Secuestrando Corazones ▪︎Yoonkook▪︎

19.

Mientras descansaba, Park Jimin escribía e investigaba en su computadora, todavía con dolor en determinadas partes de su cuerpo. El incidente había quedado de ser indagado, pero no tenían testigos ni pruebas de nada, lo que hacía la búsqueda de culpables mucho más difícil.

La Sra. Ha Neul se encontraba todavía muy mal, ya casi ni comía, se había desmayado dos veces mientras caminaba sin rumbo por el parque, a causa de la falta de vitaminas en su organismo.

Jimin no podía dar descanso a su búsqueda, él había prometido encontrar a Jungkook por más difícil que sea.

Era una mañana muy fría, el invierno empezaba a notarse y las ventanas de su habitación se evaporaban. El pelinaranja sonrió desganado, pensando en que su corazón era como el tiempo, hoy se encontraba frío y necesitaba de ayuda, de amor o algo de cariño que le dijera que todo iba a estar bien, que debía seguir adelante.

Le hacía falta un fuego, una llamita de esperanza.

Su celular empezó a sonar, con una de las canciones que más le gustaban, una de Imagine Dragons.

Vio la pantalla reluciente, iluminada, con el nombre de uno de sus amigos de la Universidad, quien lo estaba ayudando en el delicado caso del castaño perdido.

- Hola Namjoon, ¿Cómo estás?- al otro lado de la línea telefónica se escuchaban varias voces, la respiración del otro se escuchaba un poco agitada.

- Hola amigo, muy bien, te llamé porque he encontrado algunas cosas que te pueden interesar, quizá sirvan para encontrar a ese amigo tuyo- Su voz siempre sonaba seria cuando se trataba de trabajo, más cuando su voz era totalmente masculina.

- Perofecto, voy para allá y...

- No! ¿Cómo se te ocurre que te haré caminar en ese estado? Ahora mismo voy a tu casa- se escuchó un pito que dio término a la conversación, sin dejar que Jimin proteste.

Algunos gritos provenientes de la cocina, hicieron que el pelinaranja juntara sus cejas con recelo, luego escuchó unos pasos y la puerta ser tocada con insistencia.

- Pase- Young Mi entró rápido al cuarto, a penas escuchó la voz de su hermano, se sentó en la cama con él y lo miró.

- E-están discutiendo de nuevo- la voz de la adolescente parecía a punto de quebrarse, y no era para menos, sus padres no habían tenido problemas antes, pero de repente, hace tan sólo unos meses, habían empezado una rutina de pelear, reconciliarse y pelear de nuevo.

Young Mi era la más afectada en el hogar, por ser la más pequeña y sensible, además la típica "edad del pavo" tenía sus efectos positivos y también negativos.

Jimin, sin ser totalmenre cercano a su hermana, la abrazó con cariño para que se sintiera protegida, con todo lo que estaba pasando los dos peleaban menos para hacer la carga de sus padres más liviana.

Algunos dicen que a los padres les toca sacrificarse por sus hijos, Young Mi creía a veces que era al revés, sus papás no se imaginaban todo lo que sentían sus hijos, soportar el dolor en silencio es de valientes.

En un rato la casa se quedó en silencio, Jimin aprovechó de llamar a Seokjin para que vaya a su casa, ya que igual le interesaría lo que hablaría Nam, al cual, por cierto, no conocía.

Aproximadamente media hora después llegó Namjoon y seguido de él, Jin, quien venía nervioso y preocupado.

Los tres pasaron a la mini-oficina del pelinaranja en la primera planta.

Obviamente los padres de Jimin sintieron y fingieron ser la familia feliz en cuanto entraron las visitas a casa, lo que tenía harto a Jimin.