Decepcióname lentamente ✓Tododeku

Capítulo 21

<<La mentira es la peor crueldad que pueda existir porque finalmente; termina por matarte>>.

—Lo sé, estúpido libro. —se levantó del gran y suave sofá del hospital con pereza así como con fastidio por el contenido del libro y es que a nadie le gusta escuchar la verdad. La verdad puede doler pero; ¿dolería más que la mentira? Suponía era dependiente de la situación. Existen mentiras piadosas como mentiras malignas.

<<Recordaba cuando su pez dorado murió. Estaba desconsolado a la vez que confundido, no dejaba de preguntarse qué había sucedido; cómo y porqué. Izuku sabía que ese pez llamado Pupli era muy sano, quizá mucho más sano de lo que el perrito Aniquilador de Kacchan lo era, aún así; murió a temprana edad dejando solo al pequeño pecoso y lo lamentaba pues era su único y más fiel amigo que tenía, por supuesto que lo quería de vuelta. Midoriya era muy joven en ese entonces como para entender que los animales o personas que mueren; ya no regresan. Por muy fuerte que sea el deseo de tenerlos, ellos ya no son parte de este mundo y se van dejando un vacío en el alma de todas aquellas personas las cuales le conocieron>>.

<<Tenía grabado ese momento en su cabeza. La mujer de cabellos verdosos tapó su boca con sus manos temblorosas mientras se aferraba al buró negro que yacía al lado de la cama con la sábana de All Might que estaba perfectamente tendida al igual que sus demás cobijas y almohadas. Tardó unos minutos en quitar su delgada mano de su boca y cuando se agachó, quitó la laguna que tenía en ambos ojos, le sonrío de forma cálida y se tocó el pecho de manera apaciguada. Él aún podía recordar sus palabras que en ese instante no hicieron más que reconfortarlo en su pena. Dijo que su pequeño amiguito se había tenido que ir al lago del cielo y él quedó extrañado, jamás había escuchado sobre ese dichoso lago del cielo pero quería saber más así que con sus orbes bien abiertos siguió prestando atención a las palabras de la noble dama. Contó que en el cielo había un lago donde todos los peces iban y eran felices, que en ese mismo momento lo necesitaban porque su amigo era el rey de ese lago y por eso se tuvo que marchar tan rápidamente pero que le quería mucho. Para él, eso era una mentira piadosa ya que al menos no había pensado tan tristemente sobre la muerte de su amigo y logró recuperarse de su pérdida rápido; al contrario de la de su mentor>>.

<<Nuevamente venían los recuerdos a su cabeza de forma despiadada. Tenía el ejemplo más claro para las mentiras maliciosas. Aquellas mentiras que impiden que seas feliz o alguien más lo sea. Las mentiras que todos tenían que decirle a Shoto para que fuera feliz, no importaba si él no lo era. El ojiesmeralda ya había decidido desde hacia años la felicidad de él por la de su amado y eso no lo iba a cambiar. Supo lidiar con el dolor de verlo con alguien más, de ya no tenerlo cerca, de que sus sonrisas fueran para alguien más y no para él como antes. Había pasado el tiempo de Endeavor, sí. Eso no quitaba el gran poder que mantenía en el mercado de la prensa y comunicación. No había forma en la que ellos pudieran tener un felices por siempre y pronto se resignó a nunca tener a su lado al del cabello bicolor. Se acostumbró a su ausencia, como también; a amarlo en silencio, de manera cautiva. Un amor secreto en el cual solo él y la luna eran testigos de cuánto latía su pequeño y frágil corazón cada que pensaba en el albino. Los recuerdos lo atormentaban en las largas madrugadas, sobre todo en la época de invierno>>.