Capítulo 4

225 40 5
                                    

—¿Ahí está bien?

—Ponlo donde quieras.

Dos días han pasado desde que llegó a convivir con Rurik y hoy se estaban encargando de su habitación. Por ahora solo tendría un colchón donde dormir, luego habría para algo más.

—Entonces voy a ponerlo donde sea.

Rurik soltó el colchón sin cuidado alguno, tampoco es que se pudiera romper o dañar.

—Mañana es el día ¿No? —Lotus habló para romper el silencio que se había formado.

—¿Mañana? —Dirigió su mirada al techo, ahora de qué se habría olvidado esta vez...— Ah ¿Te refieres al examen de admisión?

—Sí —Tomó asiento en el colchón y buscó algo en su mochila— Ya habrás estudiado.

—Claro —Le irritaba en cierta parte haber heredado la idiotez de su madre— ¿Por qué no me ayudas en la parte de letras?

—¿Por qué debería? —Pronto encontró el libro que estaba leyendo hace unos días, lo abrió y buscó la página donde se había quedado.

—Porque te lo estoy pidiendo.

El de bufanda no pudo reaccionar cuando el libro se le fue arrebatado de sus manos. Y no se esperaba que fuera tirado al piso.

Rurik no le gustaba ser ignorado, recién lo recordaba.

—No era necesario eso —Casi sin ganas, se levantó y fue a recoger el libro— ¿Por qué estás tan insoportable?

—Es que tú... —Y se quedó en el odioso tú, cuantas ganas de quejarse del mayor pero este lo miraba fijamente— Tú no estás haciéndome caso.

—Si no te comportaras de forma tan infantil, talvez yo...

—Solo ayúdame —Tomó el brazo del contrario para levantarlo de su lugar— ¿Sí?

—Ahh, está bien.

Y cayó de nuevo en la insistencia del menor.

...

—¿Entendiste o no?

Una de las ventajas de ser menor que Lotus era que este podría explicarle algunos temas que no entendía del todo.

—Ajá —Respondió desinteresado.

—Entonces ya terminamos —El de bufanda roja bostezó agotado por estar hasta las doce estudiando con el contrario— Ya me voy a dormir, nos vemos.

Lotus se levantó de su sitio y salió de la habitación, en todo ese momento Rurik no apartó su vista del más bajo.

Era un maldito egoísta con solo pensar en el encapuchado.

Mientras que Lotus buscaba hacer una vida lejos de su familia, él solo quería que las cosas fueran como antes, admitía que él fue el primero en arruinar la deteriorada relación de amigos que llevaban en ese tiempo, lo que propuso al de baja estatura ese día fue lo que por fin quebró la cuerda de su "bella" amistad.

¿Qué paso por su mente al decirle aquello a Lotus?

Para él no era nada serio, simplemente sería una prueba.

Los amigos están para ayudarse después de todo ¿No?

Parece que Lotus no lo comprendió esa noche, ellos iban a seguir siendo amigos, quizás debió decirle con qué fin le proponía que...

—¿Rurik? 

Ya era una costumbre perderse en sus pensamientos y terminar rondando por toda la casa, al final se detuvo en la habitación de huéspedes, el de bufanda quien parecía intentar conciliar el sueño, lo miraba un poco confundido, seguro se preguntaba el porqué de su presencia en la habitación.

—Supongo que es un hábito que no puedo evitar —Soltó sin previo aviso, con paso lento se acercó a donde reposaba Lotus— ¿Recuerdas que cada vez que iba a tu casa, dormía contigo?

—Uhmm, sí, pero no entie... —No pudo seguir hablando pues el más alto lo abrazó, ahora estaban ellos recostado en el colchón— ¿Q-qué haces? Suéltame, no estoy para soportar tus...

 —No voy a hacer nada —Dijo pues ya sentía como el mayor intentaba separarse— Solo vamos a dormir como cuando eramos niños.

—M-me estas asfixiando, idiota.

—Ah, lo siento —Dejó de estrujar tanto al contrario y le dio un poco de espacio para que pueda respirar, aunque eso no duró mucho pues de nuevo lo abrazó.

—En serio vas matarme...

 —Me gustaría ver eso.

—Uhg... 

Realmente extrañaba el rostro sonrojado de Lotus y la expresión de enojado pero al mismo tiempo avergonzado.

Sin poder evitarlo se le escapó una pequeña risa.

La verdad es que extrañaba muchas cosas más.

❮Solo un iluso❯ Fell!PothDonde viven las historias. Descúbrelo ahora