió de mis labios sin querer. La herida en mi hombro se estaba abriendo de tanto movimiento.

Una luz de preocupación iluminó su rostro.

— ¿Te heriste?

La furia me encendió. No queria su fingida preocupación.

— ¡Mejor callate!¡Mentiroso!

— Mira quien lo dice— No me miraba, observaba el centro, donde llamas negras rodeaban a cierta persona.

El ex-jefe de la Port mafia.

                        (...)

En momentos como estos queria que la tierra me tragara y escupiera en China.