Intolerancia

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-¿Quieres a Leonard?

La pregunta la pilló completamente desprevenida.

-No contestes todavía- le interrumpió Bernadette, quiero una respuesta sincera, no lo que quieres decir... Piénsalo y respóndeme.

¿Que si quería a Leonard? Pues claro que le quería... ¿verdad? De repente cientos de nuevas preguntas la asaltaron. Era obvio que Leonard era muy importante en su vida, pero lo cierto era que en los últimos meses Sheldon la había aportado muchas cosas extremadamente importantes para ella. Sheldon había conseguido convertirse en muy poco tiempo en alguien muy especial, alguien a quien necesitaba a su lado, pero aquello se podía confundir fácilmente con amistad. Estaba confusa, y aunque no lo quería admitir, asustada por el rumbo que estaban tomando las cosas. ¿Qué era lo que quería?

-Yo... creo que sí... Sí, quiero a Leonard.

-Has dudado Penny.

-¿Y qué? Eso no significa nada, simplemente tengo muchas cosas en la cabeza, por eso he tardado en contestar.

-No te estoy diciendo que hayas tardado en contestar, sino que en tu respuesta has dudado... Mira Penny, sé que es una situación muy complicada y que tienes que tratar de hacer lo que consideras mejor para ti, pero debes recordar que hay más gente involucrada, gente a la que quieres y que va a resultar herida...- Penny la miraba en silencio, sin saber qué decir, sabía a qué se refería su amiga, en muchas ocasiones había sido muy egoísta, pero ésta vez era distinto, debía pensar en Leonard y Sheldon, hacer no solo lo correcto, sino lo más justo para los tres, y eso sólo lo conseguiría siendo sincera consigo misma- Debes tomar una decisión, y no habrá vuelta atrás.


-Sheldon está extremadamente raro últimamente- Leonard avanzaba por el pasillo de la Universidad, acompañado de Howard y Raj, en dirección al despacho de Sheldon.

- Sheldon siempre ha sido raro, no es ninguna novedad -respondió Raj- Será que le empieza a afectar la edad –Bromeó.

-Leonard tiene razón, últimamente ni siquiera te das cuenta de que está en la misma habitación, no habla, siempre en su mundo...

-Vale, admito que el silencio en Sheldon nunca trae nada bueno, pero no creo que sea nada importante, seguramente se habrá perdido en alguna de sus veintiséis dimensiones y no sabe salir.

-Seguramente será eso –añadió Leonard más tranquilo- después de todo es Sheldon, ¿que podría pasar? –dijo girando el pomo de la puerta y entrando en el despacho. -¡¿Pero qué...?!

-¿Qué pasa Le...? –Raj no pudo acabar la frase, estaba atónito, no podía creer lo que estaba viendo.

-¿Sheldon...? –preguntó Howard entrando lentamente en el despacho, pegado a la pared con los ojos completamente abiertos. – E...estás... ¿bien?

Sheldon levantó lentamente la vista hacia sus compañeros que acababan de entrar.

-¿Qué... ha pasado? –preguntó Leonard siguiendo el ejemplo de Howard- ¿Te encuentras bien?

-Sí...- respondió Sheldon confuso por la actitud de sus amigos- ¿Por qué no iba a estarlo?

-Tío, de esto te tienes que haber dado cuenta a la fuerza- dijo Raj.

-¿Dado cuenta de qué?- respondió mirando a su alrededor en busca de lo que había asustado tanto a sus amigos.

-Has discutido con Amy, ¿no es cierto?- se aventuró a decir Leonard.

-¿Amy? ¿Por qué lo decís?- Sheldon estaba cada vez más confuso.

-Sheldon, a ver cómo te digo esto...- dijo Leonard tras una breve pausa en la que miró a los demás y a su alrededor.

-¡Hay once gatos en el despacho!- explotó Raj.

-Doce, no has contado el que tienes detrás de ti- informó Howard mientras Raj daba un grito y saltaba hacia delante.

-Ah, eso...

-¿Son todos tuyos?

-Vamos Howard, no digas tonterías...- los amigos respiraron, aliviados- No son doce, son quince, Marie ha tenido gatitos- dijo con una gran sonrisa mientras los demás se quedaban aún más atónitos- y sí, son todos míos, ¿dónde está el problema?

-¿Marie?- acertó a pronunciar Raj

-Sí, ya sabes, Marie Curie, Marie para los amigos... te tenía por más inteligente, Raj, ¿cómo no has podido caer en algo tan obvio?

-Sheldon, esto es una locura, no puedes tener tantos animales en un espacio tan pequeño.

-Ya lo había pensado, por eso parte vendrán a vivir con nosotros.

-Está bien, replantearé el problema... no puedes tener tantos animales.

-Si por animales te refieres a gatos...

-Claro que me refiero a gatos, ¿de qué iba a estar hablando sino?- estalló Leonard.

-Animales engloba a todas las criaturas del reino animal, como su propio nombre indica, deberías ser más específico, menos mal que controlo a la perfección la dialéctica, sino sería imposible entenderte cuando hablas...

-Le mato, de verdad que le mato- masculló Leonard mientras se pasaba las manos frenéticamente por el pelo.

-Como iba diciendo, los gatos- enfatizó la palabra ante los ojos de odio de Leonard- están acostumbrados a vivir en grupos así de numerosos, como ya has visto, no hay ningún problema...

Leonard iba replicar, cuando Howard se le adelantó.

-Ya me encargo yo de esto- dijo a Leonard sujetándole el brazo- verás Sheldon, no es problema de que los... gatos... no puedan convivir juntos, sino que nosotros no podemos convivir con tantos gatos.

-Eso no es excusa... vosotros no vivís con Leonard y conmigo.

-Lo sé, pero el caso es qué...

-Si lo que vas a decir es que la convivencia se vería truncada, nada más lejos de la realidad, los gatos son independientes, así que no habría problema.

-Lo que digo es que...

-No tienes razón.

-No me has dejado terminar la frase- se empezaba a sulfurar Howard.

-No es necesario, a estas alturas ya deberías saber que siempre tengo razón.

-¡Es imposible mantener una conversación racional con él! –gritó volviéndose hacia Leonard y Raj y tratando de no saltar sobre Sheldon.

-Mi turno –se adelantó Raj- ¿Qué ocurriría si Leonard se despertara sonámbulo en mitad de la noche con sed, y se bebiera la leche del gato?

-¡Venga ya!- Leonard no daba crédito a lo que escuchaba.

-Por favor Raj eso sería...-Sheldon se interrumpió bruscamente- ... posible...

-No me lo puedo creer- murmuró Howard.

-... y en ése caso, aunque poco probable, le haría aparición su intolerancia a la lactosa...- continuó su razonamiento Sheldon- haciendo que tuviera que ir al hospital...

-¿Está pensando en mí?- murmuró Leonard boquiabierto.

-Eso parece...- le respondió Howard sin entender nada.

-...Haciendo que se interrumpieran mis horas de sueño y no permitiéndome llegara la fase REM...

-Ya ha vuelto- musitó Howard.

-Era demasiado bonito para ser real- añadió Leonard haciendo una mueca.

-...Lo cual es algo que no puedo permitir que ocurra... Está bien, me desharé de los gatos. –Finalizó.

-Vámonos a casa- dijo Leonard con una sonrisa- hoy es noche de Hallo. –Añadió mientras salía detrás de Sheldon por la puerta.

-No me puedo creer que le hayas convencido con esa tontería.

-No te sientas mal, mi trabajo me obliga a mirar más allá de la mente humana, a pensar y observar cosas que no hay... mientras que el tuyo...

-El mío ¿qué?- farfulló Howard con rabia mientras salía detrás de Raj- ¡Vamos, acaba esa frase!

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