Mi primer Amor 🖤

Epilogo🖤

TP Arthit

- ¿Nervioso?

- Mmm ¿no?

- Ayy por favor Arthit!

- Ashh

Chaqué mi lengua mientras hundía mi cabeza entre mis manos. Realmente mis nervios me carcomían, en cuestion de unos pocos minutos mi vida cambiaria repentinamente y las dudas no dejaban de azotarme.

¿Y si lo hago mal?

¿Y si tropiezo?

¿Y si se arrepiente?

¡Oh mierda!

¡Y si se arrepiente!

Comencé a sentir como él aire me faltaba de repente, claramente tener un ataque de pánico en este momento no es lo mejor que me puede pasar en un día tan especial.

- Arthit, Arthit. Cálmate.

Sentí las manos de yull apoyarse con algo de fuerza sobre mis hombros, dandome una mirada algo preocupada ante mi actual comportamiento. Sus brazos lentamente se envolvieron al rededor de mi cuerpo, haciendo que mi cabeza ahora descansara cerca de su pecho y una de sus manos acariciaba mi cabeza.

- ¿Te arrepientes?

Negué lentamente al mismo tiempo que trataba de calmarme.

- Yoo... yo tengo miedo.

Yul se alejo un poco de mi, posando sus ojos en los míos y dándome una pequeña sonrisa.

- ¿Miedo de que?

Mordi un poco mis labios antes de tomar todo el valor posible para hablar, yull ha sido mi amiga desde ya un tiempo y aunque nuestra relacion no fue la mejor al principo y ella me haya dado un pequeño trauma, ahora es alguien especial que logro con el tiempo, y me refiero a mucho tiempo, a ganarse mi cariño.

- Que... que pasa.... ¿y si se arrepiente? Y si.... ¿y si no quiere estar a mi lado. Y si.... ¿¡Deja de quererme?! ¿¡Que hago!?

Yull fruncio el seño ante mis palabras para luego soltar una pequeña carcajada y tomar mi rostro entre sus manos.

- ¿Es encerio? Yull me regalo una pequeña sonrisa una vez mas - Arthit eres alguien increible, mirate. Eres todo con lo que una persona puede soñar, todo lo que cualquiera querría adorar y sobre todo alguien que cualquiera podría amar sin el mas minimo esfuerzo, por que sinceramente solo un idiota no se perdería la intencidad de tus ojos, en la dulzura de tu voz, en.... Ella sonrió con sus ojos brillosos. - Si kongpob no ve eso seria un idiota y te puedo asegurar que el es todo menos eso. El te ama y te ama con locura. Y créeme cuando te digo que ese amor es eterno. Ella tomó un poco de aire y las lágrimas comenzaron a formarse en sus pequeños ojos. - ¿Aún ecuerdas como te convencí para que hablaras con el?.

Extendí mi mano secando una pequeña lágrima que había logrado escaparse de ella. - Claro que si, como olvidarlo, ese día lograste traumarme.

Ella río sonoramente. - Y ¿que querías que haga? No querías hablarle, lo evitabas como la peste y luego llorabas como un niño.

- ¡Hey! Yo no lloraba como un niño.

- Se que lo dije muchas veces pero en verdad lo siento. No me dejaste otro camino. No querías hablarle y kongpob estaba echo un pequeño trapo y yo no podía verlo asi. Ella me volvió a sonreír - Realmente eres muy terco y bueno no conozco otra forma para hablar con los demás.