CAPÍTULO 5: EL NIÑO NUEVO

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El tiempo de las vacaciones escolares había finalizado. Era tiempo de volver a clases; como de costumbre Ana estaba apurando Alejandro para no llegar tarde. Ya en clases hubo una sorpresa la maestra Miranda les presentó un nuevo compañero, el cual provenía de otra ciudad diciendo:

-Buenos días niños, este año volví a ser su maestra gracias a un programa de acompañamiento que promueve la institución. Quiero aprovechar para presentar a Harold, su nuevo compañero de clases; él viene desde del interior del país; espero que puedan conocerse y llevarse bien. Luego miró a Harold y le indicó que tomara asiento; el único lugar vacío que quedaba era junto a Alejandro. Por ser el primer día de clases no hubo actividades académicas, fue más interacción y conversación entre los chicos y las chicas; el tema principal era el niño nuevo. Alejandro se acercó a Harold para brindarle su amistad.

Los días fueron transcurriendo, Alejandro comenzó a pasar más tiempo con Harold. En una ocasión en el recreo conversaban, Harold le decía:

Alejandro ¿tus papás están separados?

Alejandro: -Si, pero espero que vuelvan a estar juntos.

Harold: -Mis padres tienen ya tres años separados, ellos nunca volvieron.

Alejandro: -Pero mis padres si volverán, vas a ver.

Harold: -Si eso quieres creer... yo aprovecho que mis papás se separaron, me compran todo lo que quiero; me comporto mal, y hago escenas cuando no hacen lo que les digo y terminan haciendo como yo quiero.

Alejandro: -¡Portarme mal no! Mi mamita es muy buena y mi papito me quiere mucho.

Siguieron conversando de otras cosas. Harold generalmente le sugería a Alejandro que cambiara su conducta.

Ana, contrató los servicios de un abogado para introducir la demanda de divorcio. Augusto hizo una llamada telefónica a Susana, le dijo:

-Cuñada ¿Sería mucho pedirte un favor?

Susana: -¿Qué favor Augusto?

Augusto: -¿Podrás llevarme hasta la tumba de Francisco?

Con asombro Susana respondió:

-¿Qué estás tocado de la cabeza cuñado?

Augusto: -¡Claro que estoy loco cuñada me casé con tu hermana! -(Risas) continuó diciendo-Hablando con seriedad quiero conocerlo; es que la semana de conferencia me movió algunas fibras y quiero darle las gracias; porque su sacrificio fue la máxima prueba de amor que se pueda dar y gracias a él mi Ana pudo seguir viviendo; por eso, quiero verlo personalmente aunque sea en la tumba.

Susana se conmovió con cierta incredulidad de que Augusto dijera eso y respondió:

-Guao... si me das ese argumento no tengo cómo oponerme ¿El domingo te parece bien?

Augusto. –Me parece bien, gracias Susana. Oye ¿Te puedo decir algo? Es que te admiro mucho, me pareces un ser humano excepcional.

Susana quedó más sorprendida y le dijo:

-Gracias Augusto, qué palabras tan lindas dices. El domingo nos encontramos.

Llegó el domingo, como habían acordado, Susana llevó a Augusto a la tumba de Francisco. Augusto le preguntó a Susana:

-¿Cómo era él?

Susana: -Ése niño era bello; asistía a la misma iglesia que nosotros, prácticamente crecimos juntos.

Augusto: -¿Iglesia Ana asistía a la iglesia?

Susana: -¡Obvio! ¿Ella no te dijo que asistía?

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⏰ Huling update: Nov 24, 2019 ⏰

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