Meant to be together.

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Luego del desayuno Harry se retiró a su habitación pues ya no había nada que pudiera hacer allí. Asumió que con la llegada de la sobrina del Rey habría asuntos familiares que resolver de los cuales no sería parte, era lo más probable.

Cuando estaba por llegar a la habitación se encontró con una lechuza al medio del camino que le impedía seguir avanzando, donde quiera se movía para esquivarla esta se posicionaba. Era demasiado extraño. De pronto sintió que alguien se acercaba a sus espaldas. Miró hacia atrás por el rabillo del ojo y vio a Logan aproximándose con una sonrisa que lo perturbaba.

– Creo que tú y yo necesitamos tener una charla – el rizado tragó duro y comenzó a ponerse nervioso – pero no te preocupes, mientras no ocultes nada estarás bien ¿Verdad?

Harry sólo asintió y siguió al hombre hasta la parte más alta del castillo, lo primero que vio cuando llegaron hasta arriba fue una silla. Junto a ella una soga y un pañuelo que eran sostenidas por dos guardias que se miraban nerviosos.

– Príncipe Halen – dijo con tono de burla – no creo haberlo visto antes o saber dónde está su reino.

– No lo culpo, es bastante pequeño – respondió con seguridad – ahora ¿Me permite retirarme?

– Si supiera el peso de su cargo no habría obedecido a venir hasta aquí señor – se acercó – ¿Es usted realmente un príncipe?

– ¿Disculpe?

– Como me oyó, he notado un comportamiento extraño en usted, hablando solo en su habitación.

– ¿Me ha estado espiando? No creo que eso sea–

– ¿Apropiado? No lo creo. ¿Y mentir Harry? – Lo encaró finalmente y el rizado comenzó a caminar de espaldas hasta que quedó sentado en la silla – No creas que no me di cuenta.

– No sé de qué está usted hablando, me iré. – Se iba a poner de pie para marcharse y Logan chasqueó los dedos. Enseguida los dos guardias se acercaron dudosos a él y lo tomaron fuertemente de los brazos imposibilitando que se moviera.

– Harry, Halen. Como te llames – suspiró y se acercó al muchacho – eres el mismo de la cueva.

– ¿Estás tan seguro?

– Sí, porque reconozco tus ojos y la valentía de tu corazón – tomó al alfa del mentón y lo elevó mientras forcejeaba por soltarse – porque yo te guie hasta esa cueva y... - se encogió de hombros – Te necesito fuera de mi camino.

Los guardias lo sentaron a la fuerza y amarraron sus muñecas por detrás al respaldo de la silla. Luego ataron el pañuelo blanco a su boca y parte de su nariz, prohibiéndole hablar o emitir algún sonido.

– Si tú tienes la lámpara en tu poder – comenzó a acercarse a la salida, Harry miró su bolsillo como reflejo, estaba ahí. – Podrás salir sin ningún problema y salvarte en el momento en el que te lancemos por aquella – señaló detrás del rizado – ventana.

Harry entrecerró los ojos y comenzó a moverse con desesperación.

– Así confirmaré mi teoría y voy a hacer que te destierren sucia rata – comenzó a reír – y si no, dormirás con los peces y desaparecerás de todas formas. Funciona para mí, mueras o no.

Los guardias prosiguieron y arrastraron la silla hasta la orilla, esperando por una señal.

– Descanse príncipe Halen – hizo una reverencia, en cuanto recuperó su postura chasqueó los dedos y los guardias lanzaron al alfa al mar.

Harry no alcanzó a reaccionar ni hacer algo, solo sentía el aire en su cara, desordenando su cabellera. En menos de tres segundos estaba sumergido en el fondo del mar. Comenzó a moverse buscando que tal vez con eso la lámpara saliera de su bolsillo.

I can show you the World (Omegaverse)Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora