Capítulo 10: Tenemos que hablar

3.6K 516 258
                                    

Había pasado semana y media desde el episodio de la casa abandonada. Por lo que sabía, el brazo de Wei Ying ya estaba bien. Tuvo fiebre la primera noche, pero al final no fue nada preocupante. Ese capullo se recuperaba rápido de todo. Lo típico, mala hierba nunca muere; le había mandado un mensaje de WhatsApp con eso y la respuesta de su querido hermano había sido media tonelada de stickers con su cara. Su niño vampiro —no oficialmente adoptado, pero casi— seguía comatoso por el shock, aunque según el mago despertaría pronto. Hay que tener en cuenta que un "pronto" de Wei Ying podía abarcar desde una hora hasta una semana, siempre fue muy inexacto con los tiempos. Daba igual. Cuando se recuperara, Jiang Cheng quería ir a hablar con él y aprovechar para echarle una mano con todo el asunto, aunque sin duda la que más experiencia tenía cuidando de vampiros conversos en sus primeros días era Jiang YanLi. Un hijo nacido inmortal pero con ciertas dificultades adaptativas y el pavo real de su esposo... sí, sin duda si había alguien que supiese actuar con calma y sangre fría ante el tema, era ella. Quizá los visitase pronto, sus últimas llamadas le habían ido poniendo sobre aviso. La familia Jiang-Jin pensaba dejarse caer por la ciudad dentro de no mucho, y su hermana quería conocer a su novio. Eso no era lo peor, no. Por desgracia, por mal karma o por pura casualidad, quién sabe, su novio se moría de ganas de conocer a su hermana. No sabría dónde meterse cuando el día llegara, pero por suerte todavía faltaba para ello. No mucho, porque al pavo real que era Jin ZiXuan no le importaba comprar billetes de avión caros, pero sabía que por lo menos tenía otra semana para mentalizarse. Sin embargo, bastante más importante para la historia que nos atañe en el aquí y el ahora eran un detalle y un tema completamente distintos.

Había pasado semana y media desde el episodio de la casa abandonada y, desde entonces, Jiang Cheng no había dormido en su propia casa. Ni interés tenía en hacerlo, la verdad.

Un mediodía como otro cualquiera, Jiang Cheng regresaba de sacar a Xing de paseo por el parque. Todo habría cuadrado a la perfección en la rutina a la que acostumbraban de no ser porque en vez de dirigirse a su edificio sin ascensor, entró con la copia de la llave que Lan Huan había decidido darle unos cuantos días atrás, para que así no tuviese que estar llamando al timbre cada dos por tres. Nada más pasar al recibidor, el vampiro se retiró la capucha y las gafas de sol que le protegían del dañino clima sin nubes. Maldito cambio climático, no debería hacer ese sol en enero. El ascensor estaba ocupado, algún vecino bajando o subiendo, así que Xing y él se quedaron esperando pacientemente —o todo lo paciente que podía ser Jiang Cheng, que no era mucho; en menos de un minuto ya estaba dando golpecitos con el pie en el suelo y frunciendo el ceño— a que este llegara al bajo. Contenta, porque gracias al buen humor de su dueño ella también estaba muy alegre últimamente, la pequeña shiba se puso a dar vueltas alrededor del vampiro. Movía la cola sin parar. Para llamar su atención acabó poniéndose sobre dos patas, apoyada en su rodilla izquierda, con la lengua fuera y la carita sonriente. Jiang Cheng no podía resistirse a ella, ni a ningún perro en general, así que acabó por esbozar una media sonrisa falta de malicia y por rascarla detrás de las orejas. Justo cuando estaba en ello, el ascensor se abrió dejando pasar a una chica joven, casi una niña, que debía ir de camino a la calle en vez de estar volviendo del instituto, que habría sido lo más lógico viendo la hora y el día. Tenía los iris de un color tan claro que resultaba anormal pero, por habérsela cruzado un par de veces, el vampiro sabía que no era más que una humana con una alteración genética rara y benigna. Eso sí, era una de las vecinas más cotillas de Lan Huan.

-¡Buenos días! -Saludó con cierta hiperactividad.

-Buenas.

Educado pero distante, deseando llegar a casa, Jiang Cheng se limitó a asentir con la cabeza e intentar entrar en el ascensor. El destino no estaba de su parte.

Hollow [XiCheng] [Mo Dao Zu Shi Fanfic]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu