Ayer me dieron ganas de llorarte y me encontré con un arsenal de lágrimas vacío.
Me arriesgué a probar un vino de remordimiento y solo obtuve la metamorfosis a un rompope de mutismo.
Ayer obtuve tu foto en marco de oropel y guardé la tierra sepulcral debajo de mi almohada.
Y me volví incendiario, para cauterizar la negación en forma de anestesia.
Ayer peleé con la tentación de dejarte cempaxochilt o granos de café para aminorar tu espera.
Anhelé encontrar la catarsis (o destruirla) y dejar que cale dentro de mis venas.
Ayer quise pescar memorias que hundan mi navío y ser el capitán con el ancla atada a su tobillo.
Y desperté con la ausencia entre los labios y ella escapó en un respirar insípido. Se llevó la parte muerta de mi alma, aquella que murió contigo, la sembró a tu lado y de allí nació nuestra utopía.
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Post mortem.
PoetryPorque quiero que alguno de estos versos se escriba en mi epitafio. Poemas que surgen después de morir un poco todos los días, de cambiar y renacer casi al mismo tiempo. Versos distintos que aún buscan un orden en el universo.