Vanguardia de la Noche Eterna

1: ¡Transmigración inversa!

Tyron Odin era un asesino.

Fue quizás el maestro asesino más famoso y mortífero del continente Albion en los últimos milenios.

En su vida anterior, había venido de un clan antiguo aislado, y tenía la sangre de los dos elfos antiguos y los íncubos en sus venas. El clan Odin siempre había estado estrechamente asociado con la profesión de asesino durante generaciones. Como el hijo mayor de su generación, Tyron mostró un talento notable desde la infancia y recibió una intensa capacitación de Bluebell, la organización asesina más grande del mundo.

Solo le llevó veinte años convertirse en la mayor carta de triunfo de Bluebell.

Como maestro asesino, estaba familiarizado con todas las fuerzas poderosas y familias nobles. Una investigación de pánico sobre sus antecedentes y experiencia condujo al descubrimiento de que era un descendiente raro de raza mixta y un asesino de renombre mundial que inspiró tanto la reverencia como la desesperación.

Era como el señor del demonio ardiente del abismo. Todos sabían que estaba protegiendo a Bluebell, y sabían que serían capaces de erradicar a la organización asesina si lo sacaban, pero nadie se atrevió a salir y buscar su ubicación exacta.

Como medio elfo, los seis sentidos de este maestro asesino eran extremadamente agudos, y su habilidad de combate era poderosa e incomparable. Como medio incubo, también era bueno en camuflaje y sigilo. No había ningún lugar en el mundo al que no pudiera llegar si quisiera; era un enigma mortal, y las leyendas decían que tan pronto como uno veía claramente su rostro, morirían por él o morirían en sus manos, o tal vez incluso estirarían voluntariamente sus cuellos y esperarían la muerte.

Tyron Odin no era creyente, por lo que su alma vagó por el desierto después de su muerte y fue capturado innumerables veces por varios dioses de todo tipo de panteones.

No estaba dispuesto a convertirse en el 'Eterno Inmortal' (un título elogioso para un alma muerta), y estaba aún menos dispuesto a convertirse en el elegido de cualquier dios, por lo que hizo un trato con el Dios de la matanza.

Trabajó para el Dios de la matanza durante seiscientos años a cambio de la libertad de su alma. No tendría que entrar en el ciclo de reencarnación de los mortales, ni entraría en el reino de ningún dios. Por el contrario, podría entrar en un lugar en el tiempo o en el espacio donde la vida podría surgir y obtener una vida completamente nueva allí.

Durante estos seiscientos años, experimentó ser un mero don nadie, observando desde un costado con ojos indiferentes mientras el mundo cambiaba, las dinastías subían y bajaban. Se rió arrogantemente de los príncipes por esa misma razón, y miró con desdén a las personas que luchaban por sus vidas. También experimentó lo que se sentía al obtener la voluntad divina como un ángel incandescente que cayó en el mundo mundano, arrojando y volcando una vasta tierra que abarcaba millones de hectáreas, empuñando una espada de doble filo en sus manos mientras mataba a príncipes y generales por igual, masacrando ejércitos enteros solo. Su corazón era tan frío como el hierro por esa misma razón, habiéndose acostumbrado a ver el límite entre la vida y la muerte, la sangre y el fuego.

El tiempo transcurrió en un indistinto y borroso durante este período.

Tyron Odin volvió a despertarse de su profundo sueño. Esta vez, no podía sentir la voluntad del Dios de la matanza, pero escuchó una voz mecánica familiar e indiferente:

"La tarea ha comenzado. Mata a todos los competidores en el campo y obtén las calificaciones para ingresar a las semifinales y los puntos de bonificación ocultos. Competidor número 419, su número actual de asesinatos es: 0."

Después de escuchar estas breves oraciones, Tyron abrió lentamente los ojos.

Vio que estaba en un entorno similar al antiguo coliseo romano. Colocado en el centro había un gran pozo de fuego en forma de anillo, y cuatro puentes de piedra atravesaban el pozo de fuego y conducían a una plataforma circular que estaba suspendida en el medio. Él y las 99 personas restantes se pararon alrededor del pozo de fuego. Cada uno llevaba una máscara y tenía un código digital colgando sobre sus cabezas; presumiblemente, Tyron también apareció así.