❮Solo un iluso❯ Fell!Poth

Capítulo 8

—¡Oh, vamos! ¿Vas a seguir con esa cara?

—Nunca debí dejar que me convencieras de venir a esta maldita fiesta.

—Ay, deja de ser un aguafiestas, solo diviértete.  

Lotus bufó con la respuesta de su amigo castaño, y sin darse cuenta este lo había dejado solo.

¿Para esto lo invitaba a una fiesta, la cual ni sabe quién la organizó?

Iba irse, lo tenía decidido.

—¡Hey!

Iba, hasta que alguien agarró la manga de su chamarra impidiendo que se fuera.

—¿Te conozco? —Dirigió su mirada a aquella chica.

—Uhh no, creo... —Parecía que no sabía qué decir en verdad— ¿Eres amigo de Rurik, no?

—Eh, sí... ¿Y cómo sabes eso?

—Soy Cinthya, supongo que él no hablado de mí contigo, je...

Oh, ahora todo encajaba.

—Qué pequeño es el mundo —Rodó sus cuencas algo molesto— Rurik sí ha hablado de ti, pero nunca supe cómo eras en verdad. 

—Eso explica muchas cosas, supongo... ¿Y qué te trae por aquí?

—Nada, solo...

Era incómodo estar con esa chica, después de todo, ella la pareja actual de Rurik.

¿Cuánto tiempo?

Dos meses más o menos.

Ahg, ni siquiera podía verla directamente.

Todo empeoró cuando, al parecer, ella no veía sola, a su lado pronto llegó Rurik.

Necesitaba con urgencia que la tierra lo tragará ahora mismo.

—Pensaba que estabas con tu familia —Habló por fin el de gorra.

—Hubo un cambio de planes ¿Sí? —Que alguien viniera a salvarlo, por favor.

—Esto... —La pelirroja podía sentir la obvia tensión que había, así que quizás podría calmarla un poquito por lo menos si... 

 —¡Lotus, regrese! 

Perfecto, alguien más se integraba a esto.

—¿Dónde mierda fuiste, Gabriel? —Murmuró al mencionado molesto por obvias razones.

—Fui a saludar —Como no entendía el rostro enojado del contrario, levantó un poco su mirada y lo comprendió.

—Hola, Gabriel.

—Ah... ¿Cinthya?

—¿Se conocen? —Dijeron a la par Lotus y Rurik.

Un pequeño silencio se formó hasta que por fin la única chica lo rompió.

—¡Saben, tengo algo de sed! —Todos dirigieron sus miradas hacia ella de inmediato, en verdad lograban que esto fuera más incómodo de lo que ya era— ¿Por qué no me acompañas, Gabriel? 

—¿Eh, por...? —Antes de terminar de preguntar, recibió un leve codazo por parte de la pelirroja.

—Solo vamos —Tomó la mano contraria y se alejaron rápido de sus respectivos acompañantes.

Pronto Lotus y Rurik quedaron solo ellos dos entre toda esa gente.

—¿Y eso? —Una vez que tomaron distancia de los dos esqueletos, el castaño ya no permitió que lo siguieran arrastrando— ¿Pasa algo? —Aunque preguntará, ella seguía de espaldas sin articular ninguna palabra.

Como veía que la menor no iba a decirle algo, optó que lo mejor sería regresar con Lotus, echó una mirada fugaz hacia donde estaban antes y se dio con una sorpresa.

Ellos habían desaparecido.

—Solo paso lo que ya es típico para mí —Soltó un gran suspiro y llevó sus manos a su cadera— Él se fue con quien realmente le interesa.

—Oh, vaya... Lo siento—Fue lo único que pudo decir, hasta que sintió como ella dejaba caer su rostro en su pecho— ¿Estás bien?

 —Me pregunto dónde habrán ido... —Con esas palabras dichas, se aferró más al de polera blanca, aunque hayan pasado mucho años, Gabriel seguía transmitiendo esa misma calidez.

Ella sabía que Rurik buscaba algo, o mejor dicho a alguien que le transmitiera una calidez que lo protegiera, que lo haga sentir vivo.

También sabía que ella no podía darle aquello, más bien, ninguna persona pues él quería que exactamente una persona le diera aquella calidez que necesitaba.

A este punto... 

Sabía que él haría cualquiera cosa para tener de vuelta en sus manos a esa persona que le pintaba de colores la vida tan gris que poseía, y si era necesario, lo hundiría en su mundo.

No te ilusiones, Lotus.

No te pierdas en esos brazos que te juran todo y al final son simples falacias.

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El año ya se termina y no acabo esto...

Vamos a ponernos en acción turbo B/