VI - Abismo Floreado

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— ¡te ves tan lindo!

—No creo que vaya a durar mucho.

—Namjoon me dijo una vez que precisamente por ser efímero, es bello.

—Quisiera estar de acuerdo, pero eso significaría aceptar tus ausencias de mi lado.

Jimin rió cantarín. Estar a solas con Jungkook es un placer que podría gozar eternamente sin cansarse. Le gustaba tanto ponerle flores, hacerlo lucir como la primavera que crea para los mortales. Esa que Jungkook no puede admirar mucho por temas de deberes en el inframundo así como la perturbación que crea su presencia en un reino tan lleno de vida.

Jungkook no deja de ser muerte... por ello es capaz de recibir a todos los desconocidos en su hogar.

Por su parte, se deja hacer por Jimin, su tierno esposo que sigue comportándose de forma tan infantil e inocente cuando se encuentra junto a él en momentos así. Una sonrisa brillante, cabello negro y piel de porcelana decorada con flores de tonos tan vivos como él.

Jimin es vida... es la resurrección misma. Lo necesita para estar completo. Sin vida, no hay muerte, así de sencillo.

Tal como imaginó, las flores lentamente se marchitaron y cayeron, Jimin no le dio importancia al tema para darle un beso en la frente, en la nariz y por último en la boca Para luego levantarse. Los elíseos es como estar en el Olimpo, pero con Jungkook. Es sin lugar a dudas su lugar favorito y lo recuerda a muchas cosas que gusta de hacer allá arriba.

Empezó a correr y Jungkook a perseguirlo bastante rápido. Ve la melena negra de Jimin revolotear al mismo tiempo que su ropa. Los pies siempre descalzos. Pasado un poco de tiempo acabó por atraparlo y en el proceso cayó sobre él. Jimin ríe a carcajadas antes de jalarlo para abrazarlo con fuerza. Jungkook aprovecha la apertura de las ropas ajenas para repartir suaves besos a la piel de su esposo.

—No te emociones tanto, el templo de Woozi está muy próximo. —comenta acariciando el cabello de Jungkook.

—Una vez entró a mi palacio a hacer el amor con Mingyu... De hecho, Yoongi fue concebido ahí.

Jimin parpadeó repetidamente ante aquella información. Nunca creyó que Woozi -Hypnos-, haría algo como eso, aunque bueno, tampoco conoce a Mingyu -Nix-, como para ser plenamente consiente de que pudo haber pasado y que no. Lo cierto del asunto es que acabaron por hacerlo a mitad de los elíseos sin ninguna clase de pudor o testigos a ello.

Esta es una de sus tantas temporadas en el averno. Ha pasado mucho tiempo con Yoongi, incluso a dormido en su pequeña cueva y Jungkook lo ha ido a buscar estando así. Su tiempo de volver al olimpo está muy cerca, aparte de su tiempo ya cronometrado, Jungkook se niega a dejarlo tanto tiempo solo o no aprovechar hasta el último segundo de unión.

—Quiero tener un hijo.

Se lo quedó mirando con sorpresa. Nunca esperó que Jungkook le dijera algo así. No es de esa clase de dioses. No obstante, tampoco es como Seunghyun que parece andar aterrorizado con ser destronado en algún momento. Apoyó la mejilla en el pecho de Jungkook, viéndolo a los ojos y pensando en cómo responderle.

— ¿Por qué?

—No me molestaría que algún día alguien me quite el mando... sería libre de vivir mi eternidad por y para ti...—cierra los ojos—. Tener un heredero también sería signo de que lo nuestro es real.

—Es real.

—Lo sé, pero... quiero más, nunca es suficiente. —Jimin bajó la mirada y se relamió los labios pensativo. Un hijo... Puede dárselo, pero...

¿Qué pasaría una vez lo tenga? Teme volverse igual de compulsivo que su padre si llega a tenerlo. Quitando ese pequeño factor, la idea resulta tan encantadora. Tener la pequeño heredero del Averno; de la primavera... ¿tendría pelo rosa o negro? ¿Qué gobernaría él o ella de manera independiente?

—Si me gustaría...—responde en un ronroneo, levantándose para quedar sobre Jungkook que volvió a abrir los ojos—. Tener uno... dos... Los que mi señor desee... Ah...

—Todos serán tan hermosos como tú seguramente... Y cuidaré de ellos, para que nadie los lastime. —dice acariciando el rostro contorsionado por el placer.

Jimin soltó un largo jadeo al bajar sobre la virilidad de su esposo, Jungkook mantuvo la diestra en la cintura de Jimin mientras la zurda acuna el rostro sonrosado. Duda mucho que en esta ocasión se pueda concebir, pero es un inicio.

Para cuando acabe el verano y empiece el otoño... Será tiempo de que el heredero del Averno sea hecho en base a la pasión de ambos.

~***~

— ¿heredero? Vaya, no creí que Jungkook fuese alguien que deseara un aumento en su familia. Cada día mi tío me da más sorpresas. —Jin dio un largo trago a su vino y Jimin rió divertido por el comentario.

—Jungkook no ha deseado más que compañía a lo largo de tantos años, creí que solo era una ideación mia, pero aparentemente es cierto—dijo Namjoon pensativo—. Me alegra que tú y él puedan darse lo que uno necesita del otro. Que se llenen de alegría.

—Jum, se llenan muy seguido, mi amor. No lo suficiente, pero lo hacen—dijo Jin en tono jocoso, Namjoon blanqueó los ojos al mismo tiempo que Hoseok se ríe escandaloso. El dios de la primavera no agregó nada al respecto—. Np voy a negar que esto me enorgullece en todo sentido, quién diría que te sentaría tan bien el matrimonio.

—Yo me siento igual que siempre. —asegura terminando su copa de vino, al momento de ser servido más dejó caer una pequeña flor rosa para que flotara en el líquido espeso.

—No, no lo eres—dijo Hoseok—. Eres solo una versión más perfecta de ti mismo. Creciste hasta ser tú, eso que estuvo pasmado por tanto tiempo.

—Haber permanecido en celibato hubiera sido la mayor tragedia de todas. —opina Taehyung recostando el rostro en su mano.

—Dentro de dos lunas será nuestra boda—informa Jin juntando las manos—. Jungkook estará invitado y te dejaré mi templo si quieres un poco de privacidad, considerando que Jeonghan seguramente dará grito al cielo por verlo cerca de ti.

—Umm... Se mantendrá tranquilo—dice en tono ligeramente lúgubre y que no suele escucharse aquí, sino en el Averno a esas almas que parecen querer desviarse del rumbo o tratan de hablar más de la cuenta—. Haré tantos narcisos que te cansarás de ellos.

—Si tu esposo aun no se cansa de ellos, nosotros menos. —bromea Namjoon besando la mano de Jin que aguanta las de tirársele encima.

Jimin sonrió ante eso. Sería lindo asistir a la boda de quienes, curiosamente, al juntarse empezaron su ciclo de cortejo. Puede decirse que gracias a lo que pudo ver de Jin, Namjoon, Hoseok y Yoongi pudo aceptar que eso es lo que quería realmente. Una vida matrimonial, tener a alguien que lo apoyara sin importar que.

Fue arrancado del Olimpo y plantado en el abismo que es el Averno, solo para crecer más grande y hermoso de lo que nadie se hubiera imaginado de tan estéril tierra. Quién iba a decir que eso es lo que su tímido regente deseaba y necesitaba para poder sonreír, para no sentir que está ahí tirado al olvido por sus otros dos hermanos.

Lo hace feliz haber crecido gracias a Jungkook. Haber obtenido nombre, ser temido por los mortales hasta el punto de ser llamado Kore -Dama-, y no por su nombre -Perséfone-, por pavor a invocarlo; así como amado por ser quién devuelve la vida a la tierra en sus primaveras.

Fue un bello florecer...

Donde todos opinan que nada mejor pudo haberle pasado y es cierto...

El asunto es que la serpiente reptando hasta trepar a su cuello marca el inicio de la tragedia a todos los que están ahora en esa mesa.

—Ay...

Una mordida es lo único que siempre basta ¿verdad?

Sea en su cuello... o a una manzana.

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⏰ Terakhir diperbarui: Dec 01, 2019 ⏰

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Blossom in the Abyss | KookMin || BOOK 3#Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang