Trastornos Mentales

¡No estoy loco!

Desperté nuevamente con la misma pesadilla, donde no soy capaz de controlarme, de ese modo, por culpa de mis demonios mataba a mi amada T.N.

Abrí lentamente mis ojos con miedo de que no hubiera sido un sueño. Que realmente me había convertido en un monstruo.

Mi mirada se centró en el cuarto color crema, solo, era confuso, no reconocía el lugar.

—Pero ¿donde estoy? — pregunto al vacío.

—En él hospital psiquiátrico— dijo una voz de mujer. Era algo tan extraño.

Una mujer con bata blanca, con lentes,  el cabello recogido en una coleta, con una libreta o algo parecido y un bolígrafo en mano.

—¿Por qué? ¡Si yo no estoy loco!— protesté. El psiquiatra es para locos.

—No estas loco solo estas enfermo.— dijo tratando de calmarme

—Jajaja si estas loco por eso estas aquí.— una voz en mi cabeza habló nuevamente como cada día.

—No estas enfermo.— dijo otra.

— Eres un loco —

— Loooco—

—Jajaja ¿que no te das cuenta tú estas loco?. Si no ¡¿Porqué nos escuchas?!.— otra más.

—Callense ya— grité —¡no estoy loco!— tengo miedo. Me atormentan.

—¿Otra vez te están hablando?— hablo nuevamente la señorita, ella sabía claramente lo que sucede en mi mente.

—¿Como lo sabe?— tenía curiosidad.

—Porque ese, es él peor trastorno que tienes Jimin. Bueno, Jimin, me voy te dejo. Mañana volveremos hablar.—

— ¿Él peor trastorno que tengo? Pues cuantos tengo.— pensé

—Ya te dije no tienes ningún trastorno tu solo estas loco.— habló nuevamente las voces de mi cabeza.

—Ya callate no estoy loco.— grité.

— No, él no esta loco solo estas enfermo. — ¿acaso esta será mi conciencia defendiendome?

—Ya callense y dejenme en paz — grite, esto me vuelve loco.

—Jamás te dejaremos.—

—¿Recuerdas como decías que gracias a T.N ya no nos escuchabas?—

—Si.— era cierto. Necesito a T.N

—Todo era mentira porque ella nunca te amo.—

—Callate ella si amo a Jimin.— conciencia ¿eres tú?

—No es cierto si ella lo hubiera amado él no estaría aquí.—

— Ella me amo  y me ama entiendelo.—

Gracias a T.N dejaba de escucharlos mientras ella estaba conmigo. Pero cada vez que ella se iba de mi lado ellos regresaban mi mente era consumida  por mis pensamientos inseguros donde siempre me invadían los mismos, "que ella me dejaría de amar, me preocupaba que le pasara algo porque yo no la protegía. Me enojaba que ella hablara con los chicos." Ya no era yo quien me controlaba sino más bien unos de mis demonios. Por así decirlo

Ellos siempre se burlan de mi, me hacen ver cada uno mis defectos. Hasta él más mínimo.

¿Soy un maldito loco? ¿Es en verdad lo que siempre he sido?

—Apenas te das cuenta.—

—Siempre lo haz sido.—

—Eso no es verdad la doctora dijo que es una enfermedad.— ¿otra vez tu conciencia?

—Qué incrédulo eres.—

—¿Creías que ella en verdad te ama?—

— Ella me ama —

—No te ama, como alguien tan bonita como ella se fijaría en él moustro que eres ¿Qué jamas te has vistos en él espejo?—

— Eso no es cierto, él no es un moustro.—¿conciencia?

—No le mientas él es un moustro, gordo feo y loco.—

—¡Ya! ¡Ya lo se! ¡Ya callate por favor!— espero que escuchen mis suplicas. Ya no quiero oírlos.

La verdad él tiene razón soy un moustro, gordo y loco.

Recuerdo bien todos las veces que después de comer me iba a vomitar por el hecho de  estar gordo. Me da asco mi cuerpo.
Recuerdo lo mal que me sentía por culpa de ellos. ¿Jamas me dejaran? y ¿T.N? ¿Me extrañara? ¿Me amara? ¿Pero que trastornos tengo? ¿En verdad estoy loco? ¿Que estoy haciendo aquí?