Fin

563 54 1
                                    

Howard y Sheldon permanecían en el sofá. La tarde había avanzado lentamente dando paso a la noche mientras ambos intentaban buscar una solución a todo aquello, sin éxito.

- ¿Qué hora es?- preguntó Howard mientras se estiraba.

- Las once menos cuarto... Se ha hecho tarde- respondió Sheldon y sin mucho ánimo.

- Debería irme, ya llevo mucho fuera de casa, y no me gusta la idea de dejar sola a Bernadette, en especial ahora.

- ¿Cómo se encuentra? Hace unos días que no la veo por aquí.

Howard se revolvió en el asiento, algo incómodo.

-Lo cierto es que ahora mismo está en una fase algo... delicada. –Sheldon lo miró interrogante- Es igual- Añadió Howard restándole importancia- Manda saludos, con todo este lío se me olvidó mencionarlo.

Howard se levantó del sofá y fue a por su cazadora mientras Sheldon también se levantaba y se dirigía hacia la puerta.

- Mañana hablaremos, ¿de acuerdo Sheldon?

- Sí, claro... Howard... ¿me podrías hacer un último favor?

- Claro, dime.

- Si sabes algo de Leonard... ¿podrías avisarme?

- Se fue con Raj, no le pasará nada. –Contestó con una sonrisa tranquilizadora al entender por dónde iban los tiros.- De todos modos, cuando lo sepa te lo diré.

- Gracias... Dale recuerdos a Bernadette.

- Claro, adiós Sheldon.

- Adiós...

Howard le dio una palmada en el hombro, y se marchó analizando y asimilando todo lo ocurrido hasta ahora, y con la terrible sensación de que el grupo desaparecería para siempre.

Sheldon cerró la puerta tras Howard, y al volverse se encontró en mitad de un piso envuelto en la oscuridad. Se sentía solo y perdido, sin saber qué hacer o qué pensar. Estaba extenuado, así que se fue a la cama, con la esperanza de que al día siguiente todo mejorara, sin embargo, no fue capaz de sumirse en el sueño, pasando toda la noche en vela. Después de todo, su habitación nunca le había parecido tan grande.


El ruido de un golpe seco despertó a Sheldon haciendo que se sobresaltara. Confuso, miró el reloj, descubriendo que eran las diez y media de la mañana. Finalmente había conseguido dormirse a eso de las seis. Se levantó de la cama y se dirigió hacia la puerta. A medida que avanzaba por el pasillo, oía cada vez más nítidamente movimiento en la habitación de Leonard, y cuando se asomó por la puerta, se encontró con una maleta encima de la cama, y con Leonard llenándola con ropa. Fue entonces que Leonard lo vio en la puerta.

-He venido a por mis cosas, pero ya me voy. –Se limitó a decir parando momentáneamente su labor para después reanudar la tarea.

- Yo... escuché un golpe y...

-¡Oh! Discúlpeme el caballero por haber interferido en su fase REM – Escupió Leonard con sarcasmo.

- No lo decía por eso...- dijo Sheldon en voz baja y con la mirada fija en el suelo en un intento por resistir mejor aquel golpe.

Leonard cogió aire, y tras un ligero suspiro, se tranquilizó.

-Ya lo sé... -su mirada se había suavizado un poco, y Sheldon, a ver aquello, no pudo evitar hacerse ilusiones al respecto.- No te confundas – le cortó Leonard- No te he perdonado, y dudo mucho que alguna vez lo haga. Sin embargo, admito que eso estaba fuera de lugar. –Sheldon se limitaba a mirarlo, sin saber qué responder a eso.- Ya he cogido todo lo que necesitaba, así que me voy. –Dijo cerrando la cremallera y cargando la maleta.

Leonard se dirigió hacia la puerta, seguido por Sheldon, quien lo seguía a una distancia prudencial y en el más estricto silencio. Tras abrir la puerta, Leonard dirigió un último vistazo a lo que durante años había sido su hogar, y tras un suspiro, metió la mano en su bolsillo, sacando sus llaves, las cuales dejó en el cuenco del mueble de la entrada, cerrando la puerta tras él y poniendo así fin a todo aquello.

Mientras tanto, al otro lado de la puerta, Sheldon se limitó a mirar la puerta, para después girar sobre sus talones y dirigirse a su habitación como un autómata. Se dejó caer encima de la cama, y permaneció en aquella posición hasta que se quedó completamente dormido.

No sabría decir cuánto tiempo había pasado desde que se había quedado dormido, pero un molesto pitido impedía que siguiera en aquella duermevela que lo había conseguido mantener aislado de todo lo malo y de la que no quería salir. Sin embargo, aquel sonido era cada vez más fuerte y más molesto, por lo que se vio obligado a abrir los ojos. Lo que producía aquel sonido infernal era su móvil. Estuvo a punto de ignorarlo, pero de repente se le pasó por la cabeza que quizá sería Howard con buenas noticias sobre Penny, así que en un rápido movimiento, se levantó de la cama y se dirigió a toda prisa a la mesa donde lo tenía cargando. Descolgó sin siquiera mirar quien lo llamaba.

-¿Howard?- preguntó ilusionado.

-¿Sheldon? Soy yo, Amy, vuelvo ya a casa y pensé en ir a verte... en una media hora estaré ahí. –El mundo de Sheldon se vino abajo una vez más. - ¿Sheldon?

-Sí, de... de acuerdo, Amy... hasta dentro de un rato...- Dijo con un nudo en la garganta.

-Vale... esto... una cosa más...

-Dime.

-Cuando llegue... tenemos que hablar.

¿Qué está pasando?Where stories live. Discover now