Quiero confesar que anhelo el fármaco de tus besos, 25 gramos de ti durante la noche. Bajo la protección de tus cuentos nocturnos y de las canciones que murmullas con tus ojos.
Quiero ser el funambulista suicida, aquel que te cruza de sol a sol con la mirada perdida en tu relieve. Conociendo tus pliegues escondidos y tu nuevo aroma a flores embriagantes.
Quiero morir de tanto tenerte, de intoxicación por tomar tanto de tus besos, de asfixia por tus manos hacia mis pulmones o por la metamorfosis de salir y ya no ser el mismo.
Quiero que seas la causa de mi agonía, de mis delirios y divagaciones, del mortal deseo que me engulle contigo coronando mi sentencia.
Quiero morir en ti, en el hueco de tu pecho escuchando tus latidos o cerca de tu boca para anclarme a la deriva.
Quiero morir, porque entonces mi espíritu no abandonará tu cuerpo y porque solo muerto mi alma soportará más de 25 gramos de la tuya.
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Post mortem.
PoetryPorque quiero que alguno de estos versos se escriba en mi epitafio. Poemas que surgen después de morir un poco todos los días, de cambiar y renacer casi al mismo tiempo. Versos distintos que aún buscan un orden en el universo.