Algunos días habían pasado desde aquel cumpleaños, Pitchit había sido de mucha ayuda para Yuuri en la veterinaria pero, él debía hacerse cargo; después de todo su mejor amigo era abogado no ayudante de veterinario. Pitchit seguía por esos rumbos pues se estaba encargando de una demanda y su buffet estaba lleno de cosas por hacer.
Mientras Yuuri, estaba trabajando en su clínica, aunque, algunos mensajes le llegaban al celular, no se sorprendía, pues hablar con algunos ya era casi normal en su rutina diaria.
Chris, JJ, Viktor, Yuri y Minami, eran los que mandaban mensajes con mayor frecuencia.Además, desde aquel día había caído en cuenta que... Tenía a un montón de hombres atractivos detrás de él, ¿A quién le diría que quería estar con él?
Toda su jornada laboral se la pasó pensando en eso, tenía un poco de miedo pues, no quería romper el corazón de ninguno así, como una vez se sintió para él."El amor no es una decisión, Yuuri. Enamorarse no es solamente salir a pasear o comer de vez en cuando, tampoco vivir en el mismo apartamento y mucho menos la intimidad.
Estar enamorado, es confiarle a alguien tus defectos, errores y problemas, y que esa persona haga lo mismo contigo, saber amar en los problemas y peleas es más importante que hacerlo en tranquilidad"
Las palabras de su madre resonaron en sus recuerdos, eso se lo había dicho justo después de aquel acontecimiento que no le dejó ver a cuantas personas había dejado ir por su temor.De pronto, unas ganas enormes de ver a su madre le atacaron el alma, pero, sabía muy bien que eso también era parte de crecer para sí mismo. No debía elegir como si estuviera viendo el menú de un restaurante... Si no, dejar que su corazón y pensamiento se inclinaran por aquél que le hiciera suspirar.
Su amor no era de nadie, todavía... Pero tarde o temprano en su corazón habría algo más que su soledad.
― Es hora de cerrar.- Anunció Minami desde la recepción, después de entregar al último cliente su pedido de productos alimenticios.
Con eso bastó para sacar al azabache de sus pensamientos y hacerle reaccionar; El día entero se le pasó como un abrir y cerrar de ojos, desconcertándolo de cierta manera, pues todo ese día se la había pasado haciendo inventarios y uno que otro papeleo.
Terminó de firmar algunos papeles y de acomodar algunas cajas antes de comenzar a apagar las luces y cerrar con llave, Minami se ocupaba del segundo piso mientras que el japonés mayor terminaba de verificar los seguros y ventanas.
YOU ARE READING
Veterinario Por Excelencia
Fanfiction[ A U ] Yuuri katsuki de 20 años de edad se dedica a ser un médico veterinario, con un gran amor a los animales combinado con la disciplina tan típica de un japonés, es considerado el mejor en esa área en San Petersburgo, con otros pasatiempos de po...