Capítulo 39

3.3K 380 70
                                    

Lo siguiente que sucedió fue el brindis de los ya esposos, ya todos en sus mesas, con la luz de la tarde sobre ellos, las mesas dejaban un perfecto espació al centro para bailar. Todos brindaron y la comida fue servida y, pese a todo, una charla amena se formo. 

Al otro lado de todo el lugar, pero frente a los novios, se encontraba la mesa más grande de todos, se había tomado la decisión de poner a todos los chicos más jóvenes juntos para que no se aburrieran, tanto adulto era igual a charlas aristocraticas y de vivencias, cosa que obviamente, los más jovenes no deseaban, así que uniendo a todos, se formo una de las mesas más "ruidosas" ya que ellos reían ante cualquier mínimo detalle. 

El resto eran mesas más "pequeñas" y normales, de diez personas donde todos charlaban amena mente, mirando de vez en cuando a los más jóvenes reír, también estando todos los más jóvenes en una mesa, no sentían tanta la presión de sus padres, y no se portaban tan rectos y cuidadosos con las reglas, los Slytherin solo cuidaban su ropa. 

—Dicen que cuando termine el baile de los novios podemos comer algunos postres— comento Ron, quien había encontrado con Crabbe y Goyle un buen par que compartía tanto el gusto por la comida como sus hermanos. 

—Les darán vino toda la noche, así que no se embriaguen, pueden pedir que les den alguna otra cosa— aviso Pansy al ver como las otras chicas miraban con curiosidad sus copas, gracias al aviso pudieron tomar el cuidado necesario para la primera vez que probaban vino. 

—El baile de los novios sera tan romántico— Lavender llevaba suspirando desde el inicio de la boda, era una chica muy romántica después de todo.

—¿A quien traerán para cantar?— pregunto Zabini  mirando ligeramente a la mesa de casados. 

—No escuche nada al respecto— comento Draco limpiando un poco sus labios con su servilleta —Solo se que Sirius estaba feliz y presumía a papá sobre eso, pero el no le dijo ni a mi madre— 

En el momento en que todos estaban terminando de comer y llevaban unos minutos de charla y risas, de nuevo los instrumentos encantados volvieron a escucharse haciendo que poco a poco todos comenzaran a guardar silenció. Las mesas se fueron acomodando mejor y pronto todos miraban hacia el centro de la pista. 

La sorpresa llego cuando una muy conocida y famosa voz empezó a escucharse al cantar (al menos conocida para los adultos más que nada), el fantasma de una mujer bajita entro atravesando las enormes puertas, cantando hasta llegar al frente del matrimonio. 

Era de aquellos fantasmas que ya podían hacerse tangibles, así que se movió por el centro del lugar a paso tranquilo para llegar frente a un Sirius más que sonriente y un sorprendido Severus, no queda decir que el resto estaba más que maravillado.

Édith Piaf, una famosa cantante francesa, una bruja amante de la música que no quiso quedarse en el mundo mágico donde el arte no evolucionaba tanto como otras áreas mágicas, y ella sabía esa razón, porque para cantar, bailar o actuar, no se necesita magia, solo pasión y esfuerzo, sin importar que dificil fuera la vida, ella no renunció a cantar. Una mujer que murió y se convirtió en fantasma, nadie sabe que el lo que la ata al mundo, cuando le preguntan la mujer dice no querer despegarse de su marido (el cual es un fantasma por igual) porque eran tan egoístas que no querían soltarse para tener otra vida y esperar todo ese tiempo para reencontrarse. 

La cantante era fácil y dificil de convencer, nadie sabía que la impulsaba a aceptar, simplemente lo hacia cuando quería y con quien quería, no pedía ni dinero ni recompensa, pero jamas era forzada a hacer algo que no quería, tan extravagante como en vida.

Si vous voulez bien écouter (Si quieren escuchar), Je vais chanter un chant d'amour, (Voy a cantar un canto de amor)— La fantasma le sonrió a ambos antes de darse la vuelta para continuar andando por el lugar —Un chant d'amour banal à souhait (Un trivial canto de amor si así desean), Pour deux amants qui s'adoraient. (Para dos amantes que se adoraban)...— Señalo a la pareja con su mano, como si fuera necesario presentarlos.

El omega que nadie notó.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora