Rocio de luna

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-Siempre te la pasas preguntándome por mis padres y hoy que te acabo de invitar a ir conmigo a un viaje hasta mi hogar, me sales con que no puedes ir conmigo ¡Puto mocoso de mierda! No entiendo tu mierdera forma de pensar-Sentado en el borde de la cama estaba Levi, aún sin sus ropas tras haber pasado una apasionada noche de sexo con su novio beta Eren Jeager.

-Lo siento tanto pero comprenderme, Hanji va a salir de  viaje y no puede dejarme solo. Ella es mi tutora legal y debo seguirla a donde ella me pida...perdóname, mi cielo-Aquel beta de bella  figura  abrazó por la espalda a su amado.

-¡Tsk! De todos modos no creo que te pierdas mucho. Pero no te volveré a invitar a que conozcas a mi familia, eso tenlo presente-Zafándose del abrazo, Levi se fue en dirección a la salida.

Tomando sus ropas del suelo, poniéndoselas en el camino y yéndose de aquel hotel donde ambos se habían citado. De mala gana aquel joven de baja estatura, cabellos azabache y piel lechosa se fue hasta la terminal de trenes en donde abordo uno.

De camino a su hogar, Levi miraba el paisaje y suspiraba al recordar que pronto estaría de nuevo en su hogar, algo que siempre lo incomodaba y más al saber las personas que lo esteraban en aquel sitio donde se perdía la civilización.

Por otra parte, un alicaído Eren estaba en casa de su tutora a la cual se le veía con animosa actitud al terminar de preparar sus maletas pues estaban a punto de salir.

-Ya quita la cara larga, veras que te va a encantar este lugar o...eso espero-Hanji trabajaba como ingeniero agrícola y siempre se la pasaba viajando, aunque eran pocas las ocasiones en las que se le veía tan entusiasmada.

-Debe ser algo muy bueno lo que nos espera en esa hacienda-Aquel joven beta de castaños cabellos largos los recogía en una cebolla-No siempre sonríes de ese modo.

-¡Ah! Mi dulce Eren, es bueno que notes mi semblante. Si estoy así de animada es porque a la hacienda que iremos tienen cepas únicas en su tipo y me han dado la oportunidad de ser quien las revise en persona-Eren suspiro.

-No entiendo nada de eso pero con  que seas feliz, me sobra-Ambos salieron con rumbo a aquella hacienda.

De camino, Hanji veía el paisaje que les esperaba porque pese a que habían tomado un tren debían pasar lo que restaba del camino viajando en una carreta debido a que aquella hacienda quedaba en las montañas donde los accesos eran limitados.

Pasando aquellos caminos de terraceria, Hanji asombrada miraba las grandes extensiones de terreno y como en ellas destacaban las vides y un poco mas adelante los nogales que estaban tan verdes.

-¡Wow! ¡Esto es mejor de lo que esperaba!-Eren se sentía triste porque en vez de estar pasando tiempo de calidad con su amado novio, estaba junto a su tutora legal.

-No es mas que un montón de nogales y una majada ¡No veo lo novedoso de este sitio!-Eren a diferencia de Hanji no gustaba mucho del campo y menos estar en un sitio sin conexión a internet.

-Vale pues,  comprendo tu enojo pero pasemos un buen momento juntos-Una sonrisa sincera en el rostro de Hanji se formo.

Eren asintió. Desde la muerte prematura de sus padres en un accidente aéreo, Eren había quedado a cargo de su hermano mayor pero éste lo detestaba y al quedarse solo a sus escasos 6 años, Hanji se ofreció a cuidarlo como un hijo.

Ella al ser una alfa gozaba de muchos beneficios ante la sociedad actual y uno de ellos era el poder hacerse cargo de un niñito beta.

Fue así como la relación de estos dos inicio aunque no del todo bien debido a que Eren siempre trataba de huir de su tutora en busca de libertad, aunque él no sabia el concepto de esa palabra al ser aún un niño.

Sing me before to sleepWhere stories live. Discover now