Capítulo 29

3.7K 454 80
                                    

Tenían que arrinconar a Hermione antes de las vacaciones de navidad, Harry estaba seguro de que la castaña iba a pasarlas con su familia esa vez, su relación no era lo suficientemente buena como para que pasaran la navidad como los últimos años, pero darle ese tiempo para que pesara sobre lo que tenían que decirle. 

La castaña se ocultaba muy bien de ellos los últimos días, pero no importa cuanto corrieras si tenían el mapa del merodeador para apoyarlos en esa labor. Fue solo cuestión de tiempo para tener a Hermione a solas y no pudo negarse para cuando la arrastraron a la sala de los menesteres durante la hora de la comida para charlar sobre lo que les importaba, más que nada Ron era el que quería hablar y Harry estaba para mediar y apoyar ambas partes. 

El lugar era bastante cómodo y tranquilo, Dobby les hizo el favor de proporcionarles algo de comida, una sala que se mantenía caliente con el fuego de una chimenea, una mesa en el centro y tres cómodos sillones para cada uno, formando un triángulo, la chica se mostraba algo renuente, pero terminó por rendirse y sentarse en uno de los sillones, notando que no existía algo como el más lejano entre esos tres. Era un lugar sencillo y reconfortante, era de agradecer que fuera tibio, con las temperaturas que había ahí afuera era mejor de esa manera. 

Los tres suspiraron de alivio al tomar una taza de un delicioso chocolate caliente, con un sorbo y sus mejillas volvían a tomar algo de calorcito, podían quitarse guantes y bufandas un momento mientras estaban ahí. Galletas, bocadillos pequeños, bastante dulces que eran de agradecer. 

—¿De que se trata todo esto?— preguntó finalmente la chica con un notable gesto de molestia plantado en su rostro.

—Tenemos que hablar y dejar las cosas en claro, no podemos seguir así— comentó Harry con gran seriedad —esto puede marcar el destino de nuestra amistad— 

—Pues hace mucho que nuestro trío se ha deshecho— comento la castaña tomando una galleta mirando fríamente a Ron antes de volver su mirada a Harry.

—Justo de eso estamos hablando, esas acciones, debes ser comprensiva Hermione, estar dispuesta a escuchar sobre lo que tengo que decirte, es importante para mi, si aun me quieres, por favor, intenta entender— suplico Ron, se notaba algo nervioso, incómodo, aunque decidido, solo bebía de su chocolate, no había tocado ni una sola cosa que había en la mesa. 

La chica miró con cierto escepticismo al pelirrojo, pero al ver a Harry este le asintió una vez para dar a entender que debía aceptar, la chica suspiro, realmente no tenía muchas opciones.

—Bien, voy a escucharte— se dejó caer sobre el sofá, al menos el respaldo de este, eliminando su porte erguido pero mirando con detalle cada acción del pelirrojo desde ese momento. 

—Gracias por eso— relamió sus labios pensando en sus palabras, como iniciar por todo —Primero quiero disculparme, he sido un imbecil muchas veces, te he fastidiado, no solo a ti, a Harry, a ambos les he fallado, he sido inmaduro, explosivo y testarudo, pero quiero cambiar eso, mejorar, ya querer ser una mejor versión de mi es algo positivo ¿No?— Harry asintió con seguridad, la castaña solo hizo un leve gesto de estar algo de acuerdo, bastante dubitativa. 

—Fui un completo patán cuando me molestaba porque estuvieran con Krum o con alguna otra persona, creía sinceramente que me gustabas, que sentía algo más que amistad por ti, pero creo que he confundido emociones de las cuales ninguna terminarían bien, ninguno sería feliz, por eso me disculpo también, por confundirte, por sentirme celoso sin razón aparente, cosas inmaduras de mi parte, pero creo que lo que supuestamente sentimos no es un verdadero enamoramiento, tal vez aprecio y amistad, cosas así, no soy un experto en el área, de hecho soy muy torpe con los sentimientos, así que... lo que quiero decir es, lo siento tanto por confundirte con mis sentimientos, lastimarte, hacerte todo esto— miraba con seriedad a su amiga, sus ojos rojos, se veía el nerviosismo de como apretaba su taza vacía con sus manos. 

El omega que nadie notó.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora