Capítulo XII

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Era desagradable imaginar a todos sus amigos en espera de que una chica –Once, en especial– les dijera lo que estaba haciendo. Más que ser desagradable, era bajo, hasta para ellos. ¿Cómo fue que Mike y Max no pudieron detenerlos? Seguro habían comenzado a pelear (como siempre) y se les fue el rollo de la situación, de cualquier modo, era difícil perdonar algo así.

Lucas ya estaba completamente seguro de que su amigo sentía algo por su chica, claro, ¿Quién no lo pensaría después de verlo llorar así por una simple canción? Ojalá pudiera decirles a todos, a cada persona en el lugar, que era Mike quien lo dejaba tan vulnerable.

Ya no quiso llorar más, ni hacer algo que no fuera acostarse, no sabiendo que en cualquier momento ellos volverían a saber lo que hacía, era cómo volver al otro lado sintiendo que cada movimiento que hacía le acercaba a un monstruo. No se suponía que debía sentirse así, estaba en casa, tenía a su familia, a sus amigos, tenía a Mike, sobretodo, pero el sentimiento no desaparecía ni un segundo.

Pasados unos 30 minutos, golpearon su puerta, tanto como si quisieran tirarla, pero eso no le asustó ni un poco, conocía perfectamente a sus amigos, lo suficiente para saber quiénes eran los que estaban afuera.

Mike, Max... y la pelona, claro, nunca falta la pelona.

—¿Qué hace ella-? No, ¿Qué hacen ustedes aquí?

—Teníamos que disculparnos, Will, fue la primera y última vez que-

—¿Puedo hablar con Ce? Ya saben, cómo... ¿A solas?

Los otros dos intercambiaron miradas, ambos estaban claramente confundidos, pero ninguno sabía qué decir en realidad.

—No, ella no puede–

—Sí, sí puede —Le interrumpió Max.

Seguro ya iban a empezar otra discusión, como dos cuarentones divorciados. Tan pronto como pudo, sujetó la muñeca de la chica en cuestión y la jaló hacia el interior de la casa, escuchando un "entonces jódete, Mike" antes de cerrar la puerta.

—Perdón...

—Ya no importa.

—Por espiarte. Ellos dijeron que te gustaba Max, todos queríamos saber si era verdad. Lucas dice que está mal porque eres su amigo, ¿Es cierto?

—¿Que somos amigos?

—No, eso no. Que está mal que te guste la novia de tu amigo.

—Yo... Supongo que sí. ¡Ah! Pero Max no me gusta, ni un poco.

—¿Tampoco Suzie?

—No, no, no. Ni siquiera la conozco, y no me preguntes por ti. Sólo déjame hablar, ¿Si?

—¿Tú y yo somos amigos?

—¿Por qué lo preguntas?

—Mike dice que eres raro cuando estoy cerca, yo nunca lo había visto así, pero me dijo que evitara molestarte, yo no quería molestarte.

El pequeño sintió como si hubieran clavado una aguja en su pecho con tan simple comentario, se sintió culpable, ¿Era muy notorio que no la quería cerca? Siempre trató de ser amable con ella, incluso si quería arrancarse la cara cuando la veía, pero ahora que parecía tan preocupada por ser una molestia, sólo pudo maldecirse internamente.

—No, Ce. No me molestas, ni un poco —Formó una pequeña y cálida sonrisa, que pronto contagió a la chica—. A veces las personas sólo parecen estar molestas con otras por cosas que no hicieron, ¿Entiendes? No, yo sé que no lo entiendes, ahm... ¡Ya! Lucas está molesto, ¿Cierto? Él cree que me gusta Max, pero no es así, ¿Ya lo comprendes?

—¿Estás molesto conmigo porque me gusta Mike?

—Sí, eso mism- ¡No! No, no, no es así, estamos- volvamos al inicio. Cuando dos chicos son muy cercanos, se conocen desde hace años, crecieron juntos, saben todo acerca del otro y de repente, como por arte de magia, aparece una chica que parece sentir algo por uno de los chicos, resulta ser algo... Complicado.

—Ah... Will, está bien, lo entiendo.

—¿En serio?

Sus ojos brillaron con tanta ilusión, e incluso sintió como su corazón latía tan rápido que podía salir de su pecho, si realmente lo había captado, sería el día más feliz de su vida.

—Sí, ya no tienes que preocuparte. Mike nunca será mi mejor amigo, siempre será mi novio.

Decir que en una centésima de segundo todo en él se apagó sería erróneo, fue más como un cortocircuito, primero quedó congelado con aquel gesto tan dulce, al menos por unos cinco segundos, después de eso vino el apagón. Un par de lágrimas desbordaron, pero no se movía ni un poco, no hacía un intento por detenerlas. Se quedó ahí, analizando el rostro de la chica, esperando obtener la respuesta a su pregunta de siempre: ¿Qué tiene ella que no tenga yo?

—¿Will? ¿Quieres que llame a Mike para explicarle?

Apenas tuvo intención de girar para salir de la casa, los dos delgados brazos rodearon su cuerpo, pudo sentir como su camisa estaba siento empapada, y como el chico trataba de ahogar un grito sobre su hombro. Correspondió al abrazo, sin saber qué más hacer.

La puerta se abrió, los otros dos seguían discutiendo hasta que escucharon sus sollozos, sintiendo una corriente recorrer su cuerpo, como los padres de un niño perdido, encontrándolo después de varios años.

—¿Qué le hiciste? —Preguntaron unísono, como si fueran capaces de matarla en ese momento.

—Él comenzó a llorar porque-

—No, está bien, está bien, yo hablaré con él, ¿Si? Will, ¿Está bien si hablamos?

—¿Por qué tienes que hablar tú con él? Yo soy su mejor amigo.

—Oh, ¿Incluso por esto piensas discutir conmigo?

Los dos se separaron, listos para volver a la discusión que dejaron tras la puerta.

—Es que Will cree que ya no son mejores amigos —Interrumpió Eleven, que había comenzado a acariciar el cabello del niño entre sus brazos—. Cree que ahora nosotros seremos mejores amigos.

—Will no diría algo así —Comentó Mike al instante.

—Seguro se confundió, sólo está muy sensible por la canción, ¿Si? Él no piensa con claridad cuando está sensible, seguro ni siquiera dijo algo de Mike, ¿Quién diría algo de Mike? Es decir, ¿A quién le importa Mike? ¿Quién es Mike?

—Muy necesario, Maxine.

—Váyanse de mi casa. Max, Once, váyanse de mi casa... Por favor.

El primer impulso del chico fue sonreír triunfante, con su mano formó una "L" sobre su frente y se burló de la pelirroja por un buen rato antes de que saliera.

—Will, te quiero, llámame más tarde. Mike, tú vete al diablo.

𝐘𝐎𝐔 ↬𝐁𝐲𝐥𝐞𝐫Where stories live. Discover now