Sentimiento

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Era otro año más en el colegio de magia y hechicería. Los alumnos caminaban por los angostos pasillos del Expreso de Hogwarts que los llevaría al colegio; unos seguían al carrito de golosinas, otros buscaban a sus amigos y contaban todo lo que les había pasado en el verano. La atmósfera era común para ser el inicio de las clases, sin embargo este año se presentaba un poco decaída por la reciente muerte de Cedric Diggory, el capitán del equipo de quidditch de Hufflepuff y campeón del Torneo de los Tres Magos, gloria que no alcanzó a disfrutar.

Mientras tanto, en uno de los compartimientos del tren, se encontraban cuatro amigos, tres de ellos charlando acaloradamente entre ellos, y el otro, observando por la ventana el paisaje que se extendía ante sus ojos. Harry estaba muy callado, pensativo y preocupado.

-Harry, no te preocupes todo esto terminara. -le dijo la chica que estaba sentada a su lado, poniendo su mano sobre el hombro del chico, en un intento de animarlo y calmarlo.

-Lo sé, pero a juzgar por lo que pasó el año anterior... Te seré honesto, tengo miedo.

-Bueno, estamos hablando de Lord Voldemort, es normal sentir miedo, pero si estamos juntos podemos acabar con él. -le sonrió de manera tranquilizadora.

-Sí, tienes razón. Gracias, Mel.                 

Melanie era una chica valiente, inteligente y segura de sí. Ante los ojos de Harry: "La mejor amiga que un chico podría tener", pero a pesar de todo, había momentos en los que Harry esperaba algo más... 

~~*~~

Al llegar al castillo, todos se dirigieron al gran comedor como de costumbre, donde el profesor Dumbledore les anunciaría a la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras, Dolores Umbridge. Sin duda, una noticia que no agrado a más de la mitad del colegio.

Ya en la sala común de Gryffindor, muchos aún se quejaban de la nueva profesora. Harry y Ron se fueron directo a dormir, pero Hermione y Melanie se quedaron platicando frete al fuego.

-Hermione... ¿Qué hago? ¿Le digo? ¿Qué tal si me rechaza? Haría el ridículo del siglo.

-Calma, tu eres una gran chica ¿Quién te podría negar?

-Él... tal vez.

-¿Por qué eres tan negativa?

-No soy negativa... soy... realista.

-Melanie, esa ni tú te la crees.

-Ah, lo sé pero, Hermione... Me gusta mucho...

-Tal vez es mas que eso ¿Crees que no lo sé? Me has venido con ese cuento desde tercer año.

-Es que Harry es tan valiente...

-Y como no, has de ver lo que ha hecho en estos últimos 4 años.

Se quedaron en silencio, Melanie observaba el fuego de manera pensativa, un mal presentimiento la invadió casi de la nada.

-Mel... ¿Melanie? ¿Qué te pasa?

-¿Huh? No nada, nada...

Melanie no le había dicho a sus amigos sobre su pequeña habilidad con Adivinación, por la razón de que para ellos es una materia... inútil, pero eso no era obstáculo para que en ocasiones, sintiera ciertos augurios.

~~*~~

Al día siguiente, empezaron las clases. Todos los profesores comenzaron hablando de la importancia de los exámenes TIMO's y de cómo eso perjudicará en su futuro, repitiendo las mismas frases en cada materia. Todo normal, aburrido y cansado, hasta que llegó Defensa Contra las Artes Oscuras...

-Título Indispensable de Magia Ordinaria, mejor conocido como: TIMO- decía una voz aguda con una mezcla agridulce, un dulce fingido y un agrio más natural.

Dolores Umbridge. ¿Cómo decirlo? ¿Cruel? ¿Malvada? ¿Irritante? No, todo eso le queda chico. No había pasado ni media clase, cuando ya uno se podía dar cuenta de que esta profesora... Digamos... No iba a ser una de sus favoritas. Después de la pequeña disputa que empezaron a tener Harry y Umbrige sobre los últimos minutos de Cedric Diggory, su causa de muerte, y como el Ministerio de Magia no quería aceptar que Lord Voldemort había regresado, Melanie comenzó a perder la paciencia y quería callar a esa bruja de una vez por todas.

-El murió, Voldemort lo mató, yo lo vi. -se defendió Harry.

Y antes de que Umbrige pudiera gritar palabra, Melanie se levantó.

-Profesora, disculpe mi interrupción. Usted puede decir lo que quiera dejándose influenciar por el ministro e incluso por su propio miedo; lo que sí puedo afirmar es que Harry no miente, lo sé, y si no le cree mejor no se meta, si no tiene nada bueno o verídico que decir, mejor no diga nada. A sí que, por favor, siga dando su irritable clase que no servirá para nada cuando queramos defendernos enserio.

-¡Niña insolente! -chilló la bruja cuya cara recordaba a un sapo- Los veré a ambos en mi oficina, después de la clase.

El resto de la clase se pasó en silencio. Pero a pesar de su castigo, Melanie estaba satisfecha por haberle dicho la verdad a esa "profesora". Al salir Harry corrió hacia Melanie.

-¡Mel! -la llamó captando la atención de la chica- Ehr... Gracias... Por tratar de apoyarme.

-Ah, qué mas da, ese sapo tiene el cráneo más duro que los muros del castillo, no entraría la verdad aún si tiene las pruebas justo debajo de sus narices, prefieren vivir en una mentira cómoda, que en una realidad insegura... Como todos...

-Sí... Sí, tienes razón.

Después de clases, todos se fueron a cenar, pero Melanie, por otro lado se encontraba frente a la chimenea de su sala común, otra vez. Sola, no podía dormir pensando en lo que podría llegar a pasar, es algo malo, lo sabía, lo sentía, pero... ¿Qué? 

A través del Anillo #PremiosLion2018Donde viven las historias. Descúbrelo ahora