El héroe profesional Shoto acaba de terminar con su novia Yaoyorozu Momo en medio de la cena navideña del reencuentro estudiantil de la U.A. ¿La razón? Encontrar a la antes mencionada besándose con su presunta mejor amiga.
La noticia se extendió co...
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—¿Traes contigo tu uniforme?
—No.
Los pasillos de la agencia eran tan largos y grandes que Todoroki no sabía si caminaba al cielo o al mismo infierno, lo único de lo que estaba consciente es que se deslizaba por el lugar siendo acompañado por un bello ángel de sonrisa cautivadora, hasta llegar a la oficina responsable de la contratación y orientación laboral.
Mentiría si dijera que no estaba pequeñamente intrigado por saber lo que el héroe que iba a su lado tan feliz le decía y no recordaba. Más que intrigado, estaba nervioso. Todoroki Shoto nunca había tenido amigos tan cercanos y ni siquiera sus hermanos eran tan apegados a él como lo eran Yaoyorozu y Fuyumi, por ello no sabía cómo reaccionar ante la compañía de alguien que él no familiarizaba pero el contrario si a él.
Fuera de la situación que se tornaba incómoda, algunas veces tranquila, no podía evitar seguir pensando en todo lo que estaba sucediendo, en todo lo que había cambiado. Porque la idea de ser auxiliado sin siquiera pedir ayuda jamás cruzó por su mente, mucho menos que fuera por alguien tan noble como lo parecía ser el de las pecas.
Era por ello que no podía negarse a sentir curiosidad por cada cosa que tenía que ver con Midoriya Izuku.
—Tranquilo Todoroki-kun, puedes usar uno provisional, me encargaré de pedirle a Endeavor el tuyo. —sonrió el de los rulos con gran alegría al heterocromático.
Como si tenerlo ahí en la agencia no fuese un problema para él.
—Por el momento harás patrullaje con Midoriya-san, él es quien te supervisará y si considera que eres apto; podrás quedarte. La prueba es durante una semana y no habrá paga.
—Bien.
Ambos tomaron sus respectivos uniformes y procedieron a encaminarse hasta los vestidores donde pudieron encontrar a otros héroes pertenecientes a la empresa, estaban bastante apresurados, demasiado como para hacer una presentación del nuevo héroe que se incorporaba ese día. Cada uno tomó una regadera, no pasaron 20 minutos cuando ya estaban vistiendo el traje que se les había otorgado de manera individual. En ese día debían patrullar varios parques debido a la ola de secuestros que había en Japón. Demasiados niños desaparecían al mes, se estimaba que entre unos 30 a 40, eso era demasiado alarmante y no podía seguirse permitiendo. Si bien Midoriya Izuku era el héroe número uno en Japón pero también tenía otras ocupaciones como capacitar a los nuevos héroes, realizar las pruebas, pelear contra villanos, todo eso a la vez era cansado o eso lo había sido antes de tener a su mano derecha, quien tanto le ayudaba.
Kirishima era para él como su hermano perdido, ambos alegres, se entendían bastante bien en negocios, administración y jamás habían tenido un inconveniente en ningún tipo de los casos. Eso lo mantenía tranquilo de muchas maneras. Cuando algo se salía de control y no había manera de resolverlo, es cuando se le hacía el llamado y era él quien iba a resolverlo personalmente. Tenía mucha confianza en sus aliados y es por ello que siempre dejaba que hicieran las cosas solos, a su propia manera de cada uno de ellos. Midoriya confiaba en las decisiones de sus compañeros pues estaba tratando con profesionales; sabía que tomarían la opción más acertada en cualquier tipo de situación, fuera buena o mala.
