Dicen que nada esta escrito, ya pasaron años desde sus aventuras como Holders, ahora son adultos y el tiempo no pasa en vano, todos hicieron sus vidas, en especial el campeón de Kanto y la caballero del bosque Viridian, ellos ahora viven juntos y es...
Los primeros rayos de la mañana se asomaron en la región de Kanto, y en la casa del campeón quienes se levantaron primero fueron los fieles compañeros de la pareja, Pika y Chuchu, quienes no dudaron en despertar a Red y Yellow para jugar, ambos al sentir las pequeñas narices de sus amigos despertaron y se dieron su beso de buenos días, y por insistencia de los pequeños Pokémon, salieron de su habitación para bajar a la cocina y desayunar.
Red se adelanto y quiso ser el quien preparara el desayuno, esto sorprendió a Yellow puesto que él era algo torpe para la cocina, pero aun así lo dejo, después de unos minutos sirvió 2 platos de avena, algo sencillo, pero hecho con amor.
— Aquí tienes linda— le decía mientras la daba su plato y se sentaba frente de ella.
— Gracias Red— respondió mientras le daba un beso en la mejilla cuando se agachaba para darle su plato.
Durante el desayuno todo fue tranquilo, platicaron, rieron y lavaron los platos juntos, a mediodía decidieron salir de compras a ciudad Azulona, pero querían ir caminando para disfrutar el día, fue así que en su trayecto muchos saludaron al campeón y a su novia, al llegar al centro comercial compraron de todo un poco, víveres, algo de ropa, incluso juguetes para sus Pokémon, en un momento dado, red se separo de ella un poco para ir a comprar en una tienda de comics, Yellow lo espero afuera de la banca en una tienda cuando de la nada 2 chicos aparecieron frente a ella.
— Hola nena, ¿estás tú sola? —dijo uno de ellos sentándose muy cerca de ella en la banca.
— ¿Por qué no vienes con nosotros? Tal vez te guste— Dijo el otro mientras le sonreía y se sentaba del otro lado.
— Bueno yo...vengo con mi novio... — estaba algo nerviosa, normalmente nadie salvo Red le hablaba así, salvo Gold cuando lo conoció.
Estos chicos se acercaban mas a Yellow cuando de pronto sintió que alguien la jalo de las manos hacia el frente, esta al darse cuenta vio que estaba siendo tomada por Red, quien miraba a esos chicos con una cara de furia que solo ponía en sus batallas contra enemigos.
— Lo siento, pero ella viene conmigo— decía al tiempo que con su sola mirada ponía a los chicos a temblar al ver al campeón, acto seguido salieron corriendo.
— ¿Estas bien Yellow?, ¿te hicieron algo? — su expresión había cambiado a una mas dulce en cuento ellos se alejaron y miraba a su pequeña rubia.
— S-si... gracias amor... — estaba muy desconcertada, normalmente Red jamás era así de agresivo—
Ambos se fueron de vuelta combinado con todas las bolsas en la mano, sin embargo, desde que la sujeto Red no la soltó para nada, sin duda con los años aun no manejaba bien algunas emociones, los celos eran uno de ellos, pero a Yellow le encantaba esa cálida sensación en sus manos, sin dudarlo se aferro al brazo de su novio sin soltar el agarre y se fueron todo el camino hasta casa de esa forma, tomados de las manos. Una linda tarde del 11 de Julio si se lo preguntabas a ellos.
