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Apreté el nudo de mi toalla sosteniéndola con fuerza para evitar que se cayera, la toalla era muy corta y apenas y cubría mis nalgas.
Di un paso para atrás y el se paro de la cama.
-Perdóname Gala, por favor perdóname.- pasó sus manos por el cabello jalando de el.
Di un paso más para enfrente de él quien ahora su cabeza agachada y sus nudillos blancos por la fuerza que ejercía.
-Me siento muy mal, he pasado las peores 24 hrs de mi vida, me sentía desesperado y emputado con todo mundo. Me comía por dentro no saber donde estabas ni que te estaban haciendo.-habló levantando su mirada hacia mi, y pude ver como sus ojos casi soltando lágrimas.
-Tuve mucho miedo... yo nunca tengo miedo y esta vez moría de miedo. Le rece a Diosito porque me matarán ya, pensé en todos y deseé morirme en ese momento.-mi voz se quebró y las lágrimas amenazaron con salir nuevamente.
Vega se acercó a mi y me envolvió entre sus cálidos brazos fuertemente.
Sentí como dentro su respiración se fue calmando y la mía también
Camino hacia atrás hasta que topó con la cama perfectamente alzada, me levanto en peso y se sentó arriba de la cama conmigo encima de él, pero sin soltarlos del abrazo.
Por un momento me sentí segura, y de nuevo la cruda realidad me golpeó fuertemente cuando sentí un ardor en mi parte baja provocada por la fuerza que ejerció ese hombre sobre mi.
Un gemido de dolor salió de mis labios y Vega lo escucho.
Me apretó aún más a él y por mis hombros desnudos comenzaron a correr pequeñas lágrimas, ahora él lloraba junto conmigo.
No supe cuánto tiempo estuvimos abrazándonos, después de un rato nos separamos y yo baje mi mirada, me daba vergüenza que me mirara así.
Sentí como tomó mi mentón haciendo que levantara la cabeza y me miro directamente a los ojos por minutos, sin decir nada, solo viéndome muy fijamente.
Acercó su cara a la mía y con mucho cuidado y lentitud presionó sus labios sobre los míos, sus tibios labios hicieron contacto con los míos que estaban helados causando que un escalofrío recorriera por todo mi cuerpo.
Me beso lentamente, sin prisa y movía sus labios con mucho mucho cuidado, como si fuera una muñeca de cristal que pudiese quebrarse en miles de pedazos.
Me deje llevar por un instante, Vega se separó y volvió a envolverme en sus fuertes brazos pero ahora por menos tiempo.
-¿Qué quieres que hagamos?.-me pregunto en voz bajita, muy muy bajita.
-Ahorita sólo quiero dormir, estoy muy cansada quiero descansar por favor.- susurre.
-Lo que tu pidas ángel.- me retiro de encima de él, se quitó su playera y después retiro el nudo de mi toalla dejándome totalmente desnuda ante su vista.
Tomó su playera de nuevo y me la puso lentamente. Me tomó nuevamente de brazos como si fuera una bebé, y con un solo movimiento retiro la cobija que envolvía la cama y me tendió en la cama cuidadosamente.
Me dejo ahí, se paro quito sus pantalones quedando en boxers y se recostó al lado mío. Nos tapo y luego paso su brazo por mi cintura pegándole a él provocando que escuchara sus acelarados latidos.

La Barbie [Cornelio Vega] TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora