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—¿de qué estás hablando? No estoy comprometido con nadie, ni siquiera he firmado ningún documento—Doyoung puso las manos en la cintura y frunció el ceño.

El alfa lo miró en silencio, aún tendido en el piso—tú eres mi prometido y es hora de que hagas lo que te digo, vas a amamantar a los cachorros y los mantendrás a salvo hasta que yo regrese—simplemente dijo el hombre lobo como si estuviera dándole a una orden a un empleado.

—tienes que ser broma— murmuró eufórico, como un omega que había sido criado por una alfa que no quería que nadie le pasara por encima, esta situación era delirante para Doyoung—primero que nada, ni siquiera sé quién eres, segundo, no puedo amamantar a los cachorros porque no tengo hijos, no produzco leche, cabeza hueca.

El desconocido frunció el ceño—pero tienes mamas—dijo confundido.

—y tu no sabes nada del cuerpo de un omega, que pueda producir leche no quiere decir que pueda hacerlo cuando yo quiera, es un proceso por el que pasan los omegas que van a ser madres, algo que claramente no soy y por último te diré, no te atrevas a volver a mandarme porque yo mismo te devolveré al estado en que apareciste en mi puerta—Doyoung mostró su fuerte postura, él no era el omega que era porque sólo porque obedeció y siguió reglas, se necesitaba mucho más que eso para sobrevivir con una madre alfa y una inmensa de compañeros alfas, él no era de ninguna manera un omega dócil.

El alfa apretó los puños—no me sirves de nada—murmuró más para sí mismo que para Doyoung que lo miró incrédulo.

—¿disculpa?—el omega habló y de pronto entró en pánico cuando el alfa se levantó del piso gimiendo de dolor—¡no, no puedes levantarte aún!

—llama a tu madre—gruñó—la quiero en este preciso momento aquí.

—¿por lo menos vas a decirme quién demonios eres, querido prometido?—dijo el omega con ironía.

El alfa, claramente más alto y más grande, lo miró desde la coronilla hasta los pies y dio un gran suspiro—mi nombre es John Jun Suh, soy el tío de estos cachorros—Johnny se había levantado del piso para sentarse en el sillón, Doyoung estaba seguro que la posición abriría heridas pero no lo mencionó, no se sentía capaz de convencer al alfa de que no hiciera algo, entonces él se inclinó y alzó al cachorro despierto—¿tuviste mucho miedo, Minnie? El tío Johnny lo siente, realmente lo siento—susurró apoyando su frente con la del cachorro.

Doyoung trago saliva y busco su celular, llamando a su madre.

Al cabo de diez minutos su madre ya estaba entrando por la puerta, tenía una expresión de terror en su rostro, Doyoung nunca la había visto así, cuando ella entró lo ignoró por completo y se inclinó se inmediato hacia el alfa que sostenía a un adormilado cachorro.

—joven Suh realmente lo siento—dijo apenada—nunca encontré la oportunidad para hablar con mi hijo.

John miró sobre ella y suspiró—por tu imprudencia podría haber muerto y estos cachorros no tendrían a nadie más.

La alfa tragó saliva y volvió a inclinarse—realmente pido disculpas.

—pero tu elección fue correcta, lograr que tu hijo omega se vuelva doctor, noona usted no se equivoca—el alfa dio una ligera sonrisa y Doyoung se sorprendió de lo feliz que eso hizo a su madre.

—lo sé, Doyoung es un omega tan inteligente, no fue absolutamente ningún desperdicio la universidad de medicina.

—madre—interrumpió el omega molesto—¿podrías, por favor, informarme de lo que está sucediendo? Si no fuera mucha molestia también aclarar por qué estás actuando como lo haces.

El Lenguaje de las flores JohnDo Där berättelser lever. Upptäck nu