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Me desperté cuando sentí que abrían la puerta de un golpe.
Otra vez estaba amarrada y mis ojos estaban tapados.
A como pude me senté en el colchón, mi cabeza dolía como mil infiernos.
-Vaya vaya, ni secuestrada se te quita lo ofrecida.- escuché una voz demasiado conocida para mi.
Tan conocida que temí estar en lo cierto.
No podía ser lo que estaba pensando, no podía hacerme esto.
-HABLA!.-sentí como me patearon un costado tirándome al colchón otra vez.
-¿Emanuel como va a hablar si la tienen amordazada?.-escuché una tercera voz que no podía reconocer
-Si, ya veo, por lo menos Leonardo hizo una cosa bien.- escuché al mismo que me golpeó.
-quítenle eso.-dijo en voz baja la primera voz, la que se me hacía tan conocida y a la cual temía.
Me arrancaron la cinta de la boca otra vez arrebatándome un grito de dolor.
-destapenle los ojos.-ordenaron por tercera vez, yo ya sentía mis ojos aguados pues cada vez estaba más segura de quién era el dueño de aquella voz, y le rogué a Dios para que estuviera equivocada y todo fuera mentira, una alucinación de mi tonta enamorada cabeza y que fuera otra persona.
Desamarraron la venda que cubría mis ojos, pero yo me negué a abrirlos, los cerré con fuerza a la vez que apretaba mis uñas contra las palmas de mi mano tan fuerte que pude sentir como empezaron a sangrar.
-Deja de hacer eso, Gala.- escuché la voz clara
Tan clara que no quedaron dudas, no había necesidad de abrir los ojos para saber quién era el dueño de esa voz.
Sabía que era el, además de su voz y su olor tenue, era el único que sabía lo que hacía solo con ver mis gestos faciales
Seguro mordí mis labios, y después mordí mis mejillas por dentro que era señal de lo que hacía con mis manos. Y solo él conocía eso de mi.
-ABRE LOS OJOS.-me grito
-NOOO.-grite de vuelta. -NO QUIERO HACERLO.- sollocé, no me había dado cuenta cuando había comenzado a llorar.
Sentí como me dieron una fuerte cachetada que hizo que llorara más.
-¿por qué haces esto?.-solloce y a como pude pregunté en un susurro con los ojos todavía cerrados.
-ABRE LOS OJOS HIJA DE LA CHINGADA.-me grito otra voz.
-AAAAAAAHHHHHHH.-grite abriendo los ojos terminando de confirmar lo que sospechaba.
Frente a mi estaba Cornelio, mi ex novio.
-¿Porque?.-le pregunté nuevamente pero ahora mirándolo a los ojos.
Aquellos ojos de los que me había enamorado, aquellos ojos que me brindaban paz y tranquilidad, los que me hacían sentir segura y amada.
Que ahora, se encontraban inyectados de algo que no podía descifrar.
No entendía su mirada, me veía con odio, nunca habló visto esa mirada en el.
-Sálganse, todos.-les ordenó a los dos vatos que se encontraban ahí también.
Sin decir nada salieron de la bodega dejándonos a él y a mi solos.
-¿Por qué Cornelio? ¿Por qué ?.-repetí por tercera vez
No entendía
¿Tanto había lastimado sus sentimientos engañándolo?
¿Su resentimiento fue tal como para privarme de mi libertad y dejar que me golpearan?
-CONTÉSTAME CORNELIO CONTÉSTAME.-grite con todas mis fuerzas, necesitaba una explicación.
-¿Porque qué, Gala?.-respondió haciéndose el desentendido.
-¿PORQUE ME HACES ESTO? ¿Porque?.-le repetí la pregunta ya harta de esta situación.
-Porque quiero y puedo mi amor, y porque voy a demostrarte que eres mía, eres y serás mía por siempre aunque no quieras aceptarlo. Jugaste con fuego y te quemaste preciosa, y si no eres mía, no serás de nadie.-

La Barbie [Cornelio Vega] TERMINADA Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang